Alborotadores en Portland dispararon granadas de humo durante la noche después de arrastrar vallas a varios edificios y bloquear las salidas.
El caos en la ciudad más grande de Oregon continuó mientras un grupo vinculado a Antifa se jactaba de que la noche «ha sido táctica» y la «energía de los manifestantes es alta».
«Con las barricadas frenando un posible ataque de los federales desde cualquier dirección, los manifestantes se sienten en control ahora mismo, lo que podría cambiar», dijo el Frente de Liberación Juvenil de PNW en un comunicado de redes sociales alrededor de la medianoche. El grupo compartió más tarde un llamado a los miembros de Antifa a que se armaran.
Las imágenes de video mostraban a personas de la multitud lanzando granadas de humo al Centro de Justicia, un edificio de la ciudad que incluye una comisaría de policía, y corriendo hacia delante con una valla para intentar bloquear la salida de los oficiales del edificio.
Los grupos también usaron cercas para bloquear las puertas de salida alrededor del juzgado Mark O. Hatfield, un edificio federal cerca del centro.
La situación comenzó a escalar alrededor de las 10 p.m., dijo la Oficina de Policía de Portland, mientras la gente se apoderaba de las cercas erigidas alrededor de un parque de la ciudad después de que la policía despejara una llamada zona autónoma a principios de esta semana.
Los vándalos llevaron la valla al Centro de Justicia y la usaron para bloquear las puertas, dijo la oficina.
«La gente mantuvo bloqueadas las salidas con partes de la valla en el Centro de Justicia durante varias horas, incluyendo el bloqueo de las puertas de salida alrededor del Juzgado Federal. Docenas de personas trabajaron para bloquear las puertas mientras que cientos de personas las animaban o ayudaban», dijo la oficina en un comunicado.
Poco después de la medianoche, la muchedumbre comenzó a disparar fuegos artificiales de grado comercial y bombas de humo cerca de las puertas atrincheradas, mientras que otra parte del grupo utilizó vallas para bloquear el tráfico en una calle cercana.
La policía declaró la reunión ilegal a la 1:33 a.m. y comenzó a dispersar a la multitud después de una advertencia. Mientras se dispersaba la multitud, algunos manifestantes lanzaron proyectiles a los agentes.
Varias personas fueron arrestadas.
Una multitud de varios cientos regresó a la zona menos de una hora después. Los agentes de policía volvieron a dispersar la multitud, arrestando a varias personas. Algunos escudos y armas fueron quitados a los miembros del grupo durante los arrestos.
Los oficiales federales que protegían el juzgado ayudaron a responder al caos.
Aduanas y Protección Fronteriza, que dijo que realizó un arresto de un hombre esta semana, tiene agentes en el área. Otros agentes del Departamento de Seguridad Nacional también están ayudando a dispersar las multitudes.
Los manifestantes no parecen mostrar signos de detener las reuniones nocturnas, aunque el alcalde de Portland, Ted Wheeler, afirmó el viernes pasado que las reuniones estaban terminando antes de que los agentes federales comenzaran a responder con más fuerza a la violencia.
Los funcionarios de la ciudad han tratado de apaciguar a las turbas, nombrando a Chuck Lovell, un hombre negro, como jefe de policía después de que Erika Shields renunció; tomando algo de dinero del presupuesto del departamento de policía; y restringiendo a la policía de usar ciertas tácticas de control de multitudes como disparar gas lacrimógeno.
Wheeler dijo que las medidas, junto con tácticas de desescalada como tener a los agentes de policía estacionados dentro del Centro de Justicia en lugar de fuera de él, estaban haciendo que el tamaño y la energía de las manifestaciones disminuyeran.
«Eso realmente no le dio a nadie la oportunidad de un vaivén entre los manifestantes y las fuerzas del orden, o al revés, y lo que vimos fue que los números estaban disminuyendo, la energía de la multitud disminuía o se movía a otro lugar para hacer otras cosas. Entonces entraron los federales», dijo Wheeler a los periodistas en una sesión informativa virtual.
«Hace una semana, decíamos que dada la energía marchita, la disminución de las cifras que veíamos, la falta de objetivos disponibles, en realidad creíamos que estaríamos libres para este fin de semana», añadió más tarde.
Los agentes federales no se enfrentan a restricciones en las medidas de control de multitudes, y han estado desplegando gas lacrimógeno y otros métodos regularmente para sofocar las multitudes.
Wheeler dijo que no quería reunirse con el secretario interino de Seguridad Nacional en funciones, Chad Wolf, y Lovell dijo que nadie de la oficina se reunió con el secretario. La oficina aclaró más tarde que el oficial Daryl Turner, que ha hablado regularmente en contra del manejo del caos por parte de los líderes de la ciudad, se reunió con Wolf en su calidad de presidente de la Asociación de la Policía de Portland.
Lovell hizo observaciones que subrayaron que ni los funcionarios federales ni los locales se dirigen entre sí, aunque hay una línea de comunicación abierta entre ellos.
«La policía de Portland y los oficiales federales tienen edificios cerca uno del otro. A veces, podemos tomar medidas cerca de ellos. Los oficiales federales tienen sus objetivos, y la policía de Portland tiene los nuestros. No dirigimos las acciones de los oficiales federales, y ellos no dirigen las nuestras. Nuestro objetivo es proteger la vida, proteger la propiedad, prevenir el crimen y establecer el orden», dijo en una declaración preparada durante la sesión informativa.
Wolf se refirió a Portland como una ciudad «bajo asedio». El asedio no terminará hasta que los funcionarios estatales y locales actúen para sofocar las manifestaciones, dijo.
Presionado sobre cómo exactamente los funcionarios de la ciudad planean detener el caos, Wheeler dijo: «Nos deshacemos de los federales. Número dos, contenemos y desescalamos la situación. Número tres, limpiamos el centro de la ciudad. Número cuatro, abrimos para los negocios. Ese es el plan».
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