El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) anunció el viernes dos propuestas para reducir los estándares de comidas escolares de frutas y verduras, propuestas inicialmente por la exprimera dama Michelle Obama.
Los nuevos estándares, según el Secretario de Agricultura Sonny Perdue, estarán diseñados para dar más flexibilidad a las escuelas locales y a los operadores de servicios de comida, «porque ellos conocen mejor a sus hijos».
«Las escuelas y los distritos escolares nos continúan diciendo que todavía hay demasiado desperdicio de alimentos y que se necesita más flexibilidad de sentido común para proporcionar a los estudiantes comidas nutritivas y apetitosas», dijo Perdue en un comunicado de prensa. «Escuchamos y ahora vamos a trabajar».
«Las escuelas y los distritos escolares nos continúan diciendo que todavía hay demasiado desperdicio de alimentos y que se necesita más flexibilidad de sentido común para proporcionar a los estudiantes comidas nutritivas y apetitosas», dijo Perdue en un comunicado de prensa. «Escuchamos y ahora vamos a trabajar».
Las normas de nutrición escolar que Michelle Obama defiende y que su esposo firmó como ley han sido durante mucho tiempo fuente de controversia. Poco después de asumir el cargo, Perdue se comprometió a eliminar los estándares que tenían como objetivo combatir la obesidad infantil sirviendo más granos enteros, frutas y verduras. Argumentó que han llevado a que los niños en edad escolar simplemente no se coman los alimentos.
«Si los niños no se comen los alimentos y éstos terminan en la basura, no se van a nutrir, lo que debilita la intención del programa», dijo Perdue en una declaración de 2017.
Bajo la nueva propuesta del USDA, las escuelas tendrían más libertad para ajustar la cantidad de frutas y verduras en las comidas. También facilitaría a las escuelas ofrecer carnes y productos de carne alternativos.
El USDA propone otra regla con respecto al Programa de Servicio de Alimentos de Verano (SFSP), que sirve a más de 2.6 millones de niños durante los meses de verano cuando están en mayor riesgo de una mala nutrición porque no tienen acceso a las comidas escolares. La regla también enfatiza el dar a los operadores de servicios de alimentos más control sobre qué y cuándo sirven. A los operadores experimentados y de alto rendimiento les resultaría más fácil participar en el programa de alimentación de verano, con menos papeleo y un proceso de solicitud simplificado.
El último paso de Perdue para mejorar los estándares de nutrición de la era de la Obama llega casi dos años después de restaurar el control local de las pautas sobre granos enteros, sodio y leche en las comidas escolares. Antes del cambio de reglas de Perdue que entró en vigor en julio de 2017, se exigía a las escuelas reducir el sodio a un promedio de menos de 935 miligramos en las escuelas primarias, 1035 mg en los almuerzos de la escuela media y 1,080 mg en los almuerzos de la escuela secundaria. Los niveles de sodio en los almuerzos escolares ahora deben promediar menos de 1,230 miligramos en las escuelas primarias, 1,360 mg en las escuelas medias y 1,420 mg en la escuela secundaria. A las escuelas también se les permite servir ocasionalmente productos no ricos en granos, así como leche saborizada y baja en grasa permanentemente.
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