La ciudad de Nueva York se prepara para albergar a unos 1000 inmigrantes ilegales en el aparcamiento de un hospital psiquiátrico, mientras sigue acogiendo a los recién llegados.
En una rueda de prensa celebrada el miércoles, el alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, anunció que su administración había seleccionado el Centro Psiquiátrico Creedmoor, en Queens, como ubicación del nuevo centro de respuesta y ayuda humanitaria de emergencia de la ciudad, e indicó que este nuevo lugar de refugio se utilizará para albergar a unos 1000 varones que buscan asilo en Estados Unidos.
El centro de inmigrantes de Creedmoor debería estar en funcionamiento en algún momento del próximo mes, dijeron los funcionarios.
La ciudad de Nueva York alberga actualmente a más de 52,600 solicitantes de asilo y «sigue recibiendo miles de solicitantes de asilo cada semana», dijo el Sr. Adams. La afluencia se produce mientras varios funcionarios de los estados fronterizos, entre ellos el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, han estado trasladando en autobús a otras partes del país a los que cruzan la frontera.
En mayo, el gobierno de Adams abrió un centro oficial de llegadas para consolidar todos los servicios destinados a los no ciudadanos que llegan a la ciudad.
La ciudad de Nueva York ha sido un destino popular para los inmigrantes ilegales en los últimos años, en parte, porque la ciudad se considera una jurisdicción «santuario», lo que significa que los funcionarios no cooperarán con las autoridades federales de inmigración que podrían detener o deportar a los inmigrantes ilegales. El Sr. Abbott ha dirigido deliberadamente autobuses a jurisdicciones santuario como la ciudad de Nueva York y ha declarado que la estrategia ha puesto de manifiesto la hipocresía de las ciudades santuario que se resisten a la perspectiva de tener que acoger realmente a los inmigrantes ilegales.
El gobierno de Adams ha buscado nuevas ubicaciones para los refugios durante el año pasado, incluyendo el alquiler de hoteles, la apertura de una terminal de cruceros y un exedificio de la academia de policía. Pero a medida que han ido llegando más personas, el gobierno de Adams también ha intentado frenar la afluencia de los nuevos inmigrantes y expulsar a los que ya estaban en el sistema de acogida.
A principios de esta primavera, el alcalde de Nueva York solicitó que se suspendieran los requisitos de «derecho a refugio» de la ciudad. También probó su propia estrategia de traslado en autobús, intentando enviar a algunas personas a comunidades vecinas que han mostrado su rechazo a la estrategia.
En mayo, después de que la ciudad de Nueva York se preparara para reubicar a 340 varones adultos en el condado de Rockland, el ejecutivo del condado, Ed Day, declaró: «Nos encontramos ante una situación en la que el alcalde de Nueva York decidió que quería [ser] una [ciudad] santuario, y lo consiguió, y ahora se ha dado cuenta de que ha mordido más de lo que puede masticar, y no puede con ello».
Adams pide una respuesta federal
En la rueda de prensa del miércoles, Adams reiteró su petición de una estrategia federal más amplia para hacer frente al número de inmigrantes ilegales y solicitantes de asilo que han llegado a la ciudad de Nueva York.
«Nosotros hemos dado un paso adelante y hemos liderado la nación, pero esta crisis nacional no debe recaer únicamente en las ciudades. Necesitamos una solución nacional», dijo Adams.
«Como hemos comunicado en repetidas ocasiones, se trata de una crisis humanitaria sin precedentes», añadió la vicealcalde de Salud y Servicios Humanos, Anne Williams-Isom. «La ciudad de Nueva York sigue encontrando formas creativas de apoyar a los solicitantes de asilo, pero sabemos que es un esfuerzo insostenible sin una estrategia nacional de descompresión por parte del gobierno federal. Mientras abrimos este espacio como parte de una solución temporal, seguiremos pidiendo más apoyo de todos los niveles de gobierno».
La semana pasada, el Sr. Adams anunció que algunos solicitantes de asilo adultos sin hijos en el sistema de albergues de la ciudad recibirían un aviso de 60 días para encontrar otro alojamiento con el fin de hacer sitio a las familias con niños. Los que reciban los avisos de 60 días también recibirán ayuda adicional para encontrar un lugar donde alojarse, tras lo cual tendrán que solicitar un nuevo alojamiento.
El Dr. Ted Long, vicepresidente senior del sistema de hospitales públicos de la ciudad, que supervisa los albergues para inmigrantes, dijo el miércoles que unos 100 inmigrantes han recibido los avisos de 60 días.
Con información de The Associated Press
De NTD News
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