Spirit Airlines, la mayor aerolínea de bajo coste de EE. UU., anunció su declaración de quiebra el 18 de noviembre, debido al aumento de su deuda tras prolongadas pérdidas e intentos fallidos de fusión.
A pesar de la fuerte demanda de viajes, la aerolínea, conocida por sus colores amarillos brillantes, se enfrentó a un aumento de los costes operativos, poniendo a prueba su modelo económico.
«Los clientes pueden seguir reservando y volando sin interrupción y pueden utilizar todos los billetes, créditos y puntos de fidelidad con normalidad», dijo la aerolínea en un comunicado.
Las acciones de Spirit se han desplomado más de un 90 por ciento este año y dejaron de cotizar el 19 de noviembre.
La compañía se ha acogido al Capítulo 11 de protección por bancarrota, con un activo y un pasivo estimados entre 1000 y 10,000 millones de dólares cada uno. Spirit se ha asegurado una inversión de capital de 350 millones de dólares y 300 millones de dólares en financiación en posesión de los tenedores de bonos existentes, con el objetivo de reducir la deuda y mejorar la flexibilidad financiera durante el proceso de reestructuración.
En los últimos años, Spirit intentó fusionarse con Frontier Airlines y JetBlue Airways, pero JetBlue superó la oferta de Frontier y su adquisición fue bloqueada por un juez federal por problemas antimonopolio.
La semana pasada, Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de Spirit Airlines de «CCC» a «CC», lo que indica un probable impago a corto plazo.
Además, Spirit espera dejar de cotizar en la Bolsa de Nueva York en breve, aunque sus acciones seguirán cotizando en bolsa durante el proceso de quiebra.
«Me complace que hayamos llegado a un acuerdo con una supermayoría de nuestros tenedores de bonos convertibles y de lealtad sobre una recapitalización integral de la Compañía, lo que supone un fuerte voto de confianza en Spirit y en nuestro plan a largo plazo», dijo el consejero delegado y presidente de Spirit, Ted Christie, en un comunicado.
«Este conjunto de transacciones fortalecerá materialmente nuestro balance y posicionará a Spirit para el futuro mientras continuamos ejecutando nuestras iniciativas estratégicas para transformar la experiencia de nuestros clientes, proporcionando nuevas opciones de viaje mejoradas, mayor valor y mayor flexibilidad».
«Estoy muy orgulloso del trabajo duro y la dedicación del equipo de Spirit, que es clave para nuestro progreso sostenido en el avance de nuestro negocio y la entrega a nuestros clientes».
La compañía comenzó como un negocio de transporte de larga distancia en 1964, pasó a la aviación en 1983 como Charter One Airlines ofreciendo paquetes de ocio, y cambió de marca a Spirit Airlines en 1992.
Con la introducción de tarifas básicas ultrabajas en Estados Unidos, Spirit atrajo a viajeros con un presupuesto reducido que daban prioridad a los costes bajos frente a servicios como las maletas facturadas y la asignación de asientos.
En los últimos tiempos, Spirit Airlines se ha enfrentado a importantes retos, como la creciente competencia de las grandes aerolíneas que ofrecen billetes baratos. La sobreoferta de vuelos en rutas de ocio ha reducido las tarifas, afectando a los ingresos. Al mismo tiempo, la aerolínea ha tenido que hacer frente al aumento de los costes laborales y a problemas con los motores que han dejado en tierra numerosos aviones, lo que ha dificultado aún más sus operaciones.
En el primer semestre de este año, Spirit Airlines experimentó un aumento del 2 por ciento en el número de pasajeros con respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, los pasajeros pagaron un 10 por ciento menos por milla, lo que supuso un descenso de casi el 20 por ciento en los ingresos por tarifa por milla. Esta tendencia ha agravado los problemas financieros de Spirit.
Las aerolíneas de bajo coste han pasado apuros económicos en los últimos años, lo que ha provocado varias quiebras.
La aerolínea islandesa de ultra bajo coste WOW Air, fundada en 2011, cesó sus operaciones en marzo de 2019 tras el fracaso de las conversaciones de adquisición, dejando tirados a miles de pasajeros.
La aerolínea británica Thomas Cook Airlines, parte del grupo Thomas Cook, cerró en septiembre de 2019 debido a la liquidación de su empresa matriz.
Flybe, la que fuera la mayor aerolínea regional independiente de Europa, entró en concurso de acreedores en marzo de 2020 debido al aumento de los costes y las presiones competitivas.
Y la aerolínea danesa de bajo coste Primera Air cerró en octubre de 2018, alegando retrasos en la entrega de aviones y un aumento de los gastos operativos.
De NTD News
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