Un refugiado que supuestamente amenazó con realizar un tiroteo en una iglesia de una ciudad de Texas fue acusado de un delito de armas de fuego, anunció el martes, la fiscal del distrito norte de Texas, Erin Nealy Cox.
Hieu Tran Trung, un refugiado norvietnamita que vive en Lubbock, Texas, fue acusado de ser un delincuente en posesión de un arma de fuego. Él hizo su primera aparición en la corte el lunes por la tarde.
A este hombre de 45 años se le prohibió poseer armas de fuego después de ser sentenciado en 1998 por agresión a un funcionario público, según un comunicado del Departamento de Justicia. Se enfrentará a 10 años de prisión federal si es declarado culpable.
«Agradezco al ciudadano que informó a las autoridades federales sobre el comportamiento preocupante de su amigo. Su coraje al hablar puede haber salvado vidas», dijo Nealy Cox en un comunicado. «Es crucial que actuemos rápidamente cuando recibimos información como esta y felicito a nuestros compañeros de la policía que intervinieron inmediatamente antes que el acusado pudiera infligir un daño real».
De acuerdo con la denuncia, Trung supuestamente dijo que «rociaría» a gente al azar en su iglesia. Supuestamente le pidió a un amigo que «me consiguiera una de esas tiras», que es un término de la jerga de las armas de fuego. El amigo se negó. Una semana después de las presuntas declaraciones iniciales de Trung, aparentemente le envió al amigo una foto de él mismo sosteniendo dos armas de fuego, y luego otra foto con una gran cantidad de municiones. Parte del pie de foto decía: «bloqueado y con plomo».
Según el amigo, Trung supuestamente dijo que podría matar a alguien fácilmente y dejar la ciudad. A finales de julio, dijo que «mostraría quién puede ser él».
En algún momento, el amigo se acercó al FBI, notificando a la agencia sobre las supuestas declaraciones de Trung.
Los investigadores encontraron una pistola semiautomática de 9 mm cargada dentro de un maletín en un registro de la residencia de Trung.
«El acusado sabía que tenía prohibido poseer armas de fuego, pero aun así se esforzó por obtenerlas ilegalmente. También amenazó con utilizar esas armas de fuego ilegales contra sus supuestos enemigos. Como resultado, nos movimos rápidamente para prevenir un crimen violento», dijo el agente especial a cargo del FBI en Dallas, Matthew DeSarno, en un comunicado.
«El FBI y nuestros socios de las fuerzas de seguridad se comprometen a detectar y evaluar las posibles amenazas a medida que surgen. Trabajamos duro para proteger a nuestras comunidades de individuos violentos y animamos al público a informar de cualquier actividad sospechosa que suponga una amenaza para la seguridad pública».
El caso se presentó en el marco del Project Guardian, una iniciativa del Departamento de Justicia para reducir la violencia con armas de fuego y hacer cumplir las leyes federales sobre armas de fuego en Estados Unidos.
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