Un alguacil de California dijo el lunes que no obligará a los solicitantes de empleo ni a los empleados de su departamento a vacunarse contra el COVID-19, a pesar de una orden de salud pública estatal que obliga a los trabajadores en «entornos de congregación de alto riesgo», como las cárceles, a vacunarse o someterse a pruebas para COVID con regularidad.
Chad Bianco, el alguacil del condado de Riverside, publicó el 10 de septiembre en la página de Facebook de su departamento que había declarado previamente que no exigiría la vacuna anti-COVID a los empleados nuevos o veteranos de su departamento, pero afirmó que «no es un antivacunas».
“No soy antivacunas, estoy en contra de las vacunas para mí, pero eso no significa que exigiré que no le apliquen la vacuna a otra persona que siente que puede necesitarla, o que lo necesita, o en personas que están en categorías de alto riesgo, o incluso si simplemente los hace sentir mejor”, dijo Bianco.
“Muchos jefes de departamento y diferentes agencias de aplicación de la ley están elaborando políticas o cosas por el estilo, y en lo que a mí respecta, no impondré una vacuna a nuestros empleados, no haremos obligatoria la vacunación de ningún empleado nuevo o veterano”, continuó. «Creo que es una elección muy personal y que cada quien debe tomar su decisión».
Bianco afirmó el 13 de septiembre que un periódico local tenía previsto publicar una historia sobre su declaración en Facebook. Agregó que en dicha publicación un reportero anónimo había “seleccionado cuidadosamente declaraciones de supuestos expertos en salud con el propósito de plasmar una imagen negativa sobre» él.
Bianco reiteró su posición con respecto a las vacunas y a la “extralimitación tiránica del gobierno”, señalando que es su deber y responsabilidad constitucional proteger al público. Añadió que el artículo que se publicará pronto no es «más que sensacionalismo tratando de ganar lectores y dividirnos aún más como estadounidenses».
«En las últimas dos semanas, la idea de la vacunación obligatoria ha causado mucha preocupación en todo el país», dijo Bianco en el comunicado del lunes. «Para repetir el contexto del podcast de Facebook, no impondré el mandato de vacunación a los empleados del Departamento del Alguacil».
«El gobierno no tiene capacidad ni autoridad para imponer sus políticas en salud. Como vuestro alguacil tengo la obligación de velar por vuestra libertad», continuó.
“Ciertamente no estoy en contra de las vacunas. Estoy en contra de las vacunas para mí. Esa decisión debe tomarse en consulta con su médico después de analizar el beneficio potencial y los posibles efectos secundarios negativos”.
“Es hora de que nuestro gobierno y nuestros políticos se den cuenta de que la única razón por la que existen es porque ‘nosotros, el pueblo’ formamos nuestro gobierno para asegurar las bendiciones de la libertad individual”, agregó Bianco.
El estado de California ha ordenado que aquellos que trabajan en «entornos congregados de alto riesgo», como las instalaciones correccionales locales y estatales y los centros de detención, se vacunen o se sometan a pruebas de COVID-19 dos veces por semana. La orden también se aplica a los trabajadores de la salud y empleados de hogares de ancianos y el estado les dio a los empleados hasta el 23 de agosto para cumplir con esa orden.
Los comentarios de Bianco se producen poco después de que el presidente Joe Biden emitiera nuevos y radicales requisitos federales de vacunación, los cuales podrían afectar hasta a 100 millones de estadounidenses.
Biden anunció el jueves pasado que, según sus órdenes, el Departamento de Trabajo deberá desarrollar una regla según la cual las empresas con más de 100 empleados deberán exigir vacunas o pruebas una vez por semana para sus trabajadores, lo que podría afectar a decenas de millones de empleados del sector privado y de la atención médica de EE.UU.
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