Las admisiones hospitalarias para pacientes con COVID-19 en Estados Unidos están disminuyendo por primera vez desde finales de junio, lo que sugiere que el último aumento ha alcanzado su punto máximo.
El promedio de siete días de nuevas hospitalizaciones diarias por COVID-19 cayó un 2,4 por ciento, con respecto a la semana anterior, lo que representa 12,280 casos, la primera caída de este tipo desde alrededor del 27 de junio, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. El descenso se produce después que se informaron menos hospitalizaciones en Florida, Texas y en otros estados del sur, dijo la agencia.
El indicador de COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. muestra que el promedio de siete días para muertes y casos de contagio parece estar estabilizándose. Los aumentos repentinos de casos, incluso en la primavera de 2020, a fines de julio y principios de agosto de 2020, y el aumento de enero de 2021, siempre se estabilizaron y luego disminuyeron.
Durante oleadas anteriores, la tasa de mortalidad de COVID-19 parecía ser más alta, según los datos de los CDC. Por ejemplo, durante la oleada de enero de este año -en la que se produjo el mayor número de muertes diarias por COVID-19- el número de muertes fue de alrededor de 4169 y se presentó un promedio de 240,000 casos diarios. En la actual oleada de casos, los CDC informaron el 31 de agosto un promedio semanal de 150,000 contagios, frente a un promedio semanal de 985 muertes.
Según los datos más recientes de los CDC, alrededor del 74,4 por ciento de todos los adultos estadounidenses han recibido al menos una dosis de la vacuna anti-COVID.
Un nuevo estudio, publicado en Nature la semana pasada, reveló que alrededor de un tercio de todos los estadounidenses, es decir, más de 100 millones de personas, ya se habían infectado por COVID-19 para finales de 2020. Oficialmente, se han confirmado unos 19,6 millones de casos del virus en todo el país.
El Dr. Jeffrey Shaman, director del Programa de Clima y Salud de la Universidad de Columbia, le dijo a WebMD que la tasa de mortalidad por COVID-19 se redujo del 0,77 por ciento, en abril de 2020, al 0,31 por ciento, en diciembre de 2020, lo que significa que, a fines del año pasado, la tasa de supervivencia de COVID-19 para todos los datos demográficos es del 99,69 por ciento. La tasa de mortalidad estimada por influenza es del 0.08 por ciento, anotaron los investigadores.
«Sigue habiendo más gente susceptible de lo que creíamos», dijo en el informe la doctora Jill Foster, médica especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minnesota. «Si continúa el patrón en el que la variante delta infecta a una parte significativa de los vacunados, el número de personas susceptibles aumenta aún más de lo que se había previsto».
La semana pasada, investigadores en Israel encontraron que las personas que estaban previamente infectadas con COVID-19 tuvieron una mayor protección contra la variante delta que aquellas que recibieron ambas vacunas de Pfizer.
«Este estudio demostró que la inmunidad natural confiere una protección más duradera y más fuerte contra la infección, la enfermedad sintomática y la hospitalización causada por la variante delta del SARS-CoV-2, en comparación con la inmunidad inducida por la vacuna de dos dosis BNT162b2», escribieron los investigadores, señalando que su estudio aún no ha sido revisado por pares.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como SARS-CoV-2.
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