MILÁN —Un estudiante de preparatoria de 17 años, que confesó haber matado a puñaladas a su hermano de 12 años y a sus padres, había estado sufriendo una sensación general de «malestar», dijeron los fiscales italianos el lunes, añadiendo que ha sido incapaz de proporcionar un motivo para un triple homicidio que ha conmocionado a Italia.
El menor, cuyo nombre no se ha revelado debido a su edad, está detenido como sospechoso de asesinato con circunstancias agravantes, incluida la premeditación.
Los apuñalamientos se produjeron cerca de las dos de la madrugada del domingo en un suburbio de Milán tras una reunión familiar por el 51 cumpleaños del padre.
El joven cogió un cuchillo de la cocina y entró primero en la habitación que compartía con el hermano menor y lo apuñaló, según la fiscalía. Cuando su madre acudió a investigar, la apuñaló a ella y después al padre, cuando éste intentaba socorrer al hijo menor.
Los tres sufrieron múltiples puñaladas en la garganta y el cuello, dijo Sabrina Ditaranto, fiscal que se ocupa de los delincuentes juveniles.
El sospechoso llamó a la policía, afirmando inicialmente que solo había matado al padre en defensa propia, y lo acusó de haber matado a la madre y al hermano. Finalmente confesó los tres asesinatos.
«Desde el punto de vista judicial, no tenemos un móvil», dijo Ditaranto en rueda de prensa.
«No da una explicación lógica y coherente de lo sucedido», añadió, diciendo que se había referido a una sensación general de «malestar», que era «propia» y no estaba relacionada con ningún problema familiar.
El asesinato ha provocado un debate sobre el aislamiento de los jóvenes, tras la pandemia y en una era dominada por las redes sociales. Ditaranto dijo que habían investigado el uso que el sospechoso hacía de las redes sociales y de la música, y que no había surgido ninguna imagen clara, más allá de su descripción de que se sentía aislado.
También se produce tras la muerte por apuñalamiento de otra mujer de 33 años que salía a dar un paseo nocturno cerca de la ciudad septentrional de Bérgamo el 30 de julio, en un crimen aparentemente aleatorio. La fiscalía confirmó el lunes la detención de Moussa Sangare, de 30 años, exaspirante a cantante, detenido casi un mes después del asesinato y que declaró a los investigadores que había elegido a su víctima al azar.
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