Las autoridades federales acusaron, el 13 de julio, a un oficial de inteligencia iraní y a tres presuntos miembros de una red de inteligencia iraní por conspirar para secuestrar a una periodista estadounidense en Nueva York.
Según una acusación presentada en el tribunal federal de Manhattan, el plan del secuestro fue parte de una iniciativa más amplia para llevar a tres personas de Canadá y a una persona del Reino Unido a Irán.
La acusación omite la identidad del periodista de Nueva York, pero menciona que es un residente de Brooklyn, periodista y activista de derechos humanos que llamó la atención sobre los abusos contra los derechos humanos en Irán.
Los cuatro acusados en el complot de secuestro “monitorearon y planearon secuestrar a una ciudadana estadounidense de origen iraní que había sido crítica con la autocracia del régimen. Pretendían llevar por la fuerza a la víctima a Irán, donde su destino habría sido incierto en el mejor de los casos”, dijo la fiscal federal Audrey Strauss.
“Entre las libertades más apreciadas de este país se encuentra el derecho a decir lo que uno piensa sin temor a represalias del gobierno. Un ciudadano estadounidense que vive en Estados Unidos debe poder defender los derechos humanos sin ser blanco de agentes de inteligencia extranjeros”.
Las autoridades dijeron que el nombre del oficial de inteligencia iraní es Alireza Shavaroghi Farahani. Si es declarado culpable, los otros tres acusados y él podrían enfrentarse a cadena perpetua.
«Todas las personas en Estados Unidos deben estar libres de acoso, amenazas y daños físicos por parte de potencias extranjeras», dijo el fiscal general Adjunto de Estados Unidos, Mark Lesko. «A través de esta acusación, sacamos a la luz uno de esos planes nefastos para dañar a un ciudadano estadounidense que estaba ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda».
William Sweeney, el jefe de la oficina del FBI de Nueva York, señaló que la acusación sonaba como «una trama de película inverosímil».
“Alegamos que un grupo, respaldado por el gobierno iraní, conspiró para secuestrar a una periodista radicada en Estados Unidos, aquí en nuestro suelo, y llevarla por la fuerza a Irán. Lejos de nuestras fuerzas del orden”, dijo Lesko.
Farahani contrató a investigadores privados para vigilar a la periodista de Brooklyn y a los miembros de su familia. La vigilancia incluyó una transmisión de alta definición, en vivo, de la casa de la periodista.
La acusación alegaba que el gobierno de Irán intentó atraer a la periodista a un tercer país en 2018 para secuestrarla allí, incluso ofreciendo dinero a sus familiares para intentar llevar a cabo esa operación. Los familiares rechazaron la oferta, según la acusación.
Las autoridades dijeron que los servicios de inteligencia iraníes habían atraído anteriormente a otros disidentes iraníes de Francia y Estados Unidos para capturarlos y encarcelarlos. Se han atribuido públicamente la responsabilidad de las operaciones de captura.
Señalaron, al igual que la acusación, que un dispositivo electrónico utilizado por Farahani contiene una fotografía de la periodista de Nueva York junto con fotografías de otras dos personas. Esas personas fueron capturadas por las autoridades de inteligencia iraníes, según la acusación. Posteriormente, uno fue ejecutado y el otro encarcelado.
Los otros acusados en el complot de secuestro fueron identificados como Mahmoud Khazein, de 42 años; Kiya Sadeghi, 35; y Omid Noori, de 45 años, todos de Irán.
Según la acusación, Sadeghi investigó un servicio que ofrece lanchas rápidas de estilo militar que podrían realizar una evacuación marítima fuera de Nueva York hacía Venezuela, país que guarda cercanas relaciones con Irán.
Khazein investigó las rutas de viaje desde la residencia de la periodista hasta un barrio frente al mar en Brooklyn y la ubicación de la residencia de la periodista en relación con Venezuela y Teherán, según la acusación.
Associated Press contribuyó a este artículo.
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