Obligar a vacunarse contra el COVID-19 fue un error debido a problemas éticos y de otro tipo, advirtió un médico de alto nivel del gobierno al Dr. Anthony Fauci después de que éste promoviera la vacunación masiva.
«Coaccionar u obligar a la gente a vacunarse puede tener consecuencias negativas desde un punto de vista biológico, sociológico, psicológico, económico y ético, y no merece la pena el coste, aunque la vacuna sea segura al 100%», dijo al Dr. Fauci en un correo electrónico el Dr. Matthew Memoli, director de la unidad de estudios clínicos del Laboratorio de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. (NIAID, por sus siglas en inglés).
«Un enfoque más prudente que tenga en cuenta estas cuestiones sería centrar nuestros esfuerzos en las personas con alto riesgo de enfermedad grave y muerte, como los ancianos y los obesos, y no presionar más con la vacunación a los jóvenes y sanos».
Emplear esa estrategia ayudaría a evitar la pérdida de confianza pública y de capital político, dijo la Dra. Memoli.
El correo electrónico se envió el 30 de julio de 2021, después de que el Dr. Fauci, director del NIAID, afirmara que las comunidades estarían más seguras si más personas recibieran una de las vacunas contra el COVID-19 y que la vacunación masiva conduciría al final de la pandemia de COVID-19.
«Ahora vamos por muy buen camino para vencer realmente este brote, y cuanta más gente vacunemos, más seguridad tendremos de que podremos hacerlo», declaró el Dr. Fauci en la CNN el mes anterior.
El Dr. Memoli, que lleva años estudiando la vacunación antigripal, no estuvo de acuerdo y dijo al Dr. Fauci que las investigaciones en este campo han indicado que las vacunas anuales a veces impulsan la evolución de la gripe.
Vacunar a personas que no se han infectado con el COVID-19, dijo, podría influir potencialmente en la evolución del virus que causa el COVID-19 de formas inesperadas.
«En el mejor de los casos, lo que estamos haciendo con la vacunación masiva obligatoria no hace nada y las variantes surgen evadiendo la inmunidad de todos modos, como lo habrían hecho sin la vacuna», escribió el Dr. Memoli. «En el peor de los casos, impulsa la evolución del virus de un modo distinto al natural y posiblemente perjudicial, prolongando la pandemia o causando más morbilidad y mortalidad de la debida».
La estrategia de vacunación era defectuosa porque se basaba en un único antígeno, lo que introducía una inmunidad que sólo duraba un cierto periodo de tiempo, dijo el Dr. Memoli. Cuando la inmunidad se debilitó, el virus tuvo la oportunidad de evolucionar.
Otros expertos, como el virólogo Geert Vanden Bossche, han ofrecido opiniones similares. Otros miembros de la comunidad científica, como los científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., afirman que la vacunación impide la evolución del virus, aunque la agencia ha reconocido que no dispone de registros que respalden su postura.
Otros mensajes
El Dr. Memoli envió el correo electrónico al Dr. Fauci y a otros dos altos cargos del NIAID, los doctores Hugh Auchincloss y Clifford Lane. El Wall Street Journal reportó por primera vez del mensaje, aunque el periódico no lo publicó. The Epoch Times obtuvo el correo electrónico y otras 199 páginas de los correos electrónicos del Dr. Memoli mediante una solicitud de la Ley de Libertad de Información. No había indicios de que el Dr. Fauci respondiera nunca al Dr. Memoli.
Más tarde, en 2021, la agencia matriz del NIAID, los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés), y todas las demás agencias del gobierno federal empezaron a exigir la vacunación contra el COVID-19, siguiendo instrucciones del presidente Joe Biden.
En otros mensajes, el Dr. Memoli dijo que los mandatos no eran éticos y que tenía la esperanza de que los casos legales presentados contra los mandatos dejaran finalmente que la gente «tomara sus propias decisiones sanitarias».
«Desde luego, estoy haciendo todo lo que está en mis manos para influir en ello», escribió el 2 de noviembre de 2021 a un destinatario desconocido. El Dr. Memoli también reveló que tanto él como su esposa habían solicitado exenciones de los mandatos impuestos por los NIH y el empleador de su esposa. Mientras que a ella se le había concedido la solicitud, a él todavía no, dijo el Dr. Memoli. No se sabe si alguna vez se le concedió.
Según el Dr. Memoli, los funcionarios no habían repasado la bioética de los mandatos. Escribió al Departamento de Bioética de los NIH, señalando que la protección de las vacunas disminuía con el tiempo, que las inyecciones podían causar problemas de salud graves como miocarditis, o inflamación del corazón, y que las personas vacunadas tenían las mismas probabilidades de propagar el COVID-19 que las no vacunadas.
Citó varios estudios en sus correos electrónicos, incluido uno que descubrió un resurgimiento de casos de COVID-19 en un sistema sanitario de California a pesar de una elevada tasa de vacunación y otro que mostró que las tasas de transmisión eran similares entre vacunados y no vacunados.
El Dr. Memoli dijo que estaba «especialmente interesado en la bioética de un mandato cuando la vacuna no tiene la capacidad de detener la propagación de la enfermedad, que es el propósito del mandato».
El mensaje llevó al Dr. Memoli a intervenir en un acto de los NIH en diciembre de 2021, varias semanas después de hacer pública su preocupación por la obligatoriedad de las vacunas.
«Los mandatos de vacunación deben ser poco frecuentes y sólo deben considerarse con una justificación sólida», dijo el Dr. Memoli en el debate. Sugirió que la justificación no existía para las vacunas contra el COVID-19, dada su efímera eficacia.
Julie Ledgerwood, otra funcionaria del NIAID que también intervino en el acto, afirmó que las vacunas eran muy eficaces y que los efectos secundarios que se habían detectado no eran significativos. Sí reconoció que las personas vacunadas necesitaban refuerzos al cabo de un tiempo.
Los NIH, y muchas otras agencias gubernamentales, retiraron sus mandatos en 2023 con el fin de la emergencia de salud pública por el COVID-19.
La solicitud de comentarios al Dr. Fauci no fue respondida. El Dr. Memoli dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que estaba «encantado de responder a cualquier pregunta que tengas», pero que necesitaba autorización de la oficina de medios de comunicación del NIAID. Dicha oficina se negó a dar su autorización.
El Dr. Jay Bhattacharya, profesor de política sanitaria en la Universidad de Stanford, dijo que el Dr. Memoli demostró valentía cuando advirtió al Dr. Fauci contra los mandatos.
«Esos mandatos han hecho más por demoler la confianza pública en la sanidad pública que cualquier acción individual de los funcionarios de sanidad pública en mi carrera profesional, incluida la disminución de la confianza pública en todas las vacunas». El Dr. Bhattacharya, crítico frecuente de la respuesta estadounidense al COVID-19, dijo a The Epoch Times por correo electrónico. «Era arriesgado que el Dr. Memoli hablara públicamente, ya que trabaja en los NIH, y la cultura de los NIH castiga a quienes se cruzan con poderosos burócratas científicos como el Dr. Fauci o su exjefe, el Dr. Francis Collins».
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