Al día siguiente de que el presidente Joe Biden tomara posesión de su cargo en 2022, el Departamento de Educación emitió su primer comunicado de prensa bajo la nueva administración.
«A petición del Presidente Biden, el Secretario en funciones ampliará la pausa de los pagos de los préstamos federales para estudiantes», decía el título de un comunicado del 21 de enero de 2021.
Durante la administración de Biden, el Departamento de Educación emitió más declaraciones públicas promocionando el alivio de los préstamos estudiantiles que cualquier otro tema, según la revisión de 958 comunicados de prensa, avisos a los medios y transcripciones de discursos realizada por The Epoch Times.
A principios de este año, el Departamento de Educación anunció que Biden, «a través de más de dos docenas de acciones ejecutivas», había aprobado la condonación de la deuda estudiantil por valor de 138,000 millones de dólares a 3.9 millones de deudores.
Las cortes estatales de todo el país y la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminaron que Biden se había extralimitado en su autoridad con esas acciones, de manera que la mayoría de los deudores se mantiene en el limbo sobre la cuestión de cómo y cuándo se van a pagar esas deudas, casi cuatro años después de la promesa del presidente.
El Departamento de Educación también emitió frecuentemente comunicados de prensa sobre modificaciones del Título 9, que permiten a los estudiantes participar en deportes de acuerdo con su sexo deseado, y no el biológico.
Los anuncios relacionados con la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) también han sido habituales en los últimos cuatro años, incluidas las iniciativas de aulas multilingües, el incremento de la financiación para los colegios y universidades históricamente negros, del Mes del Orgullo, el «Día de la Visibilidad Transgénero» y un programa para ayudar a los reclusos a obtener becas Pell y préstamos federales para estudios o a reducir las deudas de los préstamos estudiantiles existentes.
La organización Parents Defending Education (PDE), que se opone a la ideología liberal en la educación pública, calculó que el Departamento de Educación, bajo la administración de Biden, gastó más de mil millones de dólares en subsidios a distritos escolares para programación basada en la DEI, contratación e iniciativas de aprendizaje socioemocional. La lista incluye 4 millones de dólares para un campamento de informática en régimen de internado «culturalmente responsable» de tres semanas de duración para 600 estudiantes de secundaria, 1.2 millones de dólares para capacitar a 40 profesores de primaria en educación centrada en la equidad, 3.97 millones de dólares para un programa de «justicia restaurativa» en el distrito escolar de la ciudad de Filadelfia que sigue el modelo de un programa similar en Oakland, y 38,000 dólares para pagar a un consultor en equidad por una sesión de formación de un día en un distrito de Michigan.
«Se recoge lo que se siembra, y está muy claro que el Departamento de Educación de esta administración ha estado incentivando el avance de ideologías de extrema izquierda en lugar de métodos rigurosos y acreditados de educación», dijo Rhyen Staley, investigadora del PDE, en una declaración pública el 12 de diciembre. «Las únicas personas o grupos que se benefician de la enorme cantidad de subsidios son las universidades, los administradores y los consultores de DEI, a expensas de la educación de los niños. Esto necesita un cambio para poner el aprendizaje de los niños como prioridad de la educación en lugar de priorizar las políticas basadas en la raza y el DEI».
También han sido frecuentes los anuncios sobre la financiación del «American Rescue Plan» (Plan de Rescate Estadounidense) para ayudar a las escuelas de todo el país durante la pandemia de COVID-19 y las orientaciones para la reapertura de las escuelas, así como los comunicados en los que se identificaban violaciones de los derechos civiles en distritos escolares e instituciones de enseñanza superior de todo el país.
También hubo comunicados que promovían iniciativas de educación profesional y técnica, programas de educación rural, esfuerzos de contratación de profesores, sensibilización sobre la violencia armada y aprendizaje socioemocional.
«El año pasado visité un instituto en el que todos los alumnos tenían un periodo de aprendizaje dedicado al bienestar socioemocional o a los apoyos a la salud mental en su horario diario. Veamos más de eso», dijo el secretario del Departamento de Educación, Miguel Cardona, durante un discurso pronunciado el 27 de enero de 2022, en el que expuso su visión de la educación en Estados Unidos, según el sitio web de la agencia.
«Y trabajemos juntos para cumplir el objetivo del presidente de duplicar la cantidad de consejeros escolares, trabajadores sociales y profesionales de la salud mental en nuestras escuelas».
«No podemos perder este momento -esta oportunidad de resetear la educación- regresando a las mismas estrategias prepandémicas que no abordaron las desigualdades para los estudiantes latinos, negros y nativos; los estudiantes de bajos recursos; los estudiantes de comunidades rurales; los estudiantes con discapacidades; los estudiantes que experimentan la falta de vivienda», dijo durante el mismo discurso.
