Los médicos que atendieron al adolescente guatemalteco John Smith en enero del 2015, después de sumergirse en el agua helada de un lago y dado muerto, milagrosamente revivió y la historia que se convirtió en viral; ahora está por estrenarse como una película.
El hecho ocurrió el 9 de enero del 2015 en Estados Unidos.
Un día antes del hecho Smith, que se destacaba en el baloncesto, había anotado el punto ganador y debido a ello un amigo lo invitó a su casa a pasar la noche.
Sucedió que una ola de frío hizo que el lago de St. Louise, en St. Charles, Missouri se congelara, así que después de tirar piedras para probar el hielo caminaron sobre él.
Al día siguiente lo intentaron de nuevo, pero el hielo cedió y ambos cayeron en el agua que tenía una temperatura de 4 grados centígrados.
En el instante en que John le estaba enviando un mensaje a su madre para contarle de sus planes sobre ir a la universidad con una beca deportiva y despedirse con un “te amo”, el hielo de apenas 5 cm de grosor se quebró.
“En mi mente gritaba ‘¡Dios, por favor, no me dejes morir!’. Poco después de eso, me hundí”, recordó Smith, de acuerdo con un medio local de Honduras.
Diecinueve minutos más tarde, John, de 14 años, y que fue adoptado a los 5 meses por Joyce y Brian Smith en Guatemala, fue sacado del lago sin vida (su amigo salió bien), según contó Joylce Screenfish.net
Media hora después de la conversación con su hijo, Joyce recibió la llamada sobre lo acontecido.
Cuando lograron sacarlo del agua, Smith no tenía pulso, y de inmediato fue llevado al hospital infantil Cardenal Glennon.
Su madre también se dirigió hacia el hospital: “Recé todo el camino hasta el hospital, pedía a Dios por la vida de John. Él era nuestro regalo, y sabía en mi corazón que Dios no iba a llevárselo”, contó Joyce, según el medio local Prensa Libre.
Joyce comenzó a rezar en voz alta. “Le imploré a Dios», dijo, pidiendo por la vida de su hijo.
En ese instante y repentinamente el monitor comenzó a registrar el pulso cardíaco de John, luego de haber pasado 45 minutos sin signos vitales. Previamente, los médicos habían luchado en vano para que su corazón latiera.
El médico de emergencias que lo atendió, Kent Sutterer, dijo que nunca había conocido a nadie que sobreviviera después de haber estado sin pulso por más de 25 minutos.
«Pero las madres aman y, lo que es más importante, la oración de las madres puede vencer todos los obstáculos», dijo el doctor Dr. Kent Sutterer, en Saint Jospeh Hospital West, según el libro “Breakthrough”, que cuenta la historia de John Smith.
Esto no fue todo lo que inexplicablemente aconteció, en ese momento la vida del adolescente estaba lidiando además con insuficiencia orgánica múltiple y estaba sin función cerebral.
El joven fue tratado por el doctor Jeremy Garret, un pediatra con amplia experiencia en pacientes de ahogamiento e hipotermia.
Garret aseguró que, si el joven lograba pasar la noche, lo cual no creía que sucediera, viviría como un vegetal.
El experimentado médico apoyaba su diagnóstico fatal en base a la dificultad para respirar que tenía Smith y a la falta de reacción de sus pupilas, que según él eran señales de que el joven moriría en cuestión de horas.
“Diez órganos de John habían colapsado. Debería haber muerto. ¿Cómo lo explicas?. Si no es Dios, entonces, ¿explícame qué es?”, dijo Joyce.
Su hijo recobró la conciencia al día siguiente y salió caminando del hospital 19 días después del accidente sin más secuelas que una pequeña dificultad de movimiento en las manos.
La historia de Smith se convirtió primero en el libro “Lo Imposible”, que es una historia de milagros y también una historia de esperanza.
Toda la serie de eventos resulta inexplicable, desde los doctores específicos que ayudaron a John hasta los bomberos locales que justo probaron el equipo de recuperación en tiempo frío, 4 días antes del accidente en el mismo lugar en el que John cayó a través del hielo.
Ahora este episodio llega a la pantalla grande con la película “Breakthrough”, que está por estrenarse en Estados Unidos.
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«La mejor parte de este cambio es que él sigue siendo él mismo, pero simplemente más feliz»
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