CHICAGO —Tras un fin de semana en el que se produjeron cuatro grandes tiroteos en 6 horas en cuatro ciudades, más de dos docenas de alcaldes demócratas se dirigieron a la Casa Blanca en busca de soluciones, pidiendo al presidente Joe Biden que impulse leyes federales más estrictas en materia de armas.
Un total de 27 alcaldes demócratas enviaron el lunes una carta a Biden en la que abogan por la comprobación universal de antecedentes, la prohibición de las llamadas «armas de asalto» y las restricciones a la venta de armas.
También quieren que Biden lleve a cabo más «intervenciones de poder blando» destinando dinero a las comunidades minoritarias que más sufren la violencia con armas de fuego.
El tiroteo del fin de semana dejó siete muertos y 32 heridos en Chicago, Austin, Cleveland y Savannah. Los tiroteos tuvieron lugar en medio de multitudes al aire libre.
Hasta ahora, 2021 ha sido más mortífero que 2020, el año de la pandemia que vio un aumento récord de crímenes violentos en todo el país. En todo el país, más de 9000 personas murieron por heridas de arma de fuego este año (excluyendo los suicidios), según Gun Violence Archive, una organización sin ánimo de lucro que reúne datos de casi 7500 fuentes de las fuerzas policiales, el gobierno y los medios de comunicación.
La alcaldesa de Cleveland, Nan Whaley, que es la presidenta de la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos y la principal organizadora de la carta de los alcaldes, dijo en la conferencia de prensa del martes: «Queremos trabajar con el presidente Biden mediante acciones ejecutivas para reforzar las herramientas que ya tenemos, y queremos que sepa que estaremos a su lado para impulsar al Congreso a salir de los márgenes y hacer algo».
En abril, tras un par de tiroteos masivos, Biden adoptó una serie de acciones ejecutivas relacionadas con las armas, incluyendo nuevas normas sobre las llamadas «armas fantasma». Las armas fantasma se ensamblan en casa sin número de serie y, por tanto, son difíciles de rastrear.
La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, dijo en la misma conferencia: «No se trata de imponerse sobre los derechos de la Segunda Enmienda de alguien. Se trata de garantizar que nuestros hijos tengan un futuro real, que no sigamos escuchando a nuestros padres decir que tienen miedo de dejar salir a sus hijos en un día cálido y soleado».
Kourtney Redmond, presidenta de 761st Gun Club de Chicago, a favor de la Segunda Enmienda, piensa lo contrario. Las restricciones a las armas han dificultado que sus miembros respetuosos de la ley —muchos de los cuales son propietarios de armas negros— se protejan en medio de la ola de crímenes, dijo.
Por ejemplo, la socia del club Wanda David tuvo que esperar ocho meses para obtener su tarjeta de identificación de propietario de armas de fuego (FOID, por sus siglas en inglés). David la solicitó en agosto de 2020 para poder comprar un arma para protegerse en medio del aumento de los robos de coches en Chicago. Recibió la tarjeta en abril de este año. David declaró a The Epoch Times que se vio privada de su derecho a portar armas de fuego, garantizado por la Segunda Enmienda, durante los meses de espera.
Según la ley de Illinois, los residentes de este estado deben tener una tarjeta FOID válida cuando compran o poseen armas de fuego. Illinois es solo uno de los pocos estados que tienen leyes FOID, dijo Redmond. Su organización ha defendido durante años la eliminación de la ley FOID de Illinois.
«Ya tenemos controles de armas en Chicago, tenemos todas estas otras restricciones en Illinois, y no han funcionado». dijo Redmond.
Chicago lleva mucho tiempo encabezando la tabla de homicidios entre las principales ciudades de Estados Unidos. Con 310 homicidios, 2021 es el año más mortífero de la ciudad en más de una década. Nueve de cada diez muertes se deben a disparos.
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