CENTRAL ISLIP, Nueva York—Se espera que el exdirector general de Abercrombie & Fitch sea procesado el viernes por cargos federales de tráfico sexual y prostitución interestatal en una corte de Nueva York.
Los fiscales alegan que durante casi dos décadas, Michael Jeffries, su pareja sentimental, y un tercer hombre atrajeron a hombres a participar en fiestas sexuales con la promesa de modelar para la tienda de ropa, una vez famosa por su estética preppy y típicamente estadounidense y su marketing con modelos masculinos sin camisa.
En los cargos anunciados a principios de esta semana, los fiscales dicen que unos 15 acusadores anónimos fueron inducidos por “fuerza, fraude y coacción” a participar en fiestas sexuales acompañadas con drogas en Nueva York, Inglaterra, Francia, Italia, Marruecos y St. Barts entre 2008 y 2015.
Las denuncias se hacen eco de las acusaciones de mala conducta sexual descritas en informes a los medios y realizadas en un caso civil contra Jeffries, el cual dejó Abercrombie en 2014.
El abogado de Jeffries no respondió inmediatamente a un correo electrónico en busca de comentarios antes de la comparecencia del viernes por la tarde en la corte federal de Long Island, donde se espera que Jeffries se declare culpable de los cargos.
El abogado de James Jacobson, un empleado de Jeffries que también comparecerá ante la corte, no quiso hacer más comentarios que decir que su cliente se declarará inocente.
Jeffries fue puesto en libertad bajo fianza de 10 millones de dólares tras comparecer el martes ante un tribunal federal de West Palm Beach (Florida).
A su compañero, Matthew Smith, que también compareció ante la corte de Florida, se le ordenó la detención después de que los fiscales expresaran su preocupación por la posibilidad de que el ciudadano con doble nacionalidad, estadounidense y británica, pudiera huir del país.
Jacobson, que según los fiscales reclutaba hombres para las fiestas sexuales, fue detenido en Wisconsin y puesto en libertad bajo fianza de 500,000 dólares durante su comparecencia inicial ante la corte federal de St. Paul, en Minnesota.
Jeffries asumió el cargo de CEO de Abercrombie en 1992, presidiendo la evolución de la empresa desde sus raíces como tienda de artículos de caza y aire libre fundada en Manhattan en 1892 hasta convertirse en un elemento fijo de la cultura de los centros comerciales para adolescentes a principios de la década del 2000.
Abercrombie, en un comunicado publicado en Instagram tras las detenciones, dijo estar “horrorizada y asqueada” por las acusaciones.
La empresa con sede en Ohio, que también es propietaria de la marca de ropa Hollister, dijo que había “transformado” sus marcas y su cultura en la década transcurrida desde la marcha de Jeffries.
Abercrombie dejó de utilizar fotos “sexualizadas” en los materiales de marketing y puso fin a la práctica de llamar “modelos” a las empleadas de las tiendas. El año pasado contrató a un bufete de abogados externo para llevar a cabo una investigación independiente sobre acusaciones similares contra Jeffries.
“Hablar y dar la cara no es fácil, y nuestros pensamientos permanecen con aquellos que valientemente han alzado sus voces como parte de la investigación federal”, escribió la compañía en su declaración del miércoles. “Tenemos tolerancia cero con el abuso, el acoso o la discriminación de cualquier tipo, y nos comprometemos a cooperar plenamente con las fuerzas del orden mientras continúa el proceso legal”.
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