El gobierno de Biden detuvo abruptamente la recarga de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) del país, ya que el Departamento de Energía intenta mantener «el interés del contribuyente en primer plano». La última decisión se produce en un momento en que los precios del crudo se han disparado en medio de las tensiones geopolíticas y la estrechez del mercado mundial.
El mes pasado, la Oficina de Reservas de Petróleo del Departamento de Energía anunció la solicitud de unos tres millones de barriles de crudo para su entrega en agosto y septiembre en su centro de Bayou Choctaw, en Luisiana. Se trata de uno de los cuatro lugares de almacenamiento de SPR más importantes del gobierno.
Sin embargo, el gobierno estadounidense revocó repentinamente la decisión y «no adjudicará las licitaciones actuales para el emplazamiento SPR de Bayou Choctaw y solicitará la capacidad disponible según lo permitan las condiciones del mercado. Seguiremos vigilando la dinámica del mercado».
Sigue sin estar claro si el Departamento de Energía continuará explorando contratos para el suministro de petróleo en octubre.
Cuando se le preguntó por qué la administración no está rellenando la SPR a pesar de las repetidas garantías, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, trasladó la responsabilidad al Departamento de Energía.
«Creo que el Departamento de Energía es responsable de rellenar ese componente concreto. Así que te remito al Departamento de Energía. Sé que había ciertos componentes y cómo iban a avanzar en el rellenado. Ellos tendrían más información al respecto», declaró Jean-Pierre a los periodistas el 3 de abril.
Política de la Reserva Estratégica de Petróleo
Desde febrero de 2021, la Casa Blanca ha vaciado las reservas de petróleo de emergencia del país en un 43%. En la actualidad, contiene poco más de 363 millones de barriles de petróleo, frente a los 638 millones de barriles que había cuando el presidente Joe Biden asumió el cargo, según la Administración de Información Energética (EIA).
El presidente Biden aceleró la retirada tras la invasión de Ucrania por el presidente ruso Vladimir Putin, que provocó un aumento espectacular de los precios del crudo y la gasolina. La administración ha llamado a las presiones inflacionistas de los dos últimos años «la subida de precios de Putin».
Al disminuir la volatilidad de los mercados energéticos internacionales, la Casa Blanca ha tanteado propuestas para reponer el SPR.
En octubre de 2022, la Casa Blanca anunció una iniciativa para recomprar crudo cuando los precios estén entre 67 y 72 dólares por barril, o por debajo.
«Esto protegerá los intereses de los contribuyentes porque la SPR recomprará a un precio inferior al de las ventas recientes, lo que potencialmente le permitirá recomprar más petróleo del que liberó con los ingresos de las ventas», dijo la Casa Blanca en una hoja informativa. «También ayudará a abordar las preocupaciones de los productores sobre la incertidumbre de la demanda en años futuros, fomentando la inversión inmediata».
Durante el último año, los funcionarios de la actual administración se han comprometido repetidamente a volver a llenar la SPR.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, anunció una estrategia en tres partes para reabastecer la SPR en el futuro.
«La SPR es una herramienta fundamental para la seguridad energética y ha demostrado su eficacia a la hora de abastecer a la industria y a los consumidores estadounidenses en tiempos de graves perturbaciones; nos comprometemos a garantizar que pueda seguir cumpliendo su misión», declaró la Sra. Granholm en una declaración de diciembre de 2023.
Tras tocar el mínimo en 41 años de 346,758 millones de barriles en julio de 2023, el Departamento de Energía ha ido añadiendo gradualmente unos 17 millones de barriles.
Durante la pandemia de coronavirus, el entonces presidente Donald Trump intentó aportar 77 millones de barriles a la SPR cuando los precios estaban entre 25 y 30 dólares por barril, como parte de los esfuerzos de estímulo. Sin embargo, los legisladores demócratas eliminaron esta disposición de un proyecto de ley del Senado y la calificaron de «rescate» para el sector de los combustibles fósiles.
Mientras tanto, omitiendo la SPR, los inventarios totales de crudo comercial estadounidense han mejorado, según muestran los datos de la EIA. Actualmente se sitúan en 448.2 millones de barriles, un 1% por debajo de la media de cinco años. Además, los suministros de petróleo en el centro de almacenamiento de Cushing, Oklahoma, registraron recientemente la mayor acumulación semanal en más de un año, con un aumento de 2.1 millones de barriles, hasta 33.5 millones de barriles.
La subida de los precios del crudo
Los observadores del mercado afirman que el presidente Biden y su administración temen que la aceleración de las compras de crudo con el fin de reabastecer la SPR pueda ejercer una presión al alza sobre los precios del petróleo.
En lo que va de año, los precios del crudo West Texas Intermediate (WTI) se han disparado alrededor de un 25% hasta casi 86 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, el nivel más alto desde octubre de 2023.
El repunte se ha visto impulsado por un amplio abanico de cuestiones, como las tensiones geopolíticas, un crecimiento económico mejor de lo esperado y unos mercados energéticos mundiales tensos.
«El aumento de la preocupación por la restricción de la oferta, junto con la persistente incertidumbre en Medio Oriente, siguen apoyando la tendencia alcista de las apuestas especulativas», escribieron la semana pasada los estrategas de materias primas de ING en una nota de análisis.
El mundo está en la cúspide de un déficit global de suministro de petróleo, afirma Phil Flynn, estratega energético de The PRICE Futures Group.
«La demanda mundial va a alcanzar un nivel récord que superará nuestra capacidad de satisfacer esa demanda sobre la base de los niveles diarios de producción mundial», declaró el Sr. Flynn. «Y es más que probable que empecemos a verlo reflejado en los inventarios».
Si los precios del petróleo pueden mantener este impulso, crece el temor de que el crudo estadounidense supere los 90 dólares por barril y la gasolina alcance los 4 dólares por galón en los próximos meses.
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