La alcaldesa de Chicago Lori Lightfoot dijo el jueves que quiere que los restaurantes y bares de su ciudad abran sus puertas lo antes posible. Planea reunirse con el gobernador de Illinois J.B. Pritzker con el fin de levantar la prohibición estatal a los restaurantes de interior.
«Estoy muy, muy focalizada en conseguir que nuestros restaurantes vuelvan a abrir. Si nos fijamos en los diversos criterios que el estado ha establecido, estamos cumpliendo la mayoría, si no todos», dijo Lightfoot en una conferencia de prensa. «Así que esa es una conversación que tendré con el gobernador. Pero quiero que nuestros restaurantes y bares vuelvan a abrir lo antes posible».
Dijo que dado que los restaurantes y bares están entre los negocios que están más regulados y sometidos a inspecciones frecuentes por motivos de sanidad, y ya que sus propietarios han ido «más allá» para garantizar la seguridad de los clientes y empleados, deben estar más seguros que otros lugares donde las medidas sanitarias no son tan rigurosas.
«Saquémoslos de las sombras», dijo Lightfoot. «Dejemos que tengan algo de ocio en los restaurantes, en los bares, donde podamos trabajar con propietarios y gerentes responsables para regular y proteger a la gente de la COVID-19».
En unas declaraciones a WTTW Chicago, la oficina de Pritzker dijo que el gobernador espera reunirse con Lightfoot para discutir el asunto, pero las recientes cifras de casos positivos por virus del PCCh (Partido Comunista Chino) en Chicago no cumplen con el requisito para reanudar los servicios de comida en interiores.
A los restaurantes de Illinois les han prohibido servir comidas en el interior de sus establecimientos durante más de dos meses y medio. Según los parámetros establecidos por la Administración Pritzker, una región debe reducir su tasa de infección por virus del PCCh al 6.5 por ciento para reanudar los servicios de comidas en el interior. Sin embargo, el promedio móvil en Chicago se ha mantenido por encima del 8 por ciento desde el pasado noviembre.
La Asociación de Restaurantes de Illinois (IRA), que representa a unos 25,000 bares y restaurantes, así como a sus 588,000 empleados, dijo que el impacto de la restricción de las comidas en interiores es devastador. Informó de que las empresas de restauración de todo Illinois solo han podido sobrevivir al invierno agotando todos los fondos restantes, despidiendo a los miembros de los equipos dedicados a ello y, a menudo, cerrando permanentemente las operaciones.
Según el grupo, los establecimientos de comida y bebida en Illinois perdieron 31,000 empleos solo en noviembre, más que cualquier otro estado de la nación. También se estima que 5000 restaurantes de Illinois cerrarán permanentemente, dejando en el paro a más de 120,000 trabajadores del sector de la restauración.
«Solo queremos un porcentaje de los servicios de comida en el interior para que podamos traer a los miembros de nuestro equipo de vuelta al trabajo para que luego puedan ir a comprar alimentos y pagar sus servicios públicos, y pagar el alquiler de su familia», dijo el jueves el presidente del IRA, Sam Toia.
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