FRANKFORT, Kentucky— Un exsheriff de Kentucky fue acusado el jueves por el asesinato a tiros de un juez en su despacho de la corte hace dos meses, conmocionando a una pequeña comunidad de los Apalaches.
Shawn «Mickey» Stines fue acusado de un cargo de asesinato de un funcionario público por un gran jurado del condado de Letcher, dijeron los fiscales. Stines era sheriff del condado del sureste de Kentucky cuando según las autoridades, entró en el despacho del juez de distrito Kevin Mullins en Whitesburg, habló con el juez y luego abrió fuego el 19 de septiembre.
Mullins, de 54 años, quien ocupó el cargo de juez durante 15 años, murió en el lugar y Stines se entregó sin contratiempos. Stines se declaró inocente de asesinato y está detenido en otra cárcel del condado de Kentucky.
Stines, de 43 años, renunció como sheriff más de una semana después del tiroteo y su reemplazo, Billy Jones, prestó juramento el 1 de octubre. Jones era exoficial de recursos en una escuela secundaria en el condado de Letcher.
Los fiscales no hicieron comentarios luego que se presentó la acusación el jueves en el condado de Letcher. Los abogados de Stines no respondieron de inmediato a una llamada telefónica y un correo electrónico en busca de comentarios.
La policía no dio ningún motivo para el tiroteo que involucró a dos miembros destacados del condado que limita con Virginia. Whitesburg está a 146 millas al sureste de Lexington, Kentucky.
El mes pasado, en una audiencia judicial se reprodujo un video que mostraba al juez mientras era abatido a tiros. El video, sin audio, mostraba a un hombre identificado por la policía como Stines sacando un arma y disparando al juez mientras estaba sentado en su escritorio.
El hombre caminó alrededor del escritorio, apuntó con el arma al juez, que había caído al suelo y disparó de nuevo, según mostró la evidencia. Algunas personas en la galería de la sala de la corte sollozaron mientras se reproducía el video.
Mullins murió por múltiples heridas de bala, dijo un detective de la Policía Estatal de Kentucky en la audiencia.
El detective testificó que Stines intentó llamar a su hija con el teléfono de Mullins y con el suyo justo antes del tiroteo. Los investigadores no encontraron ningún arma en Mullins ni en su despacho, dijo el detective.
El día del tiroteo, Mullins y Stines se reunieron para almorzar con otras personas en un restaurante cerca del juzgado, dijo el detective durante la audiencia.
El equipo de defensa de Stines dijo que se marcharon de la audiencia con más preguntas que respuestas y que estaban llevando a cabo su propia «investigación paralela».
Stines podría enfrentarse a la pena de muerte por el cargo de asesinato.
Por Bruce Schreiner y Dylan Lovan.
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