El gigante chino del comercio electrónico Alibaba anunció el 28 de marzo que se dividirá en seis unidades, al mismo tiempo que salía a la luz la noticia de que su cofundador, el multimillonario chino Jack Ma, ha regresado a China a petición del partido comunista, tras pasar más de un año en el extranjero.
Los observadores chinos creen que esto demuestra que la política de Beijing hacia las grandes empresas tecnológicas chinas de propiedad privada no ha cambiado fundamentalmente.
El 27 de marzo, el South China Morning Post, periódico propiedad de Alibaba, confirmó el regreso de Jack Ma a China. Reportó que Ma visitó ese día la escuela Yungu en la ciudad de Hangzhou, provincia de Zhejiang. La escuela fue creada en 2017 por Ma y otros fundadores de Alibaba.
El 28 de marzo, Zhang Yong, presidente y director ejecutivo de Alibaba, anunció el plan de reestructuración organizativa «1+6+N» de la empresa, la mayor renovación en 24 años, que divide el imperio de Ma en seis grupos empresariales y numerosas compañías.
Cada unidad tendrá su propio consejo de administración y director ejecutivo, y el Grupo Alibaba aplicará plenamente la gestión de holding.
Medidas drásticas contra la industria tecnológica y el sector privado
El régimen comunista chino comenzó a tomar medidas drásticas contra la industria tecnológica a finales de 2020.
Un discurso de Jack Ma a principios de 2020 en el que criticó el sistema regulatorio del régimen chino ha sido ampliamente considerado como lo que desencadenó el aumento del escrutinio de Beijing sobre Alibaba, lo que llevó a la eventual retirada de Ma de los actos públicos. A finales de 2021, Ma abandonó China continental e hizo apariciones en Japón, España, Australia y Tailandia.
En los últimos años, debido a la supresión por parte del gobierno central del sector privado chino en muchas industrias bajo la política de «las empresas estatales avanzan, los sectores privados retroceden», se ha vuelto cada vez más difícil para las empresas privadas sobrevivir.
Durante su ausencia, Ma fue despojado del control de muchas de sus empresas y perdió influencia y riqueza. A principios de enero, Ma cedió sucesivamente el control de Ant Group, Hang Seng Electronics y otras empresas. La estancia de Ma en el extranjero también se considera una protesta contra el trato que el gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) dispensa a los empresarios chinos.
Intentos de aumentar la confianza en la economía china
La economía china ha sufrido un fuerte declive en los últimos tres años bajo la draconiana política de «cero-COVID» y las medidas de control del régimen.
Recientemente, el jefe del PCCh, Xi Jinping, cambió de tono y subrayó repetidamente su apoyo a la empresa privada, afirmando que «siempre trata a las empresas privadas como a su propia gente». El nuevo primer ministro del régimen, Li Qiang, también afirmó que el PCCh tratará a todas las empresas por igual.
Varios medios internacionales informaron que las autoridades del PCCh han presionado a Ma para que regrese a China, con la esperanza de revertir la percepción del mundo exterior sobre el deterioro del entorno empresarial chino. Al parecer, Ma se mostró inicialmente reacio a regresar a China.
Tras confirmarse el regreso de Ma, las acciones de Alibaba subieron un 12% en la bolsa de Hong Kong el miércoles, liderando los valores tecnológicos de la región Asia-Pacífico. Sus recibos de depósito estadounidenses subieron más de un 14% el martes.
Brock Silvers, director de inversiones de Kaiyuan Capital, declaró a CNN el 29 de marzo: «Parece que la ruptura de Alibaba ha sido orquestada por Beijing».
«Esta idea se ve reforzada por la repentina reaparición de Jack Ma, que ahora parece un evento mediático planificado, destinado a impulsar el sentimiento del mercado en un momento crítico», dijo.
El último movimiento muestra que los reguladores chinos siguen teniendo la intención de reducir la influencia de los gigantes tecnológicos de propiedad privada y limitar su poder, incluso cuando Beijing, por otro lado, está instando a las empresas privadas a poner de su parte para crear puestos de trabajo e impulsar la economía de China.
Qiu Wanjun, profesor de finanzas de la Universidad Northeastern de Boston, declaró a The Epoch Times el 29 de marzo que el regreso de Ma a China se debe probablemente a que ha llegado a algún entendimiento tácito con el círculo superior del PCCh o a que ha recibido algunas promesas de ellos.
«El PCCh puede darse cuenta de que el futuro económico de China sería aún peor sin el empuje de Alibaba. En los últimos años, el PCCh ha promovido el avance del Estado y el retroceso del sector privado, pero la contribución de las empresas estatales al desarrollo económico es mucho menor que la de las privadas. Así que ahora, el régimen recurre a las empresas privadas en busca de ayuda».
Hua Chia-Cheng, director de la División de Investigación II del Instituto de Investigación Económica de Taiwán, también coincidió en que es probable que Ma haya negociado ciertos términos con las autoridades del PCCh para su regreso a China.
Pero Hua no es optimista respecto a la economía china. Dijo a The Epoch Times el 29 de marzo que las autoridades pueden querer utilizar a Ma como modelo para que los propietarios de empresas privadas apoyen el desarrollo económico de China, pero los propietarios de empresas privadas pueden no estar de acuerdo con ellas y seguirlas de corazón.
Qiu, de la Universidad Northeastern, dijo que la actual promoción de alto perfil del PCCh de su apoyo a las empresas privadas puede aliviar temporalmente cierta presión para los empresarios privados. Pero a largo plazo, no es una solución real a los problemas a los que se enfrenta la economía china.
«A los empresarios les importa realmente si el entorno empresarial es estable y puede proteger sus derechos de propiedad, y si el mercado es estable».
«La solución a largo plazo del problema pasa por establecer un sistema razonable y legal, y aplicarlo de acuerdo con la ley y la justicia procesal; no se trata de una campaña creada artificialmente para aumentar temporalmente la confianza de los empresarios», afirmó.
Con información de Ning Haizhong, Luo Ya y Reuters.
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