Un exagente de policía de Boston que asistió a las víctimas del mortífero atentado del maratón de Boston de 2013, perpetrado por dos militantes islámicos, y ayudó a seguir la pista de los autores de los atentados, fue condenado a 20 meses de prisión por su actuación en la irrupción del 6 de enero de 2021 (J6) en el Capitolio de Estados Unidos.
Joseph Robert Fisher, de 52 años, que se jubiló como agente de policía condecorado tras prestar servicio durante 20 años en el Departamento de Policía de Boston, fue condenado a 20 meses de prisión, 24 meses de libertad supervisada y al pago de USD 2000 en concepto de indemnización por el juez federal de distrito Randolph D. Moss.
Los fiscales federales habían solicitado una condena de 3 años y medio en este caso. El Sr. Fisher se declaró culpable el 1 de febrero de 2024 de dos delitos graves de desorden civil y agresión, resistencia o impedimento a determinados agentes. Fue condenado el 24 de mayo por los cargos de allanamiento del Capitolio y también por agredir a un agente de policía del Capitolio con una silla.
En una carta que envió el 17 de mayo de 2024 al juez que presidía el tribunal, una semana antes de su sentencia, el agente K-9 retirado dijo estar «profundamente avergonzado» por sus acciones y pidió disculpas al agente al que embistió con una silla.
«Además de perjudicar al agente, sé que mis actos también perjudicaron al país por el efecto que el desorden tuvo en el proceso electoral», declaró el Sr. Fisher. «Crucé la línea que separa la reunión pacífica del comportamiento ilegal. Mi conducta aquel día fue sencillamente inaceptable».
El Sr. Fisher también reflexionó sobre el daño causado a su «bella esposa y sus dos hijos», así como a un santuario de animales que, según dijo, «sufrirán en su ausencia».
Según el Sr. Fisher, durante su encarcelamiento perderá una pensión de invalidez que utiliza para financiar el santuario.
Mencionó poco sobre sus 20 años como agente de policía de Boston, diciendo únicamente en su disculpa al agente de policía del Capitolio que él también había sido «agredido e interferido por el simple hecho» de hacer su trabajo.
En un memorando del 20 de mayo de 2024 en el que solicitaba clemencia, el abogado de oficio del señor Fisher, Joshua Hanye, citó ejemplos de valentía y compasión del señor Fisher durante su carrera en las fuerzas del orden.
Entre ellos, proporcionar comida y refugio a una familia de Montreal que visitaba Estados Unidos y que se encontró inesperadamente varada y durmiendo en su coche.
El Sr. Fisher impidió que una mujer en misión suicida se tragara un vaso, dijo el Sr. Hanye.
El veterano policía también había recibido reconocimiento por su papel en la ayuda a las víctimas del atentado del maratón de Boston y por utilizar a su perro policía para localizar a los autores de los atentados, Tamerlan Tsarnev y su hermano menor, Dzhokhar.
«A la mayoría de los residentes de la ciudad y las zonas circundantes se les dijo que se refugiaran en su lugar, mientras que el oficial Fisher y otros primeros en responder corrieron hacia la emergencia, en lugar de alejarse de ella», escribió el Sr. Hanye en el memorando de sentencia.
El 15 de abril de 2013, los dos hermanos, oriundos de Chechenia, detonaron dos ollas a presión llenas de explosivos, clavos y otra metralla cerca de la línea de meta del legendario Maratón de Boston. Mataron a tres personas, entre ellas un niño de 8 años, y mutilaron a decenas.
Muchos perdieron miembros, incluidas las dos piernas, en las explosiones.
Tras el atentado, los dos hermanos tendieron una emboscada a un agente de policía del campus del MIT que patrullaba por los barrios en su busca y le dispararon a bocajarro en la cara. La caza de los hermanos culminó en un tiroteo con la policía. Tamerlan murió en el lugar de los hechos tras ser disparado y atropellado por Dzhokhar.
Dzhokhar fue condenado a muerte, aunque su sentencia está actualmente recurrida.
Tres de sus amigos que ocultaron pruebas tras el atentado también fueron condenados. Dos de ellos recibieron la misma pena de prisión que los fiscales federales solicitaron contra el Sr. Fisher por su papel en las protestas del J6.
El gobierno argumentó que el Sr. Fisher merecía una condena más dura porque asistió a la concentración «Stop the Steal» (detengan el robo) que precedió a la violación del Capitolio y también ayudó a otro manifestante a escapar de la policía del Capitolio.
La concentración «Stop the Steal» se celebró mientras el Congreso realizaba el recuento de los votos del Colegio Electoral en la carrera presidencial de 2020. Los manifestantes querían que se detuviera el proceso hasta que se hubieran investigado más a fondo las pruebas del presunto fraude electoral.
Fisher es el segundo ciudadano de Nueva Inglaterra que ha sido condenado o acusado penalmente por su participación en las protestas del 6-J en las últimas dos semanas.
El mes pasado, un hombre de Kittery, Maine, fue detenido acusado de encontrarse en una zona restringida durante las protestas.
Fisher es uno de los pocos policías fuera de servicio que han sido condenados por participar en la irrupción en el Capitolio.
Uno de ellos, el sargento Thomas Robertson, era policía en activo en Virginia cuando fue condenado en 2022 a más de siete años por participar en los disturbios de aquel día.
El Sr. Robertson, también veterano de EE.UU., recibió una condena más larga que otros porque los fiscales argumentaron que entró en una zona restringida con un arma peligrosa: un gran palo de madera. Otros han recibido condenas mucho más largas, de hasta 22 años.
Más de 1200 personas han sido procesadas por cargos relacionados con las protestas del 6-J.
Al solicitar una condena más leve para Fisher, Hanye señaló que el agente de policía de Boston ya sufría problemas de salud mental relacionados con el trabajo cuando desarrolló un grave trastorno de estrés postraumático (TEPT) por la matanza que presenció tras la explosión de las bombas en el maratón de Boston el 15 de abril.
Se ha informado ampliamente de que otros agentes y civiles han desarrollado TEPT relacionado con los atentados.
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