Veinte estados liderados por Alabama están apoyando la defensa de Carolina del Sur de una nueva ley de aborto, argumentando que un juez federal se equivocó al poner en pausa todas las medidas de la ley en lugar de solo la parte que está siendo cuestionada en la corte.
El fiscal general de Alabama, Steve Marshall, argumentó que la jueza de distrito, Mary Geiger Lewis, se equivocó al suspender todas la medidas, según una presentación del 13 de julio ante el Tribunal de Apelaciones del 4º Circuito de Estados Unidos (pdf) en nombre de los estados.
«La ley de latidos fetales de Carolina del Sur fue anulada en una opinión del tribunal de distrito llena de errores», escribió Marshall. «Aunque Planned Parenthood y los otros demandantes impugnaron solo la regulación, por parte de la ley, del aborto después de detectar un latido fetal, el tribunal de distrito prohibió la ley en su totalidad, incluyendo partes que docenas de otros estados ya tienen y aplican regularmente».
El fallo del juez, escribió Marshall, «pisotea la capacidad soberana de Carolina del Sur de decidir por sí misma los fines de su legislación» y «agranda el poder judicial al considerar que la orden judicial de la disposición impugnada la borra por completo, de modo que toda la ley se derrumba».
Junto con el fiscal general Marshall, firman el breve escrito de amicus los fiscales generales de Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Luisiana, Mississippi, Misuri, Montana, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah y Virginia Occidental.
Marshall señaló que al menos 24 estados exigen que el proveedor de abortos ofrezca mostrar la imagen de una ecografía para que la madre embarazada pueda verla.
«Sin embargo, el tribunal de distrito prohibió la ley de divulgación de ultrasonidos de Carolina del Sur», escribió.
«Lo mismo para el requisito de Carolina del Sur de que los proveedores de abortos hagan audible el latido del corazón del feto para la madre embarazada, si ella quiere escucharlo, una ley que al menos otros 16 estados también han promulgado», añadió. «Lo mismo para el requisito de Carolina del Sur de que se realice una ecografía antes de realizar un aborto, un requisito que comparten al menos otros 12 estados».
La ley de latidos fetales y protección contra el aborto fue promulgada a principios de este año por el gobernador republicano de Carolina del Sur, Henry McMaster.
Según esta ley, los abortos están generalmente prohibidos una vez que se detecta el latido del corazón del feto. Si se detecta actividad cardíaca, el aborto puede realizarse solo si el embarazo fue causado por violación o incesto, o si la vida de la madre estaba en peligro.
La ley también exige que los proveedores de abortos den a la madre la oportunidad de hacerse una ecografía y ver el sonograma, escuchar el latido del corazón del feto y recibir otra información sobre su hijo no nacido. Los latidos del feto pueden detectarse a partir de las seis semanas de la concepción, según americanpregnancy.org.
Planned Parenthood interpuso una demanda por esta medida y la ley fue bloqueada en su totalidad para que no entre en vigor durante la demanda.
McMaster y los otros demandados en el juicio presentaron una apelación (pdf) la semana pasada, argumentando que la demanda fue presentada por terceros, Planned Parenthood South Atlantic y la Greenville Women’s Clinic, que no tienen la capacidad legal para impugnar la constitucionalidad de la ley.
Los abogados del estado escribieron en una presentación de apelación, que la decisión de Lewis de detener toda la medida durante el litigio «sobrepasa los límites del poder judicial federal».
«Este Tribunal no debería consentir tal intromisión judicial en los legítimos intereses soberanos de Carolina del Sur en forma de una innecesaria anulación de la ley estatal», escribieron los abogados del estado.
La oficina de McMaster también emitió una declaración en la que insta a sus partidarios a defender la Ley de latidos fetales de Carolina del Sur contra «cualquier recurso en todos los niveles».
«Como he dicho antes, el derecho a la vida es el más precioso de los derechos y el más frágil. Nunca debemos dejar que se dé por garantizado o que se elimine. Nosotros debemos proteger la vida en cada oportunidad, sin importar el coste o los inconvenientes», escribió.
Otros grupos presentaron solicitudes de apoyo a Carolina del Sur, entre ellos la Convención Bautista del Sur y un grupo de obstetras y ginecólogos contrarios al aborto.
Anteriormente, los abortos estaban prohibidos en Carolina del Sur después de las 20 semanas.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, más del 90 por ciento de los abortos se producen en las primeras 13 semanas de embarazo.
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