La vicesecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, y el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, dirigirán las conversaciones sobre seguridad entre ambas naciones en Ginebra el 10 de enero, mientras aumenta la presión internacional sobre Moscú para que reduzca las tensiones en la frontera con Ucrania.
El jueves, el presidente Joe Biden y el presidente Vladimir Putin, mantuvieron una conversación telefónica en función de la petición de Moscú de resolver constructivamente las cuestiones basadas en los intereses nacionales mutuos. Recientemente Rusia acumuló entre 60,000 y 90,000 soldados a lo largo de la frontera con Ucrania, alarmando a las potencias europeas y a la alianza de la OTAN. Putin busca garantías de seguridad legalmente vinculantes por parte de la OTAN respecto al despliegue de armas y otras expansiones a lo largo de su frontera oriental.
«Durante las conversaciones buscaremos de parte de Estados Unidos garantías legales firmes sobre la seguridad de Rusia, es decir, que la OTAN no se mueva hacia el este y que los sistemas de armas que amenazan a Rusia no se desplieguen cerca de nuestras fronteras», dijo María Zakharova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, en una sesión informativa el jueves.
Mientras tanto, durante una reciente conversación de 50 minutos, Biden advirtió a Putin sobre invocar sanciones y ampliar la presencia estadounidense si se realiza un ataque contra Ucrania. En 2014, Moscú anexó a Rusia la región de Crimea, Ucrania, y dio su apoyo a las fuerzas separatistas prorrusas dentro del país, que desde entonces han estado librando una guerra de casi ocho años contra las fuerzas armadas de Kiev.
«Yo dejé claro al presidente Putin que si hace más movimientos, si se mete en Ucrania, tendremos sanciones severas. Aumentaremos nuestra presencia en Europa con nuestros aliados de la OTAN y habrá que pagar un alto precio por ello», dijo Biden a los periodistas a la salida de un restaurante de Wilmington, Delaware.
Además de las conversaciones previstas en enero, los líderes están buscando otras formas de resolver el actual conflicto. «Ambos líderes reconocieron que es probable que haya áreas en las que podamos hacer un progreso significativo, así como áreas en las que los acuerdos pueden ser imposibles y que las próximas conversaciones determinarán con mayor precisión las líneas de cada una de esas categorías», dijo a Reuters un alto funcionario de la administración.
Putin dejó en claro que cualquier sanción que incluya la exclusión de Rusia del sistema financiero mundial recibiría una respuesta inmediata, y «podría llevar a una ruptura total de los lazos entre nuestros países», según el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov.
Biden también mantendrá una conversación con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, anunciada para el domingo, en la que según los funcionarios, se hablará de la crisis fronteriza además de la integridad territorial y los preparativos de este mes para los compromisos con Rusia.
«Como hemos acordado con nuestro socio estratégico (Estados Unidos), nada sobre (Ucrania) sin (Ucrania). Esperamos hablar de nuevo con @POTUS este domingo para coordinar nuestros pasos por el bien de la paz en Ucrania y la seguridad en Europa», escribió Zelensky en un tuit el sábado.
Ucrania quiere entrar en la OTAN, pero la alianza afirma que el país tiene un largo camino que recorrer antes de lograr la adhesión, incluyendo reformas internas y la aplicación del Estado de Derecho. Además, la OTAN se vería desbordada y tendría que invertir más recursos para mantener la seguridad en las fronteras ucranianas.
Moscú celebrará una sesión con la OTAN el 12 de enero mientras que el 13 de enero está prevista en Viena una reunión más amplia entre Rusia, Estados Unidos, Ucrania y otras naciones europeas.
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