Un grupo de más de una docena de antiguos alumnos de la Academia de la Guardia Costera de EE.UU. (USCG) presentaron el 5 de septiembre denuncias ante la USCG, alegando que fueron víctimas de agresiones sexuales y que la escuela permitió que los abusos quedaran impunes.
Las denuncias no están a disposición del público, pero Christine Dunn, la abogada que representa a los antiguos alumnos, dijo a Reuters que las presuntas víctimas —12 mujeres y un hombre— reclaman USD 130 millones por daños y perjuicios, o 10 millones de dólares cada una.
Dunn dijo que los estudiantes presentaron reclamaciones administrativas ante la USCG, alegando que la academia de Connecticut dio vía libre a los abusadores sexuales y no protegió a las víctimas ni proporcionó recursos durante casi cuatro décadas.
Las reclamaciones se presentaron en virtud de una ley federal que exige que se presenten por vía administrativa antes de ser alegadas en una demanda ante las cortes federales.
Dunn no devolvió a The Epoch Times las solicitudes de comentarios y copias de las denuncias antes de esta publicación.
Un portavoz de la Guardia Costera dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que la USCG recibió las reclamaciones, pero la ley federal impide que se discutan los detalles.
«La Guardia Costera resolverá las reclamaciones de acuerdo con la Ley Federal de Reclamaciones por Agravios y cualquier otra ley aplicable», dijo el portavoz, añadiendo que la agresión sexual y el acoso sexual no tienen cabida en el servicio.
«La Guardia Costera se compromete a proteger a su personal y a garantizar un entorno seguro y respetuoso que elimine las agresiones sexuales, el acoso sexual y otros comportamientos nocivos», dijo el portavoz.
La agencia señaló que en julio de 2023, el Comandante de la USCG dirigió una Revisión de Responsabilidad y Transparencia, a través de la cual la USCG está proporcionando recursos «para mejorar la prevención, el apoyo a las víctimas y la rendición de cuentas».
«La Guardia Costera es inquebrantable en nuestro compromiso con el cambio institucional y cultural duradero, también garantiza un entorno seguro y respetuoso que es intolerante con el daño», dijo el portavoz.
El 7 de agosto, el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos publicó un informe en el que se detalla su investigación sobre las acusaciones. Los miembros del subcomité hablaron con más de 80 personas —actuales y antiguos cadetes de la academia y miembros enlistados— que se presentaron como denunciantes.
«Estas historias, que abarcan desde la década de 1970 hasta la década de 2020, describen fallos sistémicos en la Academia de la Guardia Costera y en la Guardia Costera —incluyendo barreras a la denuncia, represalias y una cultura que no tomó en serio el acoso sexual y la violencia entre sus filas— que continúan hasta nuestros días», dice el informe.
En su testimonio ante el subcomité el 11 de junio, la Comandante de la Guardia Costera de EE.UU. Linda Fagan dijo que muchos miembros de la Guardia Costera no experimentan el ambiente de trabajo seguro que se merecen y que hubo una erosión de la confianza entre los líderes de la Guardia Costera.
«La Guardia Costera está comprometida con la transparencia a medida que trabajamos para mejorar el clima y la cultura del Servicio, prevenir la agresión sexual y el acoso, y mejorar los recursos de atención y recuperación para las víctimas», dijo Fagan. «Reconstruir la confianza dentro de nuestra fuerza de trabajo es nuestra principal prioridad, y comienza con la eliminación de las barreras a la denuncia, garantizando la rendición de cuentas y promoviendo la transparencia por parte de los altos mandos».
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