La administración Biden propuso un mandato federal para reducir el suministro de agua a 40 millones de estadounidenses que viven en los estados occidentales dependientes de la cuenca del río Colorado, para hacer frente a una grave sequía a largo plazo y a condiciones de escasez.
Las medidas forman parte de un borrador de informe de la Oficina de Reclamación del Departamento de Interior (DOI).
El borrador de la Declaración de Impacto Ambiental Suplementaria propone revisar las directrices actuales para el funcionamiento a corto plazo de las presas de Glen Canyon y Hoover.
Según el DOI, la medida forma parte de los esfuerzos de la administración Biden por invertir en la resistencia frente al cambio climático de la cuenca del río Colorado y en todas las comunidades que dependen de ella.
Para garantizar la continuidad del suministro de agua y la producción de energía hidroeléctrica para los 40 millones de estadounidenses que dependen del sistema fluvial, el borrador del informe explora diferentes alternativas.
Dos embalses artificiales situados a lo largo de la frontera entre Utah y Arizona, el lago Powell y el lago Mead, han descendido a niveles peligrosamente bajos, acercándose a los denominados niveles de embalse muerto, que amenazan el suministro de agua y la electricidad generada por la energía hidroeléctrica para decenas de millones de estadounidenses.
El subsecretario del DOI, Tommy Beaudreau, afirmó que no actuar no era una opción.
«Reconociendo la gravedad del empeoramiento de la sequía, la administración Biden-Harris está utilizando todas las herramientas y todos los recursos de la agenda Invertir en Estados Unidos del Presidente para proteger la estabilidad y la sostenibilidad del Sistema del Río Colorado ahora y en el futuro», dijo Beaudreau en una declaración.
Las condiciones de sequía en la cuenca del río Colorado han empeorado a lo largo de dos décadas, dijo la comisaria de la Oficina de Reclamación, Camille Calimlim Touton.
«Para hacer frente a este momento, debemos seguir trabajando juntos, a través del compromiso de proteger el río, liderando con la ciencia y la comprensión compartida de que las condiciones sin precedentes requieren nuevas soluciones», dijo Touton en la misma declaración.
Propuestas alternativas
El borrador del informe propone dos formas de modificar el funcionamiento de las presas. Ambas implican utilizar menos agua de la presa de Glen Canyon y hacer frente a una mayor escasez de agua. La principal diferencia entre las dos propuestas es cómo se reparte la escasez.
La primera opción, denominada «Alternativa de acción 1», modeló la escasez en función de quién tuviera los derechos de agua más prioritarios. La segunda opción, denominada «Alternativa 2», modeló la escasez, repartiéndola equitativamente entre todos los usuarios de agua de la cuenca baja.
Ambas propuestas predicen que habrá cada vez más escasez de agua a medida que descienda el nivel del lago Mead y que en 2025 y 2026 habrá más escasez que en 2024.
Pero la cantidad total de escasez de agua en 2024 se limita a 2083 millones de acres-pies porque esta era la cantidad máxima analizada en la declaración final de impacto ambiental de las Directrices provisionales de 2007.
La primera medida propuesta por el DOI beneficiaría a la industria agrícola de California, pero tendría un impacto negativo desproporcionado sobre los titulares de derechos de agua menores, como una entidad de Arizona que suministra agua a Phoenix.
La segunda medida propuesta por el DOI daría lugar a reducciones uniformes del suministro de agua en todos los estados de la cuenca baja, independientemente de la antigüedad.
Ambas acciones implicarían reducciones progresivamente mayores del suministro en función del descenso del nivel del Lago Mead.
Según el DOI, las alternativas analizadas en el borrador del informe abordan la escasez potencial en el caso de que se requieran medidas tales como para proteger las operaciones de las presas Glen Canyon y Hoover, la integridad del sistema y la salud y seguridad públicas entre 2024 y 2026, después de lo cual expiran las directrices de funcionamiento actuales.
El borrador del informe estará disponible para comentarios públicos durante 45 días, y se espera que la decisión final se tome en verano.
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