Un hombre de California se enfrenta a cargos federales después de haber transportado presuntamente toneladas de explosivos desde fuera del estado, incluyendo dispositivos que luego explotaron en un camión de la policía para la desactivación de bombas, hiriendo a 17 personas, según las autoridades.
Arturo Ceja III fue detenido el sábado por agentes especiales de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), dijeron las autoridades federales. Está acusado de transportar explosivos sin licencia o permiso.
No estaba claro el domingo si Ceja había contratado un abogado. Tiene prevista una comparecencia ante el tribunal el martes.
Fue detenido inicialmente el miércoles después de que la policía de Los Ángeles recibiera un aviso y encontrara un gran arsenal de fuegos artificiales en su casa del sur de Los Ángeles.
«La investigación inicial de las autoridades locales estimó que se encontraron aproximadamente 5000 libras de fuegos artificiales; sin embargo, hoy la ATF determinó que Ceja almacenó aproximadamente 32,000 libras de fuegos artificiales en su patio trasero», dijo el sábado la Fiscalía del Distrito Central de California en un comunicado.
Según una denuncia penal, «Ceja hizo varios viajes a Nevada a finales de junio para comprar varios tipos de explosivos —incluyendo artefactos aéreos y grandes fuegos artificiales caseros que contenían materiales explosivos— que transportó a su residencia en furgonetas alquiladas», dijo la oficina del fiscal de EE. UU.
«La denuncia señala que los fuegos artificiales en California pueden venderse por un precio hasta cuatro veces superior al que los compradores pagan por los fuegos artificiales en Nevada», dijo la oficina del fiscal.
Los fuegos artificiales ilegales estaban destinados a la venta en torno a la festividad del 4 de julio, dijo el jefe de la policía de Los Ángeles, Michel Moore.
Mientras se retiraban los fuegos artificiales de la casa de Ceja, la brigada antibombas de la policía de Los Ángeles determinó que algunos de los fuegos artificiales caseros con materiales explosivos no eran seguros de transportar debido al riesgo de detonación en una zona densamente poblada, según una declaración jurada de la orden de detención.
La policía decidió destruir esos fuegos artificiales en el lugar de los hechos utilizando un recipiente de contención total (TCV), según la declaración jurada.
«Durante la destrucción de los artefactos, todo el TCV explotó, causando un radio de explosión masivo, dañando las casas del vecindario e hiriendo a un total de 17 personas», dijo la oficina del fiscal de EE. UU.
Los edificios y vehículos cercanos también resultaron dañados, según la declaración jurada de la orden de detención.
El jefe de policía dijo que no estaba seguro de por qué el recipiente de contención total no pudo contener los explosivos.
«Este recipiente debía haber sido capaz de eliminar este material», dijo Moore la semana pasada. «Algo ocurrió en ese vehículo de contención que no debía haber ocurrido, y no sabemos por qué».
Por Kay Jones y Holly Yan
The-CNN-Wire
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