SAN FRANCISCO— Un adolescente de 17 años, estudiante de último año de secundaria, acusado de intento de asesinato en el tiroteo diurno del fin de semana contra el receptor novato de los San Francisco 49ers, Ricky Pearsall, fue procesado en una corte de menores el miércoles y expresó a través de su abogado que lamenta lo sucedido.
El delgado joven, vestido con un sudadera verde y pantalones verdes, miró directamente al juez durante la audiencia y no se volvió para reconocer a sus padres, quienes estaban en la sala.
La fiscal del distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, acusó al adolescente el martes de intento de asesinato, asalto con un arma semiautomática e intento de robo en segundo grado. El miércoles, su oficina añadió varios cargos relacionados con armas.
Su oficina no decide aún si juzgar al menor como adulto, alegando que necesitan tiempo para investigar más a fondo y, si procede, solicitar a la corte que transfiera el caso a la corte de adultos. La ley de California impide a los fiscales acusar a un menor como adulto sin la aprobación judicial.
El abogado del adolescente, el defensor público adjunto Bob Dunlap, dijo a los periodistas después de la audiencia que el adolescente está muy arrepentido.
«Está realmente arrepentido de lo ocurrido, al igual que su familia, y puedo decir en su nombre, así como en el mío propio, que nuestros pensamientos están con la familia Pearsall y con el propio Sr. Pearsall», dijo Dunlap. «Así que hay un auténtico remordimiento en ese sentido. Es un chico joven».
Un oficial de libertad condicional recomendó que el adolescente permaneciera bajo custodia y fuera trasladado a su condado de origen, San Joaquín, donde tiene otro asunto pendiente. Sin embargo, el juez de la Corte Superior Roger C. Chan dijo que el adolescente permanecerá bajo custodia en San Francisco.
Miembros de la familia tanto del adolescente como de Pearsall estaban presentes en la sala el miércoles, dijo Chan.
El tiroteo a plena luz del día, el sábado contra un atleta profesional en un distrito comercial de alto nivel en el centro de la ciudad volvió a poner a la ciudad en el centro de la atención nacional, en medio de problemas persistentes como el robo descarado, los locales comerciales vacíos y los ataques contra ancianos de ascendencia asiática. La alcaldesa London Breed, demócrata, se encuentra en medio de una reñida contienda por la reelección en las elecciones de noviembre.
Pearsall, de 23 años, caminaba solo hacia su coche poco después de las 3:30 p.m. del sábado, tras ir de compras en tiendas de lujo en Union Square, cuando el sospechoso aparentemente notó que el jugador de la NFL llevaba un reloj Rolex. Se produjo una pelea y los disparos del arma del sospechoso alcanzaron tanto a Pearsall como al adolescente, quien fue herido en el brazo, informaron las autoridades.
El novato de los 49ers recibió un disparo en el pecho a corta distancia, indicaron los funcionarios. Su madre, Erin Pearsall, publicó en las redes sociales que la bala atravesó el lado derecho del pecho de su hijo y salió por la espalda sin alcanzar ningún órgano vital.
Pearsall fue dado de alta el domingo del Hospital General de San Francisco y del Centro de Trauma.
El lunes regresó a las instalaciones del equipo, dijo el martes el gerente general de los 49ers, John Lynch. Los Niners colocaron a Pearsall en la lista de reserva por lesiones no futbolísticas, dándole tiempo para recuperarse del tiroteo y de una lesión en el hombro que lo limitó todo el verano, dijo Lynch.
El adolescente vive en Tracy, una ciudad situada a unas 60 millas al este de San Francisco.
Fue arrestado a unas pocas calles de donde supuestamente confrontó a Pearsall.
Por Olga R. Rodríguez.
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