Todos conocemos esa sensación: recordar un acontecimiento de forma tan vívida, sólo para darnos cuenta de que en realidad nunca ocurrió. Estos recuerdos ilusorios son más frecuentes de lo que pensamos.
Un nuevo estudio descubrió patrones eléctricos distintos en el cerebro que distinguen los recuerdos auténticos de los falsos.
El descubrimiento no sólo proporciona una visión poco frecuente de los mecanismos de recuperación de la memoria, sino que también explora las posibilidades de tratamiento de trastornos como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), en el que los flashbacks intrusivos pueden parecer reales.
Cómo configura el hipocampo nuestros recuerdos
El hipocampo es el centro de la memoria cerebral y funciona como un sistema de memoria episódica. Al servicio de nuestra memoria a largo plazo, almacena y recupera experiencias personales, junto con los detalles y emociones asociados, y las relaciona con el contexto. Pueden producirse falsos recuerdos si recordamos un acontecimiento sin el contexto original.
En el nuevo estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, científicos de la Universidad de Pensilvania monitorizaron las señales del hipocampo en pacientes antes de pedirles que recordaran acontecimientos.
Descubrieron patrones neuronales distintos justo antes de que los participantes recuperaran recuerdos verdaderos o falsos. El nivel de actividad del hipocampo también indicaba el grado de similitud entre los recuerdos reales y los inventados.
Señales cerebrales que revelan la verdad de los recuerdos
Los investigadores registraron la actividad neuronal de pacientes epilépticos para medir con precisión las señales cerebrales profundas durante la formación y el recuerdo de los recuerdos, según la autora principal del trabajo de investigación, Noa Herz, becaria postdoctoral del Departamento de Psicología de la Universidad de Pensilvania en el momento del estudio.
Los participantes memorizaron elementos agrupados o sin categorizar y más tarde los recordaron.
Grabaciones intracraneales directas revelaron que los momentos justo antes de recordar la memoria predicen su exactitud. El éxito en la codificación y recuperación de la memoria, indicado por el aumento de la actividad de alta frecuencia del hipocampo y la reducción de la actividad de baja frecuencia, diferencia los recuerdos verdaderos de los falsos.
Esta distinción se produce menos de un segundo antes del recuerdo y desaparece rápidamente después.
Las señales del hipocampo arrojan luz sobre la semejanza entre recuerdos verdaderos y falsos
El estudio demostró que la reducción de la actividad de baja frecuencia en el hipocampo indica una fuerte conexión entre los elementos recordados y su contexto. Una mayor reducción significa una correspondencia más estrecha entre el contexto recordado y el real.
El grado de reducción de las frecuencias bajas se correlacionó con la similitud del contexto entre los recuerdos verdaderos y los falsos.
En entornos controlados, los investigadores hicieron que la gente recordara cosas que no habían sucedido. Les mostraron una lista de palabras relacionadas, pero omitieron una crucial. Por ejemplo, se mostraban palabras como «sueño», «cama» y «siesta», pero no «dormir». La gente podría recordar erróneamente «sueño» porque las otras palabras les hacen pensar en él.
Mediante técnicas de descodificación, los investigadores también predijeron qué contexto estaba vinculado al elemento recordado. Esto arroja luz sobre nuestra capacidad para separar los recuerdos de acontecimientos distintos.
Los hallazgos del estudio podrían allanar el camino a nuevos tratamientos
La investigación demuestra que las señales neuronales que preceden al recuerdo pueden predecir la precisión de la memoria y la atribución contextual errónea en los recuerdos falsos.
Los resultados mejoran nuestra comprensión de los mecanismos de recuperación de la memoria, afirma Herz en un comunicado de prensa. El estudio subraya la importancia de predecir los falsos recuerdos a nivel individual, especialmente cuando causan angustia.
«Las personas que padecen psicopatología relacionada con el estrés, como el trastorno de estrés postraumático, a menudo experimentan intrusiones en la memoria de sus experiencias traumáticas en contextos seguros y distintos al incidente traumático», escribieron los autores del estudio. «Las intervenciones dirigidas que interrumpen la recuperación de recuerdos intrusivos podrían dar lugar a terapias novedosas para tales afecciones clínicas».
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