Los elementos de reconocimiento del alto rendimiento académico (Escuelas de Listón Azul) o de reconocimiento del bajo rendimiento en lectura y matemáticas (Boletín de Calificaciones de la Nación) fueron menos frecuentes, pero aún se destacaron.
El 27 de octubre de 2022, Cardona reconoció que hubo descensos significativos en las puntuaciones promedio de los exámenes de lectura y matemáticas de 4º y 8º curso a escala nacional.
«Quiero ser claro: los resultados son espantosos e inaceptables», dijo. «Nos recuerdan el impacto que esta pandemia ha tenido en nuestros alumnos y el importante trabajo que debemos hacer ahora por ellos».
El Departamento de Educación fue creado en 1979 por el Presidente Jimmy Carter.
Su ámbito de actuación fue y sigue siendo limitado: garantizar la igualdad de oportunidades educativas; compartir investigaciones e información que puedan ayudar a los organismos educativos estatales y locales; proporcionar fondos adicionales a las escuelas de muy bajos ingresos que no pueden arreglárselas sólo con la ayuda estatal y el dinero de los impuestos locales sobre la propiedad; y administrar los programas federales de subvenciones y préstamos para la enseñanza superior.
La agencia federal no puede imponer planes de estudios, requisitos de graduación ni credenciales de profesores y administradores. Esas decisiones se toman a nivel estatal y local, donde los gobiernos aportan la mayor parte de la financiación escolar.
La financiación de la educación especial, las investigaciones sobre derechos civiles y la orientación sobre tecnología e inteligencia artificial son tareas más recientes que asumió el Departamento de Educación.
Aun así, todas esas funciones -nuevas y viejas- podrían ser fácilmente absorbidas por otras agencias federales aportando un ahorro masivo para los contribuyentes, dijo Jonathan Butcher, investigador principal del Centro de Política Educativa de The Heritage Foundation.
«Washington está pagando a una administración para que haga el trabajo que ya deberían estar haciendo los departamentos estatales de educación», declaró Butcher a The Epoch Times, añadiendo que la ayuda federal a los distritos con nos ingresos solo representa menos del 10% de las asignaciones por alumno.
«Abolir el Departamento de Educación de Estados Unidos daría más autoridad a los estados y distritos para que tomen decisiones por sí mismos».
Debido a los infructuosos intentos de aliviar la deuda estudiantil, los bajos resultados continuos en los exámenes y el apoyo para permitir que los hombres compitan en los deportes femeninos, dijo Butcher, el Departamento de Educación de Estados Unidos «ciertamente no hizo avanzar las políticas de ninguna manera significativa».
Butcher dijo que espera que el Departamento de Educación en la próxima administración se esfuerce en reducir los gastos administrativos redundantes, haga hincapié en mejorar el rendimiento académico, capacite a los administradores educativos estatales y locales para llevar un mejor liderazgo y promueva la elección escolar universal en todo el país.
The Epoch Times se puso en contacto con el Departamento de Educación para solicitar una entrevista con funcionarios o responder a una consulta por correo electrónico, pero no se obtuvo ninguna información.
La Institución Brookings y el Instituto de Política de Aprendizaje tampoco respondieron a las consultas.
El sindicato de profesores National Education Association (NEA), que apoyó a la candidata presidencial demócrata a la vicepresidencia Kamala Harris, emitió una declaración pública en la que expresó su decepción por los resultados de las elecciones, pero también se atribuyó la victoria de la aprobación del referéndum para acabar con el programa de vales escolares privados financiado por los contribuyentes en Nebraska, mientras que los referendos para codificar la elección escolar en las constituciones estatales de Colorado y Kentucky fueron derrotados.
«Ahora que estas elecciones han terminado, los líderes electos de todo el país deben unirse y enfocarse en servir a todos los estadounidenses, asegurando que todos los estudiantes puedan asistir a una excelente escuela pública, y que los educadores de Estados Unidos tengan el apoyo y el respeto que se merecen», dijo la presidenta de NEA, Becky Pringle, en un comunicado del 6 de noviembre.
David Ardrey, director ejecutivo interino de la National Rural Education Association (Asociación Nacional de Educación Rural), que representa a las escuelas de comunidades pequeñas de 48 estados, dijo que los últimos cuatro años fueron especialmente difíciles porque muchos cargos del Departamento de Educación específicos para atender a los distritos rurales permanecieron sin cubrir durante largos períodos, tal vez debido a las interrupciones por la pandemia.
Independientemente de las administraciones, no saber si la ayuda federal llegará y cuándo lo hará es «lo de siempre» para las escuelas rurales pobres.
Independientemente de cómo cambie el Departamento de Educación, la mayor preocupación de Ardrey es preservar los enlaces federales que ayudan a los líderes de los distritos de las comunidades más pequeñas a conseguir suficiente dinero y orientación para mantener sus escuelas abiertas.
«Los niños no dejan de ir a la escuela porque vayamos a cambiar al presidente», dijo a The Epoch Times.
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