La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), Rochelle Walensky, dijo que la agencia federal de salud está trabajando rápidamente en una vacuna COVID-19 para los niños más pequeños de entre 5 y 11 años.
«Estamos esperando a que las empresas presenten los datos a la FDA, prevemos que eso ocurrirá en otoño», dijo el lunes en el «Today Show». «Estudiaremos esos datos de la FDA, de los CDC, con la urgencia que todos sentimos por vacunar a nuestros hijos y esperamos que sea a finales de año», añadió.
Sus comentarios contrastan con los de los paneles consultivos de salud de otros países, incluido el Reino Unido, que no han recomendado las vacunas contra el COVID-19 para los niños de 5 a 11 años. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha concedido una autorización de emergencia para vacunar a los niños de 12 a 17 años.
La semana pasada, los directivos de la FDA, entre ellos la comisionada interina Janet Woodcock y el jefe del Centro de Evaluación e Investigación Biológica Peter Marks, afirmaron en un comunicado que la agencia examinará detenidamente los datos relativos a los niños más pequeños una vez que estén disponibles.
Los funcionarios dijeron que la FDA está «preparada para completar su revisión lo más rápidamente posible, probablemente en cuestión de semanas en lugar de meses», añadiendo que «la capacidad de la agencia para revisar estas presentaciones rápidamente dependerá en parte de la calidad y la puntualidad de las presentaciones de los fabricantes».
En caso de que los CDC emitan una recomendación para que los niños más pequeños se vacunen, es probable que algunos distritos escolares hagan obligatorias las vacunas para las clases presenciales. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles ya votó la semana pasada a favor de obligar a vacunarse a los niños a partir de 12 años para poder asistir a las clases en el campus.
Pero en otros países, algunos funcionarios han dicho que los niños tienen un riesgo extremadamente bajo de enfermar gravemente, ser hospitalizados o morir a causa del COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI, por sus siglas en inglés) del Reino Unido dijo anteriormente en septiembre que adoptará un «enfoque preventivo», afirmando que «dado este riesgo tan bajo, las consideraciones sobre los posibles daños y beneficios de la vacunación están muy bien equilibradas».
En junio, científicos de University College de Londres, así como de las universidades de York, Bristol y Liverpool, descubrieron que la mayoría de los niños que murieron a causa de COVID-19 tenían problemas de salud subyacentes. Descubrieron que en general, la tasa de mortalidad por COVID-19 entre los niños es de 2 muertes por cada millón de niños en Inglaterra.
«Esperamos que estos datos sean tranquilizadores para los niños y jóvenes y sus familias», dijo la Dra. Elizabeth Whittaker, de Imperial College London y Royal College of Paediatrics and Child Health, reportó la BBC. Dijo que incluso después de la aparición de la variante delta, ésta no ha afectado a la tasa de mortalidad infantil.
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