Las autoridades federales publicaron el miércoles una estrategia de distribución y un manual de planificación para que la vacuna contra el virus del PCCh esté disponible para todos los estadounidenses de forma gratuita.
“Como parte de la Operación Warp Speed, sentamos las bases durante meses para distribuir y administrar una vacuna para el COVID-19 segura y efectiva tan pronto como cumpla con el estándar de oro de la FDA”, dijo Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos Services (HHS), en un comunicado.
Los dos documentos, la estrategia de distribución (pdf) y un manual (pdf), fueron publicados en forma conjunta por el HHS y el Departamento de Defensa (DOD). En ellos la administración Trump esboza los planes para la entrega de las dosis de la vacuna COVID-19 a todos los estadounidenses interesados en obtener una vacuna.
En el manual, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) describen un plan complejo para distribuir la vacuna, comenzando con trabajadores esenciales y otros grupos específicos, antes de finalmente ponerla a disposición de todos los estadounidenses interesados en vacunarse contra el COVID-19.
“Al inicio del Programa de Vacunación de COVID-19, puede haber un suministro limitado de la vacuna contra el COVID-19, y las iniciativas de vacunación pueden enfocarse en aquellos que son fundamentales para la respuesta, brindar atención directa y mantener la función social, así como aquellos con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave a causa del COVID-19”, señala el CDC.
Los trabajadores civiles de la salud administrarán la vacuna, mientras que el Pentágono ayudará a coordinar el suministro, la producción y la distribución de las dosis de la vacuna.
La campaña de vacunación comenzará gradualmente en enero, o posiblemente, a fines de este año, según los documentos.
La campaña es «mucho mayor en alcance y complejidad que la influenza estacional u otras respuestas de vacunación relacionadas con brotes anteriores», dice el manual, y se espera que la mayoría de las vacunas requieran dos dosis, con tres o cuatro semanas de diferencia. No habrá cargo directo por la vacuna, y los contribuyentes pagarán la factura con fondos aprobados por el Congreso.
El impulso inicial de la vacunación se centrará en proteger a los trabajadores esenciales, incluido el personal de salud, así como a los vulnerables. Las prioridades para la primera fase aún se están finalizando, según indica el documento de estrategia, con los CDC y la Academia Nacional de Medicina entre los que trabajan en el concepto. Las vacunas se pondrán a disposición de todos en las fases de seguimiento.
Los estados y las comunidades locales deberán elaborar planes específicos para recibir y distribuir vacunas localmente, algunas de las cuales requerirán un manejo especial, incluida la refrigeración o congelación. Los estados y ciudades tienen un mes para presentar dichos planes.
Los documentos se publicaron bajo la protección de Operation Warp Speed, una iniciativa respaldada por la Casa Blanca para tener millones de dosis listas para ser enviadas una vez que se otorgue una vacuna, lo que se espera que sea una aprobación de uso de emergencia por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos. Varias fórmulas de vacuna se encuentran en fase de pruebas finales.
El presidente Donald Trump reveló el martes que la vacuna contra el COVID-19 estará lista en un futuro cercano.
“Quiero la vacuna rápido”, dijo el presidente en una entrevista con Fox News. “No tendrían una vacuna durante años… Aceleren el proceso con la FDA… Vamos a tener una vacuna en cuestión de semanas, podrían ser cuatro semanas, podrían ser ocho semanas… tenemos muchas de grandes empresas».
En la entrevista, Trump dijo que Estados Unidos está avanzando en la lucha contra el virus. Hasta el momento, se informa que más de 190,000 personas han muerto y más de 6 millones han contraído la enfermedad, según un recuento de Johns Hopkins.
«Estamos dando la vuelta a la pandemia», agregó Trump.
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