El portavoz del expresidente George W. Bush negó enérgicamente un informe del New York Times en el que se afirma que el 43º presidente no votaría por la reelección del presidente Donald Trump.
«Esto está completamente inventado», dijo el lunes el portavoz de Bush, Freddy Ford, al Texas Tribune. «Está retirado de la política presidencial y no ha indicado cómo va a votar».
El sábado, el NY Times informó que varios republicanos de alto perfil no planean apoyar a Trump, incluido Bush. El periódico liberal citó a «personas familiarizadas con su pensamiento» para su informe, sin nombrar a nadie.
El NY Times aún no ha actualizado su artículo con su declaración.
«Freddy Ford, un portavoz del Sr. Bush, dijo que el expresidente se mantendría fuera de las elecciones y solo hablaría sobre cuestiones de política, como lo hizo esta semana al afirmar que el país debe ‘examinar nuestros trágicos fracasos’ en materia de racismo», agregó el artículo en su momento.
Otros republicanos que, según los informes, no votarán por el presidente en 2020 son el senador Mitt Romney (R-Utah), la viuda del exsenador por Arizona John McCain, Cindy McCain, y el exsecretario de Estado Colin Powell, según el periódico. Powell ha expresado su decisión al decirle a CNN el domingo que «no puede apoyar al presidente Trump este año».
Sin embargo, Powell declaró públicamente que votó por la ex primera dama Hillary Clinton en 2016. McCain y Romney discutieron públicamente con Trump en el pasado, este último votó para condenar a Trump durante su impeachment en el Senado, a principios de este año.
Trump luego acusó a Powell de cometer errores tácticos que hundieron a Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán, a principios de la década de 2000, bajo la administración Bush.
El presidente le escribió Powell en Twitter, «fue muy responsable de llevarnos a las desastrosas guerras de Medio Oriente… ¿No dijo Powell que Irak tenía ‘armas de destrucción masiva’? ¡No las tenían, pero nos fuimos a la GUERRA!»
El informe del NY Times se produjo después de que oleadas de protestas, algunas de ellas violentas, golpearon varias ciudades de EE.UU. a raíz de la muerte de George Floyd, un hombre negro que murió bajo custodia policial en Minneapolis.
El exoficial Derek Chauvin, que comparecerá el lunes en un tribunal de Minneapolis, ha sido acusado de asesinato en segundo y tercer grado, así como homicidio involuntario en segundo grado. Otros tres oficiales involucrados en el incidente han sido acusados de ayuda e incitación de homicidio en segundo grado. Los cuatro oficiales han sido despedidos.
Los demócratas en el Congreso dieron a conocer el lunes una legislación que convertiría el linchamiento en un delito de odio y permitiría a las víctimas de mala conducta y a sus familias demandar a la policía por daños en un tribunal civil, poniendo fin a una doctrina legal conocida como inmunidad calificada. También se esperaba que la legislación prohibiera los estrangulamientos de la policía y los perfiles raciales, requiriera el uso de cámaras corporales en todo el país y sometiera a la policía a juntas de revisión civil, según fuentes del Congreso.
Reuters contribuyó a este informe.
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