TAMPICO, México —La tormenta tropical Alberto avanzó hacia el noreste de México la madrugada del jueves como la primera tormenta con nombre de la temporada, con fuertes lluvias que dejaron tres muertos, pero también trajo esperanza a una región que sufre una prolongada y grave sequía.
Las autoridades mexicanas restaron importancia al riesgo de Alberto y confiaron en su capacidad para aliviar las necesidades de agua de la región.
«Las velocidades (del viento) no son como para considerarlo un riesgo», dijo el secretario de Recursos Hidrológicos del estado de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, durante una conferencia de prensa a última hora del miércoles. En cambio, sugirió a la gente recibir a Alberto con alegría. «Esto es lo que hemos estado esperando durante ocho años en todo Tamaulipas».
Gran parte de México ha estado sufriendo una grave sequía, con el norte de México especialmente afectado. El Sr. Quiroga señaló que los embalses del estado estaban bajos y que México tenía una enorme deuda de agua con Estados Unidos por el uso compartido del Río Grande.
«Tamaulipas sale ganando», afirmó.
Pero en el cercano estado de Nuevo León, las autoridades de protección civil informaron de tres muertes relacionadas con las lluvias de Alberto. Dijeron que un menor murió en el río La Silla en la ciudad de Monterrey, la capital del estado, y que dos menores murieron por descargas eléctricas en el municipio de Allende. Medios locales reportaron que los menores viajaban en bicicleta bajo la lluvia.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, escribió en su cuenta de la plataforma de redes sociales X que los servicios de metro y transporte público serían suspendidos en Monterrey desde la noche del miércoles hasta el mediodía del jueves, cuando Alberto haya pasado.
A última hora del miércoles, Alberto se ubicaba a unas 40 millas (64 kilómetros) al este de Tampico, México, y a unas 250 millas (402 kilómetros) al sur-sureste de Brownsville, Texas, con vientos máximos sostenidos de 50 mph (85 kph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. La tormenta se movía hacia el oeste a 13 millas por hora.
Alberto traía lluvias e inundaciones también a la costa de Texas.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE. UU. dijo que el principal peligro para la costa sur de Texas son las inundaciones por exceso de lluvia. El miércoles, el NWS dijo que hay «una alta probabilidad» de inundaciones repentinas en el sur de la costa de Texas. Es posible que se produzcan tornados o trombas de agua.
El miércoles, en algunas zonas de la costa de Texas se produjeron inundaciones en las carreteras y peligrosas corrientes de resaca, y se avistaron trombas de agua en alta mar.
En México, los residentes expresaron su esperanza de que Alberto traiga lluvia.
Blanca Coronel Moral, residente de Tampico, se aventuró el miércoles al paseo marítimo de la ciudad para esperar la llegada de Alberto.
«Nos hacía falta esta agua que ahora nos está llegando, gracias a Dios. Esperemos que sólo nos llegue agua», dijo la señora Coronel Moral. «Nuestra laguna, que nos da agua potable, está completamente seca».
Las autoridades cerraron las escuelas durante el resto de la semana en Tamaulipas, ya que podría haber inundaciones localizadas.
Se esperaban hasta 5-10 pulgadas (13-25 centímetros) de lluvia en algunas zonas a lo largo de la costa de Texas, con posibles totales aislados aún mayores, según el Centro Nacional de Huracanes. Algunos lugares más altos en México podría ver hasta 20 pulgadas (50 centímetros) de lluvia, lo que podría dar lugar a deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas, especialmente en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
Alberto estaba provocando chubascos a ambos lados de la frontera, extendiéndose por gran parte de la costa sur de Texas y hacia el sur hasta el estado mexicano de Veracruz.
Se esperaba que Alberto se debilitara rápidamente sobre tierra y se disipara el jueves.
Por Alfredo Peña y Mariana Martínez Barba
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