A los directivos escolares de Oxford High School en Michigan se les pidió que conservaran las páginas de las redes sociales y otras pruebas que presuntamente estaban siendo destruidas o eliminadas.
“Los acusados no solo no tomaron las medidas necesarias para preservar las pruebas, sino que la destruyeron deliberadamente al eliminar las páginas web y las cuentas de las redes sociales”, escribió la abogada Nora Hanna en una interposición el viernes, según Detroit News. «Los demandantes no pueden seguir siendo tomados por sorpresa por los demandados al tener que buscar qué pruebas están siendo destruidas o alteradas».
Hanna se encuentra entre varios abogados que representan a dos sobrevivientes que interpusieron una demanda por USD 100 millones contra Oxford High School, ubicada en el condado de Oakland. La semana pasada, el estudiante de secundaria de 15 años Ethan Crumbley presuntamente disparó y mató a varios de sus compañeros de clase, pero la demanda estipula que el personal de Oxford High fue parcialmente responsable del incidente.
El juez de distrito de EE. UU., Terrence Berg, concedió la solicitud de preservar los registros y ordenó a los directivos de la escuela secundaria de Oxford—incluyendo al superintendente Timothy Throne y al director de la escuela secundaria, Steven Wolf—que conservaran los registros almacenados electrónicamente.
Hanna representa a dos hermanas—Riley Franz de 17 años, y Bella Franz de 14 años—que asisten a Oxford High School. Otro abogado, Geoffrey Fieger, presentó dos demandas en nombre de sus padres, Jeffery y Brandi Franz.
Los abogados de los demandantes también están pidiendo a varias compañías y agencias como Verizon, AT&T, T-Mobile, el FBI, el Departamento de Justicia y la Oficina del Sheriff del Condado de Oakland que conserven cualquier registro que tengan relacionado con el tiroteo. Se pidió a los abogados que guardaran los posteos con los hashtags de Twitter, LinkedIn, Facebook e Instagram #OxfordStrong, #OxfordSchoolShooting y #OxfordShooting.
Timothy J. Mullins, el abogado del distrito escolar de Oxford, escribió que las demandas son «acrobacias grandilocuentes enmascaradas como interposiciones legales» que «hacen un perjuicio a la gente de Oxford y a la gente de Michigan», informó Detroit News.
“Estas últimas acusaciones falsas son infundadas, imprudentes y totalmente irresponsables”, afirmó Mullins. Fieger «ha nombrado a la persona equivocada en sus negligentes archivos legales y se niega a retractarse de sus declaraciones y desmentirlo inmediatamente, lo cual es inconcebible», agregó.
Mullins afirmó que mientras «los empleados de la escuela continúan recibiendo amenazas de muerte», Fieger ahora está «echando gasolina al fuego con sus tácticas desvergonzadas, insensibles e irresponsables y su retórica airada».
Las demandas iniciales argumentaron que los directivos de la Escuela de Oxford habían «creado el peligro y aumentado el riesgo de daño al que estarían expuestos sus estudiantes» antes del tiroteo.
Riley Franz, según la demanda, recibió un disparo en el cuello, mientras que Bella Franz «escapó por poco de las balas descargadas hacia ella».
El tiroteo dejó un saldo de cuatro estudiantes muertos y siete heridos, dijeron las autoridades. Crumbley fue acusado de un cargo de terrorismo causante de muerte, siete cargos de agresión, cuatro cargos de asesinato en primer grado y 12 cargos de posesión de un arma de fuego en la comisión de un delito grave.
Los padres de Crumbley, James y Jennifer Crumbley, también fueron acusados de cuatro cargos de homicidio involuntario cada uno.
The Epoch Times se pusoen contacto con Oxford High School para solicitar comentarios.
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