El gobierno de Biden confirmó el viernes que la directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, dejará el cargo pronto, meses después de que se anunciara su salida.
«Desde mi etapa como vicepresidente, Kate ha sido una asesora leal y de confianza, en las buenas y en las malas», dijo el presidente Joe Biden en un comunicado en el que confirmó su marcha. «Ella fue una voz estratégica crítica desde el primer día de mi campaña presidencial en 2019 y ha sido una pieza clave para avanzar en mi agenda en la Casa Blanca. El país está mejor como resultado de su arduo trabajo y estoy muy agradecido con ella —y con su esposo y sus dos hijos pequeños— por dar tanto. Ben tiene unos zapatos muy grandes que llenar».
Ben LaBolt, un alto cargo de comunicación demócrata que trabajó en la Administración Obama, sustituirá a Bedingfield como director de comunicación de la Casa Blanca, según informó la Administración. La Casa Blanca indicó que LaBolt trabajó previamente para la Casa Blanca mientras ésta intentaba asegurar la confirmación de la jueza de la Corte Suprema Ketanji Brown Jackson el año pasado.
Antes de trabajar como directora de comunicaciones, Bedingfield desempeñó funciones similares en la Administración Obama. Fuera del gobierno federal, Bedingfield trabajó para la Motion Picture Association of America, según el comunicado de la Casa Blanca.
El año pasado, la Casa Blanca confirmó que dejaría el cargo en una fecha no revelada.
«Su perspicacia estratégica, su intensa devoción a la agenda del presidente y su feroz trabajo en su nombre no tienen parangón», dijo entonces Ron Klain, ex jefe de gabinete de la Casa Blanca. «Ella continuará siendo un actor crítico en la agenda de Biden hacia adelante desde el exterior».
En aquel momento, el comunicado de la Casa Blanca decía que Bedingfield se marcha para «pasar más tiempo con su marido y sus hijos pequeños» y no daba otras razones. Según datos recientes de la Casa Blanca, Bedingfield ganó 180,000 dólares en 2022, lo que la convierte en una de las funcionarias mejor pagadas de la Administración.
El año pasado, por esas mismas fechas, la Casa Blanca confirmó que Jen Psaki, la primera secretaria de prensa de Biden, dejaría la administración antes de incorporarse a la MSNBC como analista política. Fue sustituida por la actual secretaria de prensa, Karine Jean-Pierre.
Bedingfield dejará la Casa Blanca a finales de febrero.
Otras salidas
Con la salida de Bedingfield, ya es la tercera funcionaria de la Administración Biden que se marcha en 2023.
El 2 de febrero, Biden confirmó que el director del Consejo Económico Nacional, Brian Deese, dejaría la Casa Blanca.
«Cuando asumí el cargo, nos enfrentábamos a un alto desempleo, una economía en crisis y calles principales cerradas en todo el país. Sabía que no solo teníamos que conseguir que las familias volvieran a trabajar y que las empresas reabrieran, sino que teníamos que reconstruir nuestra economía para que nadie se quedara atrás», dijo Biden al confirmar la marcha de Deese.
Elogiando el trabajo de Deese, Biden escribió además que «tiene una capacidad única para traducir complejos retos políticos en acciones concretas que mejoran la vida de los estadounidenses. Ha contribuido a hacer realidad mi visión económica y ha gestionado la transición de nuestra histórica recuperación económica hacia un crecimiento constante y estable».
Días antes, la Administración anunció la salida de Klain, exjefe de gabinete de la Casa Blanca. Klain se marchó esta semana y fue sustituido por Jeff Zeints, que ha ejercido de coordinador de la respuesta al COVID-19 de Biden.
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