LOS ÁNGELES—Un fotoperiodista que cubrió acontecimientos mundiales como el conflicto en la antigua Yugoslavia, la caída del Muro de Berlín y la liberación de Nelson Mandela de la prisión fue apuñalado fatalmente durante una caminata de fin de semana en las montañas de San Gabriel y su hijo de 19 años fue acusado del asesinato.
Paul Lowe, de 60 años, fotógrafo británico, periodista de guerra y profesor de la Universidad de las Artes de Londres, sufrió un «trauma en la parte superior del torso» y fue declarado muerto el sábado en una carretera cerca de Stoddard Canyon Falls, dijo la oficina del sheriff del condado de Los Ángeles en un comunicado de prensa.
La oficina del médico forense del condado dijo que Lowe murió a causa de una puñalada en el cuello.
Un hombre identificado posteriormente como el hijo de Lowe fue visto alejándose en su auto y estuvo involucrado en un accidente de tránsito a pocos kilómetros de distancia. Según la evidencia en el lugar, más las declaraciones del hijo y de algunos testigos fue arrestado.
La Fiscalía del Distrito del Condado de Los Ángeles, que presentó un cargo de asesinato contra el hijo, Emir Abadzic Lowe, dijo que un transeúnte llamó a los servicios de emergencia al lugar de los hechos. Afirmó que el hijo necesitaba comparecer ante la corte el miércoles. La oficina no dijo si el acusado cuenta con un abogado.
Paul Lowe era profesor de conflicto, paz e imagen en el London College of Communication de la Universidad de las Artes, según su sitio web. La universidad dijo que fue «un colega profundamente valorado» durante más de dos décadas.
«El trabajo de Paul a lo largo de su carrera tuvo un impacto innovador en la representación de la guerra y el conflicto y, más tarde, en las complejas negociaciones culturales involucradas en el trabajo de paz y reconciliación», dijo la universidad en un comunicado. «Paul deja un legado increíble como fotógrafo galardonado, autor, crítico y, no menos importante, como un educador verdaderamente compasivo».
Su libro, «Bosnians» documentó 10 años de guerra y la situación de posguerra en Bosnia. Se publicó en 2005. Entre sus libros más recientes se incluyen «Photography Masterclass», «Understanding Photojournalism», «Reporting the Siege of Sarajevo» y «Photography, Bearing Witness and the Yugoslav Wars, 1988-2021», según el sitio web.
En una entrevista con The Guardian, Lowe dijo que se centró en las víctimas y los pacientes hospitalizados durante los primeros días del asedio de Sarajevo. Con el tiempo se preocupó por lo que le sucede a la gente cuando «se ve reducida a las condiciones medievales causadas por el asedio Sarajevo».
«La gente arriesgaba su vida por un poco de placer», dijo. «Y podía ser muy duro para los niños, que obviamente no querían quedarse encerrados en casa. Durante los períodos más tranquilos, podían salir más al exterior; tomé una foto de niños nadando en el río durante un alto el fuego. Pero el río, como gran parte de la ciudad, era claramente visible para los francotiradores serbios. Un invierno, asistí a una escena terrible: un grupo de cinco o seis niños habían muerto por un proyectil mientras andaban en trineo frente a su casa».
Habló de una foto que tomó de un niño en la calle con una pelota. «Es algo tan común para un niño, pero está sucediendo con el telón de fondo de la trampa del tanque, un indicio del peligro siempre presente», dijo.
Mucha gente rindió homenaje a Lowe.
«Paul era un fotoperiodista muy talentoso, valiente y comprometido que se puso en peligro repetidamente para mostrarle al mundo la realidad de las zonas de guerra y las crisis humanitarias en todo el mundo», dijo Santiago Lyon, exvicepresidente y director de fotografía de The Associated Press que trabajó con Lowe durante el asedio de Sarajevo a principios de la década de 1990.
«Luego se convirtió en un educador consumado y muy respetado dedicado a preparar a las futuras generaciones de fotoperiodistas. Su muerte prematura afecta profundamente a la comunidad del fotoperiodismo y estamos en shock».
Lowe enseñó en una academia a través de The VII Foundation, que capacita y equipa a periodistas de comunidades subrepresentadas en los medios.
«Paul era un compañero valiente y querido, y un padre y esposo profundamente devoto. La pérdida es impactante y abrumadora, y nuestros corazones están con su esposa y su familia», publicó la fundación en un comunicado en línea.
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