El alcalde de Portland y comisionado de policía, Ted Wheeler, dijo que los alborotadores que esta semana incendiaron un negocio que forma parte de un edificio de apartamentos estaban participando en actos delictivos.
“Otro negocio local propiedad de una minoría fue destruido por un grupo violento de individuos. Se filmó a un oficial de policía golpeando repetidamente a una persona en una protesta. Al igual en el edificio donde vivo, junto con decenas de otras familias, fue atacado violentamente”, dijo Wheeler en una declaración poco común sobre los disturbios, que han continuado casi todas las noches desde el 28 de mayo en varias partes de la ciudad.
“Estos actos van desde lo estúpido hasta lo peligroso y lo criminal. La violencia debe cesar. Nada de esto debería encajar bien con cualquier portlandés pensante. Incendiar y aterrorizar a las familias con niños no hace más que robar y distraer del importante mensaje del movimiento por la justicia racial», agregó.
Wheeler apoyó las manifestaciones a pesar de la violencia perpetrada por algunos involucrados hasta julio. Un punto de inflexión pareció llegar a principios de agosto, cuando el alcalde dijo que los alborotadores cometieron una tentativa de homicidio al intentar quemar una comisaría policial con personas atrapadas en el interior en llamas.
Wheeler y otros agentes de la ciudad, del condado y del estado no lograron sofocar los disturbios. Ellos han rechazado las ofertas del presidente Donald Trump de asistencia federal.
“Si está participando en la violencia, quiero ser claro: denuncio sus acciones. Las fuerzas del orden público estatales y locales están trabajando juntas para responsabilizarlo. Sus acciones demuestran un nivel de odio y destrucción que NO perdonaremos ni toleraremos», dijo Wheeler.
El jefe de policía, Chuck Lovell, emitió un comunicado diciendo que los funcionarios han visto incendios en los precintos policiales ocupados en las últimas semanas, así como en una oficina del sindicato de la policía que está «escondida en un vecindario residencial».
Aún así, «anoche marcó otro recrudecimiento de la violencia sin sentido», dijo. «Las familias que viven adentro no han hecho absolutamente nada para provocar una amenaza a sus vidas».
Lovell apuntó a la cantidad de oficiales de policía necesarios para responder a los disturbios y lo relacionó con el aumento de la delincuencia en Portland.
“La violencia nocturna tiene un costo mayor. No es solo que los edificios ocupados sean el objetivo. La violencia con armas de fuego se está aumentando rápidamente. Las llamadas para servicios de emergencia no reciben respuesta. Esto está afectando la seguridad de toda nuestra ciudad y se necesita una acción urgente. Nuestros funcionarios electos deben hacer su parte para trazar una línea en la arena y hacer que la gente rinda cuentas. El comportamiento violento debe terminar”, dijo.
Según la policía, las llamadas al 911 se han suspendido durante horas algunas noches debido a que los oficiales se encuentran en los disturbios.
Las muertes por disparos durante las manifestaciones durante el fin de semana provocaron declaraciones de otros comisionados que forman parte del Ayuntamiento de Portland con Wheeler.
La comisionada Amanda Fritz instó a «todas las partes, entre ellas a la policía de Portland, a cambiar las estrategias».
“Dejen de enfrentarse unos a otros, dejen de poner en peligro vidas y de hacer daño. Ignoren a los intrusos cuando vienen buscando llamar la atención y provocar indignación. Participen en un diálogo significativo”, escribió.
“Debemos volver a centrarnos en apoyar el movimiento Black Lives Matter y los cambios necesarios para poner fin al racismo sistémico que se evidencia en la salud, la economía, la educación, los tiroteos policiales, los arrestos, el encarcelamiento, la vivienda y tantos otros resultados donde las comunidades negras, indígenas y las personas de color han estado en desventaja y oprimidas durante siglos. La supremacía blanca debe superarse en 2020. Eso no sucederá por la fuerza, sino por reformas duraderas”, agregó.
La comisionada Jo Ann Hardesty, quien ha tratado de presionar a Wheeler para que le ceda el control de la Oficina de Policía de Portland, culpó del tiroteo a las «políticas [sic] y mensajes inconsistentes» de la oficina, alegando que los oficiales tratan a los manifestantes de Black Lives Matter de manera diferente que aquellos grupos de la derecha.
Un partidario de Patriot Prayer, un grupo conservador, murió en el tiroteo. El presidente Donald Trump dijo a los periodistas en Maryland el martes que Aaron «Jay» Danielson, fue «ejecutado», la misma expresión que utilizó un testigo.
“Fue atacado. Le apuntaron. Le dispararon en la calle y luego se pusieron muy felices y él murió. Ustedes no mencionan eso”, dijo a los periodistas.
Hardesty dijo que su oficina está trabajando en un plan que le daría el control de la oficina de la policía a fines de septiembre.
Deborah Kafoury, presidenta de la Junta de Comisionados en el condado de Multnomah, culpó del tiroteo a los grupos que organizaron la manifestación pro-Trump.
“Anoche, un evento que claramente tenía la intención de intimidar, provocar y poner en peligro a las personas resultó en una muerte. La pérdida de vidas es trágica e inaceptable», escribió. «Estamos siendo testigos del ciclo de violencia que se autoperpetua alimentado por la supremacía blanca», agregó.
La comisionada Chloe Eudaly no emitió declaración alguna, pero compartió la de Kafoury en Twitter.
La auditora municipal Mary Hull Caballero no ha respondido ante las muertes por tiroteos. Una petición de comentarios enviada a su correo electrónico fue bloqueada. Sus dos últimos tuits son sobre la mala conducta policial.
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