La Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI) dijo que ha observado que algunos países intentan inmiscuirse en las elecciones estadounidenses de 2024 en noviembre, pero no ha encontrado pruebas de ninguna interferencia que ponga en peligro la integridad del proceso electoral.
«Hasta la fecha, la [Comunidad de Inteligencia] no ha observado ningún actor extranjero que intente interferir en la celebración de las elecciones de 2024», afirmó la ODNI en un informe titulado «Faltan 60 días para las elecciones de 2024», publicado el 6 de septiembre.
Sin embargo, para garantizar la integridad de las elecciones, la agencia gubernamental «[continuará] vigilando los esfuerzos de influencia de los actores extranjeros, tratando de descubrir cualquier actividad que pudiera permitir la interferencia electoral, especialmente las interrupciones cibernéticas o físicas de la infraestructura electoral», señala el informe.
El ODNI ha descubierto esfuerzos de adversarios extranjeros para influir en los resultados de las elecciones estadounidenses de otras maneras, según el informe.
«En lugar de la interferencia, la [Comunidad de Inteligencia] evalúa que los adversarios hasta ahora se centran en el uso de operaciones de información y propaganda para tratar de influir en las preferencias de los votantes o socavar la confianza en las elecciones», señala el informe.
«Los actores extranjeros están aumentando sus actividades de influencia electoral a medida que nos acercamos a noviembre. En particular, Rusia, Irán y China están tratando en cierta medida de exacerbar las divisiones en la sociedad estadounidense para su propio beneficio, y ven los períodos electorales como momentos de vulnerabilidad».
Rusia presenta actualmente «la amenaza de influencia extranjera más activa» para la contienda de 2024, según los servicios de inteligencia estadounidenses.
El informe se refería a la acusación del Departamento de Justicia contra dos empleados de RT, también conocida como Russia Today, una organización de medios de comunicación respaldada por Moscú. Se les acusa de desviar unos 10 millones de dólares para financiar y dirigir una empresa de medios de comunicación estadounidense con el fin de promover contenidos favorables a los intereses de Rusia, según el DOJ.
El DOJ, por su parte, afirmó que la empresa de medios de comunicación utilizó el dinero para contratar a personas influyentes como Tim Pool, Dave Rubin y Benny Johnson, entre otros. El DOJ también incautó 32 dominios de Internet supuestamente utilizados por el gobierno ruso.
«Los dos esquemas de los que acabo de hablar dejan claro hasta qué extremos está dispuesto a llegar el gobierno ruso —incluso en sus niveles más altos— para socavar nuestro proceso democrático» y que las recientes presentaciones judiciales indican que Rusia está promoviendo “narrativas patrocinadas por el Estado como parte de un programa para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024”, dijo el fiscal general Merrick Garland en un evento la semana pasada. También dijo que las recientes presentaciones ante la corte indican que Rusia está promoviendo «narrativas patrocinadas por el Estado como parte de un programa para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024».
En declaraciones en las redes sociales la semana pasada, Pool escribió que, «si estas acusaciones resultan ser ciertas, tanto yo como otras personalidades y comentaristas fuimos engañados y somos víctimas».
Sin embargo, dijo que «en ningún momento nadie aparte de mí tuvo el control editorial total del programa y los contenidos del programa son a menudo apolíticos».
Johnson escribió de manera similar en la plataforma de redes sociales X que estaba «perturbado por las acusaciones» en la acusación, y agregó que él «y otros influenciadores fueron víctimas en este supuesto esquema».
Rubin escribió en X, en parte: «Estas acusaciones muestran claramente que yo y otros comentaristas fuimos víctimas de este esquema. No sabía absolutamente nada de esta actividad fraudulenta. Punto».
Además de Rusia, China e Irán también intentan «exacerbar las divisiones en la sociedad estadounidense en su propio beneficio, y ven los periodos electorales como momentos de vulnerabilidad», señalaba el informe de la ODNI.
«Lo más probable es que estos actores consideren que amplificar las cuestiones controvertidas y la retórica divisiva puede servir a sus intereses haciendo que Estados Unidos y su sistema democrático parezcan débiles y manteniendo al Gobierno estadounidense distraído con cuestiones internas en lugar de hacer frente a su comportamiento hostil en otras partes del mundo», decía, sin dar detalles concretos ni profundizar.
Según el informe, el Partido Comunista Chino (PCCh) está más centrado en influir en los comicios electorales y, por el momento, no está persiguiendo las elecciones presidenciales.
El régimen también está tratando de aprovechar los esfuerzos de larga data para hacer incursiones con varios funcionarios estadounidenses a nivel local y estatal «porque percibe a Washington como en gran medida opuesto a China», dijo.
En vísperas de las elecciones, los servicios de inteligencia de Estados Unidos han observado intentos del PCCh de «influir en las elecciones estadounidenses centrándose en candidatos que considera especialmente amenazadores para sus principales intereses», mientras que los «agentes de influencia en línea del PCCh también han continuado sus esfuerzos a pequeña escala en las redes sociales para atraer al público estadounidense sobre cuestiones políticas controvertidas».
Entre esas cuestiones se incluyen la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás y la promoción de «historias negativas sobre ambos partidos políticos», según el informe.
Faltan menos de dos meses para las elecciones generales, que se celebran el 5 de noviembre. Está previsto que el voto anticipado comience en algunos estados esta semana.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
