Una agencia federal podría prohibir en todo el país las estufas de gas natural por temor a que causen problemas de salud y respiratorios, según un funcionario.
La Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de EE. UU. (CPSC, por sus siglas en inglés) recibirá comentarios públicos sobre las estufas de gas en el invierno de 2023 y podría establecer normas sobre las emisiones, incluso prohibirlas, según declaró a Bloomberg News el jefe de la CPSC, Richard Trumka Jr. Se calcula que las estufas de gas natural se utilizan en el 40% de los hogares estadounidenses.
«Se trata de un peligro oculto», declaró Trumka al servicio de noticias en una entrevista publicada el lunes. «Cualquier opción está sobre la mesa. Los productos que no pueden hacerse seguros pueden prohibirse».
La CPSC ya emitió una solicitud de información en busca de datos sobre los supuestos peligros asociados a las estufas de gas y aportaciones para encontrar soluciones, pero la CPSC no ha propuesto aún ninguna acción reguladora, según dijo un portavoz a los medios de comunicación el lunes. The Epoch Times se ha puesto en contacto con la agencia para solicitar comentarios.
Tal solicitud de datos y aportaciones, dijo Trumka a los periodistas el mes pasado, «es el primer paso en lo que podría ser un largo viaje hacia la regulación de las estufas de gas». Trumka, nombrado por Biden, es un exmiembro del personal demócrata del Congreso e hijo de Richard Trumka, el difunto exjefe de uno de los sindicatos más poderosos de Estados Unidos, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales.
La prohibición de fabricar e importar nuevas estufas de gas es una «posibilidad real», añadió entonces. Si la presión de la opinión pública es suficiente, la CPSC «podría aprobar una normativa antes del año que viene por estas fechas», dijo Trumka.
Los grupos de la industria afirman que las estufas de gas natural no emiten necesariamente más emisiones nocivas que otros tipos de estufas. La Asociación de Fabricantes de Electrodomésticos y la Asociación Americana del Gas se mostraron contrarias a una posible prohibición.
«El debate debería centrarse en la ventilación, en lugar de prohibir un tipo concreto de tecnología», declaró a Bloomberg Jill Notini, vicepresidenta de la asociación de electrodomésticos. «Prohibir un tipo de aparato de cocina no va a resolver las preocupaciones sobre la calidad general del aire interior. Puede que necesitemos algún cambio de comportamiento, puede que necesitemos que [la gente] encienda sus campanas cuando cocine».
Por su parte, Karen Harbert, responsable de la Asociación Americana del Gas, argumentó que ni la CPSC ni la Agencia de Protección Medioambiental de EE. UU. (EPA, por sus siglas en inglés) «presentan las cocinas de gas como un contribuyente significativo a la calidad adversa del aire o un peligro para la salud en su literatura de información técnica o pública, orientación o requisitos».
En su lugar, dijo, «la forma más práctica y realista de lograr un futuro sostenible en el que la energía sea limpia, además de segura, fiable y asequible, es garantizar que incluya el gas natural y la infraestructura que lo transporta».
Razones
La EPA y la Organización Mundial de la Salud han dicho que las estufas de gas natural, sin embargo, emiten niveles inseguros de contaminantes atmosféricos como dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y otras partículas. Algunos estudios, según los detractores de las estufas, demuestran que los aparatos de gas natural pierden metano incluso cuando están apagados.
Por su parte, un estudio publicado en diciembre reveló que la contaminación de las estufas de gas está relacionada con el 12.7% de los casos de asma infantil. El estudio fue dirigido por un grupo ecologista, no por una organización sanitaria o de seguridad.
Hace unos meses, la Junta de Recursos del Aire de California votó por unanimidad prohibir la venta de estufas y calentadores de agua de gas natural para 2030.
«Tenemos que tomar todas las medidas posibles para cumplir nuestros compromisos de proteger la salud pública de los efectos adversos de la contaminación atmosférica, y esta estrategia identifica cómo podemos hacer precisamente eso», dijo la presidenta de la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés), Liane Randolph, en una declaración el 22 de septiembre tras la votación de la prohibición. Al igual que otros grupos, CARB afirmó que la medida beneficiaría a «muchas comunidades desfavorecidas y de bajos ingresos».
Los grupos conservadores han criticado las prohibiciones de los aparatos y hornos que funcionan con gas natural.
«Prohibir el gas natural restringiría la capacidad de los consumidores para elegir la fuente de energía que prefieran. Una gran razón por la que a las familias les gusta el gas natural es porque gana en coste», dijo la Heritage Foundation en un artículo hace varios años.
La Asociación Americana del Gas también dijo en 2020 que «los hogares que utilizan gas natural para calentar, cocinar y secar la ropa ahorran un promedio de 879 dólares al año en comparación con los hogares que utilizan electricidad para esas aplicaciones».
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