El alcalde de Atlanta, Andre Dickens, está cuestionando las afirmaciones de que las protestas contra la policía y los disturbios del 21 de enero no fueron violentos, dijo que los cargos contra seis personas que fueron arrestadas incluirán “terrorismo doméstico”.
En una entrevista del 22 de enero con CBS News, el alcalde demócrata dijo que el departamento de policía de Atlanta “tomó medidas rápidas en dos cuadras y controló la situación” durante los disturbios.
“La violencia cesó y esas seis personas fueron arrestadas”, dijo. “Y cabe señalar que estas personas no eran residentes de Atlanta o Georgia. La mayoría de ellos viajaron a nuestra ciudad para causar estragos. Y entonces, nos encanta apoyar a las personas cuando están haciendo lo correcto, la protesta pacífica es parte de las libertades estadounidenses, pero cuando eres violento, nos aseguraremos de que rindas cuentas”.
Activistas enmascarados vestidos de negro arrojaron piedras y prendieron fuegos artificiales frente a un rascacielos que alberga la Fundación de la Policía de Atlanta, rompiendo grandes ventanas de vidrio. Luego prendieron fuego a una patrulla de la policía, rompieron más ventanas y desfiguraron las paredes con grafitis contra la policía mientras los turistas atónitos se dispersaban.
Los disturbios se produjeron tras la muerte de un activista ecologista a manos de las fuerzas del orden esta semana, después de que las autoridades dijeran que el joven de 26 años le había disparado a un policía estatal. La noticia de la protesta del 21 de enero se había difundido ampliamente con antelación en las redes sociales y entre activistas de izquierda, y algunos distribuyeron octavillas en las que se leía: “La policía mató a un manifestante. Levántate. Defiéndete”.
La hora inicial de la manifestación parecía haber sido pacífica, ya que algunos activistas compartieron sus recuerdos de Manuel «Tortuguita» Páez, describiéndolo como miembro de la comunidad de izquierdas «Stop Cop City». Los oradores dijeron que había realizado un curso médico de 20 horas para servir como médico de los compañeros «defensores del bosque» que habían encontrado su hogar en los bosques del condado de DeKalb, a las afueras de los límites de la ciudad de Atlanta.
Páez murió el 18 de enero cuando las autoridades desalojaron a un pequeño grupo de manifestantes del lugar donde se proyectaba construir un centro de formación para la seguridad pública en el área de Atlanta, que los activistas han bautizado como «Cop City» (Ciudad de la policía). Los opositores al centro de formación llevan más de un año protestando, construyendo plataformas en los árboles circundantes y acampando en el lugar. La Oficina de Investigación de Georgia informó que en la redada se localizaron y retiraron unas 25 acampadas y se recuperaron artefactos pirotécnicos tipo mortero, armas blancas, rifles de perdigones, máscaras de gas y un soplete.
Las autoridades dijeron que Páez se negó a salir de una tienda de campaña en la propiedad boscosa y luego le disparó a un agente de la Patrulla Estatal de Georgia con una pistola de 9 mm, lo que provocó que otros agentes abrieran fuego. Según The Associated Press, Páez se describió como una “persona no binaria” que usaba “pronombres ellos/ello”.
El Departamento de Seguridad Pública de Georgia declaró que no revelará el nombre del policía herido porque “la divulgación comprometería la seguridad contra actos delictivos o terroristas debido a las represalias”.
“Terrorismo doméstico”
Durante la entrevista, Dickens se refirió a los arrestos y dijo que los cargos van desde “terrorismo doméstico” hasta agresión.
“Es violento cuando alguien se da la vuelta para quemar un coche de policía o romper ventanas o tener explosivos encima”, agregó. “No me meto con los nombres. No conozco todas las organizaciones. Dejaré que ustedes decidan quién lo hizo. Solo sé que están arrestados”.
“Y si vienen a Atlanta, nuevamente, a causar estragos, serán arrestados nuevamente”, agregó.
Dickens pareció reaccionar contra los reportajes de ABC y CNN del 21 y 22 de enero, reportajes que recibieron reacciones negativas en Internet. David Peisner, invitado de la CNN, afirmó, sin aportar pruebas, que la violencia que se produjo había sido instigada por la policía, mientras que una publicación en Twitter de ABC News describía los disturbios como una «protesta pacífica», al tiempo que compartían un vídeo de un coche de policía que estaba en llamas.
«Sí, esos individuos que están protestando contra ‘Cop City’, como ellos la llaman, es en realidad un centro de entrenamiento de seguridad pública», dijo Dickens a la CBS. «No quieren que pasen las mismas cosas por las que pidieron más entrenamiento policial, no podemos entrenar imaginariamente, tenemos que hacerlo en una instalación que les permita a los bomberos de la policía entrenar juntos en la comunidad”.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, denunció la violencia y agradeció a los oficiales que respondieron.
“La violencia y la destrucción ilegal de propiedad no son actos de protesta”, escribió el gobernador republicano. “Son delitos que no se tolerarán en Georgia y se procesarán por completo”.
El 21 de enero, Dickens confirmó que se usaron explosivos durante los disturbios.
“Escucharon correctamente, explosivos”, le dijo a la prensa.
Con información de Associated Press.
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