El alcalde de Uvalde, Texas, refutó un reporte que dice que un policía tuvo la oportunidad de disparar al joven que entró en una escuela primaria de la ciudad en mayo antes de que entrara en la escuela.
«Ningún oficial del departamento de policía de Uvalde vio al tirador el 24 de mayo antes de que entrara en la escuela. Ningún oficial de policía de Uvalde tuvo la oportunidad de disparar al tirador», dijo el alcalde Don McLaughlin en una declaración a los medios de comunicación.
Expertos del Centro de Entrenamiento Avanzado de Respuesta Rápida para el Cumplimiento de la Ley (ALERRT, por sus siglas en inglés) de la Universidad Estatal de Texas dijeron en un reporte publicado el 6 de julio que un oficial del Departamento de Policía de Uvalde «observó al sospechoso portando un rifle fuera de la entrada del vestíbulo oeste» del edificio al que finalmente entró en la Escuela Primaria Robb.
«El oficial, armado con un rifle, pidió permiso a su supervisor para disparar al sospechoso. Sin embargo, el supervisor no escuchó o respondió demasiado tarde. El oficial se volteó para obtener la confirmación de su supervisor y, cuando se volvió para dirigirse al sospechoso, éste había entrado en el vestíbulo oeste sin haber sido detenido», dice el informe.
La revelación fue citada en una declaración del agente transmitida a los expertos por un agente no identificado que ha formado parte de la investigación sobre la respuesta de las fuerzas policiales al tiroteo, que dejó 19 estudiantes y dos maestras muertas.
Sin embargo, McLaughlin dijo que el oficial no vio al tirador.
«Un oficial del Departamento de Policía de Uvalde vio a alguien en el exterior, pero no estaba seguro de a quién veía y también observó a niños en la zona. En última instancia, era un entrenador con los niños en el patio de recreo, no el tirador», dijo.
ALERRT no respondió a una solicitud de comentarios, ni tampoco el Departamento de Policía de Uvalde (UPD).
Otros detalles
Ricardo Rios, jefe de la oficina del sheriff del condado de Zavala, dijo previamente que varios oficiales podrían haber disparado al tirador pero decidieron no hacerlo porque había niños jugando cerca y temían herir a los niños.
Los expertos de ALERRT, que entrena a oficiales de todo el país en cómo responder eficazmente a situaciones de tiradores activos, dijeron que el oficial que observó al tirador afuera «estaba justificado en el uso de la fuerza mortal para detener al atacante», señalando que el código penal de Texas dice que un individuo está justificado en el uso de dicha fuerza cuando razonablemente cree que detendría el asesinato y otros delitos graves.
«En este caso, el oficial de la UPD habría escuchado disparos y/o informes de disparos y observado a un individuo acercándose al edificio de la escuela armado con un rifle. Un oficial razonable concluiría en este caso, basándose en la totalidad de las circunstancias, que el uso de la fuerza letal estaba justificado», señala el informe.
El agente se encontraba a unas 148 yardas de la puerta del edificio por la que finalmente entró el tirador. Esa distancia «está dentro del alcance efectivo» de un AR-15, el tipo de arma que llevaba el oficial, según los expertos.
«El agente comentó que le preocupaba que, si fallaba su disparo, los proyectiles podrían haber penetrado en la escuela y haber herido a los alumnos. También observamos que las normas actuales del Estado de Texas para la cualificación de los rifles de patrulla no exigen que los oficiales disparen sus rifles a más de 100 yardas del objetivo. Por lo tanto, es posible que el agente nunca hubiera disparado su rifle contra un objetivo que estuviera tan lejos», dijeron también. «En última instancia, la decisión de utilizar la fuerza letal corresponde siempre al oficial que la va a utilizar. Si el agente no estaba seguro de poder acertar a su objetivo y de su trasfondo si fallaba, no debería haber disparado».
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