El gobierno de Biden está tratando de mantener partes de los descuentos de impuestos del expresidente Donald Trump para aquellos que ganan menos de USD 400,000, dijo la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a los periodistas.
Yellen confirmó a los periodistas, antes de su comparecencia en el Club Económico de Chicago, que el presidente Joe Biden prorrogaría partes de la legislación de su predecesor, la Tax Cut and Jobs Act (TCJA) de 2017, que expira en 2025.
«El presidente está claramente enfocado en la equidad fiscal», dijo. «Estará centrado en asegurarse que los recortes de impuestos desaparezcan para esas corporaciones, y no estamos negociando nuevas exenciones fiscales para personas adineradas».
En declaraciones preparadas para el 25 de enero, Yellen afirmó que esos recortes fiscales reforzaron el déficit presupuestario en USD 2 billones sin estimular la inversión.
«Se dio prioridad a los descuentos fiscales para las empresas, se benefició desproporcionadamente a las rentas más altas, y no se arregló el sistema fiscal internacional que alienta a las empresas a trasladar puestos de trabajo y beneficios al extranjero», dijo la exjefa de la Reserva Federal.
En el último año, la Casa Blanca ha emitido mensajes contradictorios en materia de política fiscal.
En marzo de 2023, la administración propuso en su presupuesto mantener los descuentos de impuestos de la era Trump para los hogares que ganan menos de USD 400,000 por año más allá de 2025.
Al mismo tiempo, los funcionarios estadounidenses han argumentado que los descuentos de impuestos del presidente Trump fueron los principales responsables de la creciente brecha presupuestaria y la creciente deuda nacional.
En su última rueda de prensa de 2023, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, culpó a los recortes fiscales republicanos de los últimos 20 años de cerca del 90 por ciento del crecimiento de la deuda.
Yellen dijo a los periodistas en Virginia a principios de este mes que la ampliación de los descuentos de impuestos de la administración anterior daría lugar a «serias preocupaciones» en torno al déficit federal.
«Todas las cosas en TCJA establecidas para expirar sin encontrar nuevas fuentes de ingresos para cubrir todo lo que queda en sería una grave preocupación dadas las proyecciones para el déficit», dijo.
Los economistas han debatido sobre los factores que contribuyen a la deuda nacional.
El Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés) afirma que una combinación de gasto federal disparado y descuentos fiscales ha llevado a la deuda nacional a superar los USD 34 billones.
«Algunos han afirmado que este deterioro fiscal fue causado en su totalidad por los descuentos de impuestos o que se debió por completo al crecimiento del gasto. En realidad, tanto el aumento del gasto como la reducción de los ingresos pueden explicar el crecimiento del déficit y de la deuda», escribió el CRFB en un documento publicado el 10 de enero. «El crecimiento del déficit y de la deuda puede explicarse tanto por el crecimiento automático del gasto obligatorio como por la promulgación de descuentos fiscales y aumentos del gasto».
«En ausencia de cualquiera de estos fenómenos, la deuda estaría en una senda mucho más sostenible».
En un análisis separado, la organización estimó que el expresidente Trump agregó alrededor de USD 8.4 billones, con intereses, a la deuda nacional. El informe enumeró las medidas de la era de la pandemia, la Ley de Presupuesto Bipartidista de 2019 y la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos como los principales impulsores del aumento de la deuda.
En contraste, la deuda nacional ha aumentado en alrededor de USD 6.4 billones en los primeros tres años del presidente Biden.
La deuda es «manejable
Cuando se le preguntó si el nivel de deuda y los déficits anuales son sostenibles, Yellen respondió que el estado fiscal de la nación es «manejable».
En lugar de evaluar la relación entre deuda y producto interior bruto (PIB), prefirió fijarse en los costes por intereses asociados al creciente volumen de deuda.
«Atravesamos un periodo en el que los tipos de interés eran excepcionalmente bajos. A pesar de que la relación entre deuda y PIB aumentó, el coste del servicio de esa deuda fue excepcionalmente bajo», dijo Yellen en una breve sesión de preguntas y respuestas.
«A veces, si se habla de niveles absolutos de deuda pública, es una cifra que asusta. Pero también tenemos una economía enorme, y creo que centrarse en los costes de los intereses asociados a esa deuda, en términos reales, es una mejor forma de verlo. Y, hasta ahora, ha sido bastante manejable».
Anteriormente había expresado su preocupación por la relación deuda/PIB en 2017.
En una audiencia del Comité Económico Conjunto en noviembre de 2017, Yellen advirtió que la deuda nacional de 20 billones de dólares y la deuda en relación con el PIB «deberían mantener a la gente despierta por la noche.»
«Me preocupa mucho la sostenibilidad de la trayectoria de la deuda estadounidense», afirmó. «Nuestro actual ratio deuda/PIB de alrededor del 75 por ciento no es aterrador, pero tampoco es bajo».
Hoy es del 120 por ciento.
Yellen admitió que los responsables políticos deben emplear medidas para recortar el déficit federal hasta niveles manejables.
Los pagos anuales de intereses, que representan la cuarta mayor partida presupuestaria, ascienden a cerca de 1 billón de dólares. Los economistas advierten que aumentarán cuanto más tiempo se mantengan altos los tipos de interés.
«La dinámica de la deuda estadounidense está evolucionando de un modo que requiere atención», afirma Darrell Spence, economista de la gestora de activos estadounidense Capital Group, en una nota de investigación. «En los próximos cinco años, se espera que los pagos netos de intereses de la deuda superen al gasto en defensa».
En los tres primeros meses del actual año fiscal, los pagos brutos y netos de intereses han superado los USD 500,000 millones.
Bidenomía
La comparecencia de Yellen se produce poco después de que el PIB del cuarto trimestre se situara en el 3.3 por ciento, un dato sólido y mejor de lo esperado. El año pasado, la economía estadounidense creció un 2.5 por ciento.
La Casa Blanca ha defendido los últimos datos, afirmando que las cifras recientes representan «tres años consecutivos de crecimiento de la economía desde la mitad hacia fuera y desde abajo hacia arriba bajo el mandato [del Presidente Biden]».
La secretaria del Tesoro también aprovechó la oportunidad para pregonar la «Bidenomics».
«Empezamos con una recuperación económica que es notable tanto por su velocidad como por su equidad», dijo Yellen en su discurso. «La recuperación es tan fuerte y tan ampliamente compartida porque la Bidenomics no se limita a un repunte post-pandémico de la demanda. También nos hemos centrado en desatascar las cadenas de suministro e incorporar a más estadounidenses a la población activa, lo que aumenta la oferta.»
Señaló que la «agenda económica del presidente Biden dista mucho de estar acabada».
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