El 27 de noviembre, el subsecretario de Salud del país, Hugo López-Gatell Ramírez, publicó un comunicado en el que afirmaba que las restricciones de viaje y el cierre de fronteras eran «medidas poco útiles» que afectan a la economía y al bienestar de la población.
Esto se produce como respuesta al descubrimiento de una nueva variante del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), llamada ómicron. El virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus, es el virus que causa el COVID-19.
La variante B.1.1.529 conocida como ómicron fue notificada por primera vez a la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde Sudáfrica el 24 de noviembre. Aunque la OMS admite que actualmente no hay información que sugiera que los síntomas o la gravedad de ómicron sean diferentes de las variantes existentes del virus del PCCh, preocupa el número de mutaciones evidentes de ómicron, que actualmente se está estudiando.
En su declaración, Ramírez dijo que, basándose en la información disponible sobre los riesgos de la nueva variante, restringir los viajes y cerrar las fronteras es desproporcionado con respecto a lo que muestran las pruebas científicas existentes.
El domingo, el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti, instó al mundo a confiar en las normas sanitarias internacionales y en la ciencia para evitar el uso de prohibiciones de viaje innecesarias.
El virus del PCCh ha matado a 293,186 personas en México hasta el 26 de noviembre, según datos de la OMS. En enero de este año la mortalidad relacionada con el virus del PCCh alcanzó su máximo, con 9737 muertes registradas en la semana del 18 de enero.
Al contrario de lo que hicieron muchas naciones, México nunca cerró su sector turístico durante el momento álgido de los cierres por la pandemia. Actualmente, la nación está entrando en su temporada alta de turismo (diciembre-abril), con la llegada de millones de turistas, muchos de ellos procedentes de Estados Unidos. Los ingresos del turismo extranjero generaron la nada despreciable cifra de 2220 millones de dólares en julio de este año.
«[La variante ómicron] No se ha demostrado que sea más virulenta ni que evada la respuesta inmune inducida por las vacunas», dijo Ramírez.
Las autoridades brasileñas anunciaron el 26 de noviembre el cierre de sus fronteras a seis países africanos para frenar la propagación de la variante. Ese mismo día, Guatemala anunció la restricción de la entrada a ocho países africanos. Se trata de las primeras naciones latinoamericanas que aplican restricciones de viaje por países debido a la variante ómicron.
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