El aumento de inmigrantes ilegales que cruzan a Estados Unidos desde México ha sido calificado de crisis por los republicanos y algunos expertos en inmigración, pero el alcalde de Brownsville, Texas, dice que su ciudad no está experimentando un aumento sin precedentes.
“No siento que sea una crisis para la ciudad de Brownsville en este momento”, dijo el alcalde demócrata Trey Mendez, en una llamada de Zoom con los reporteros el lunes.
Brownsville abraza la frontera en el sureste de Texas, frente a Matamoros, México. Tiene una población de alrededor de 189,000 habitantes.
La ciudad ha visto a 156 y 131 personas que cruzan la frontera en los dos días anteriores, dijo Mendez. Esas cifras no son inusuales: en 2019, antes de que el expresidente Donald Trump implementara un programa para que los solicitantes de asilo esperaran en México hasta que se atendieran sus solicitudes, Brownsville recibía alrededor de 400 por día.
El presidente Joe Biden revocó ese programa y otras órdenes de inmigración de la era Trump, que según los críticos han contribuido al número de inmigrantes ilegales que ingresan desde México, superando los 100,000 en febrero, el primer mes completo de Biden en el cargo.
Los republicanos de la Cámara en otras partes de Texas calificaron el lunes la situación como la “crisis fronteriza de Biden” y le pidieron que revirtiera sus primeras acciones sobre inmigración.
Mendez dijo que él no podía hablar por otras ciudades fronterizas.
La única forma en que la situación podría convertirse en una crisis para Brownsville es si las cifras «llegan a un punto en el que no podamos procesar a las personas de manera eficiente».
La ciudad tiene capacidad para procesar a unos 250 inmigrantes al día.
Mendez espera que el número aumente, dado que la temporada alta de migración no ha comenzado. El alcalde ha transmitido la capacidad al gobierno federal. «Ellos son conscientes de eso y han prometido no abrumar a la ciudad de Brownsville», dijo a los periodistas.
Varios programas que ha iniciado la administración Biden, como un programa que reunió a algunos niños que cruzaron la frontera con padres que ya están en los Estados Unidos, probablemente llevarán a que más menores no acompañados ingresen a los Estados Unidos, pero Mendez espera que usen otros puertos de entrada.
Otro problema es si aumenta el porcentaje de inmigrantes que dan positivo por COVID-19. La última tasa de positividad fue del 7.3 por ciento.
Si los inmigrantes dan positivo, se los envía a un refugio o un hotel para ponerlos en cuarentena, aunque la ciudad no tiene la autoridad legal para obligarlos a quedarse. La ciudad no pudo proporcionar un número de cuántos se fueron prematuramente, pero los funcionarios dijeron que cuando se van, no se quedan en Brownsville.
“Si ellos se van antes, es por eso que se van, porque ellos simplemente quieren salir de la ciudad e ir a su destino”, dijo Mendez.
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