Las jugadoras del Seattle Storm y el New York Liberty salieron de la cancha y entraron en sus vestuarios el 25 de julio mientras sonaba el himno nacional de EE.UU. antes del partido inaugural de la temporada de la WNBA.
Todas las mujeres se pusieron camisetas negras de manga larga con el lema «Las vidas negras importan (Black Lives Matter)». Los comentaristas de ESPN dijeron que la salida era una protesta contra las «injusticias sociales».
A principios de este mes, la WNBA anunció que su temporada 2020 estará dedicada a la «justicia social». La liga también formó un Consejo de Justicia Social que, según dijo, «será una fuerza motriz de conversaciones necesarias y continuas sobre la raza, el derecho al voto, la defensa del colectivo LGBTQ+ y el control de armas entre otros importantes temas de la sociedad».
La incursión de la WNBA en la política y los asuntos sociales ha sido objeto de controversia porque su defensa está en desacuerdo con las opiniones de una gran parte de su audiencia. Por ejemplo, Black Lives Matter, una organización cofundada por un autoproclamado marxista, busca «desbaratar la estructura de la familia nuclear prescrita por Occidente» y «desmantelar el privilegio cisgénero».
La alineación de la liga con Black Lives Matter resultó en una riña pública con el senador Kelly Loeffler (R-Ga.), quien advirtió que el deporte no debería involucrarse en la política.
«La verdad es que necesitamos menos, no más política en los deportes. En una época en la que la polarización de la política es tan divisiva como siempre, el deporte tiene el poder de ser un antídoto unificador», escribió Loeffler en una carta a la WNBA. «Y ahora más que nunca, debemos estar unidos en nuestro objetivo de eliminar la política de los deportes».
La liga respondió diciendo que continuaría «abogando vigorosamente por la justicia social».
Las protestas políticas en los deportes profesionales comenzaron en la NFL con un puñado de jugadores arrodillados durante el himno nacional. La forma de la protesta provocó una reacción entre los aficionados, que vieron la negativa a ponerse de pie como una falta de respeto a la nación en su conjunto, así como a los hombres y mujeres que murieron al servicio de la nación.
El presidente Donald Trump ha criticado con vehemencia a los jugadores que no respetan el himno.
Antes del partido de apertura de la temporada, la defensa del Liberty Layshia Clarendon y la delantera del Storm Breanna Stewart dedicaron la temporada a Breonna Taylor, una mujer negra que fue herida de muerte por la policía durante un tiroteo que también hirió a un agente de policía. Los agentes de policía estaban ejecutando una orden judicial en un caso de drogas y éstos recibieron disparos del novio de Taylor. Taylor recibió ocho disparos después de que los agentes devolvieran el fuego. Según una demanda presentada por su familia, la policía no encontró drogas en la escena
«Breonna Taylor estaba dedicada y comprometida a elevar a todos los que la rodeaban», dijo Clarendon. «También dedicamos esta temporada a la campaña Say Her Name, una campaña comprometida a decir los nombres y a luchar por la justicia de las mujeres negras, mujeres negras que tan a menudo son olvidadas en esta lucha por la justicia, que no tienen gente marchando en las calles por ellas».
Los equipos guardaron un minuto de silencio por Taylor durante 26 segundos, la edad de Taylor.
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