Una mujer de Texas ha sido objeto de cargos federales luego de que presuntamente amenazara a una jueza que supervisa la batalla legal por los registros del expresidente Donald Trump.
Tiffani Gish de Texas, dejó tres mensajes de voz amenazantes el 1 de septiembre en la sala de la jueza de distrito de Estados Unidos, Aileen Cannon, designada por Trump, dijo un agente del FBI en documentos judiciales.
«Donald Trump ha sido… señalado para ser asesinado», dijo Gish en una de las llamadas, según los documentos. «Voy a [improperio] hacer que le disparen personalmente», dijo supuestamente en otra, añadiendo que «ya he ordenado francotiradores y una bomba a su [improperio] casa».
En una tercera llamada, se acusa a Gish de decirle a Cannon: “Voy a llevar mi [improperio] a [improperio] Florida y personalmente voy a lanzarle una bala a su [improperio] cabeza delante de sus hijos».
Gish afirmó que la jueza estaba obstruyendo la justicia, según transcripciones parciales de las llamadas proporcionadas por el FBI a la corte federal en Houston.
En varias llamadas, Gish se identificó como Evelyn Salt. Una investigación de las llamadas, asistida por el Servicio Secreto de Estados Unidos, descubrió que Gish era Salt.
Gish ya había realizado amenazas contra Trump, según los documentos judiciales.
Cuando los U.S. Marshals se dirigieron a la casa de Gish el 4 de septiembre, ella se negó a dejar entrar a los agentes y habló con ellos a través de una ventana. Al cabo de un tiempo, invitó a los agentes a entrar. En total, habló con ellos durante aproximadamente 45 minutos.
Gish admitió haber dejado los mensajes de voz y manejar una página de Facebook en la que se hicieron las amenazas contra Trump, dijo el agente del FBI.
Gish fue acusada de influir en un funcionario federal mediante amenazas y de comunicaciones interestatales con amenaza de secuestro o lesión.
Gish se enfrenta hasta 11 años de prisión si es declarada culpable.
Un defensor público que representa a la acusada no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Se ordenó la detención de Gish en espera de juicio el 9 de septiembre. El juez de primera instancia Peter Bray dictó la orden, considerando que el peso de las pruebas contra Gish es fuerte y que tiene un historial de actos delictivos y de violencia.
Dijo que la acusada parece sufrir «graves trastornos mentales con síntomas que incluyen paranoia y delirios». La madre de Gish ha dicho que tiene miedo de su hija y que su hija ha sido violenta contra ella en el pasado, dijo el juez.
«Desafortunadamente, dados sus problemas mentales, Gish no tiene autocontrol y no es probable que siga las órdenes de esta corte», dijo. » La corte cree que ella continuará haciendo amenazas por Internet, no se presentará a la corte y no seguirá las instrucciones del oficial supervisor».
También dijo que los antecedentes penales de Gish incluyen la agresión contra agentes de la ley.
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