Los alumnos de una secundaria cercana a Boston se rebelaron contra las celebraciones del Mes del Orgullo y destruyeron las decoraciones de arco iris, según las autoridades escolares.
El incidente se desencadenó después de que el club Spectrum de la escuela para estudiantes LGBT celebrara el comienzo del Mes del Orgullo distribuyendo pegatinas del arco iris, pegando carteles del Orgullo y diciendo a sus compañeros que llevaran ropa del arco iris, reportó el Boston Globe.
Los alumnos del Marshall Simonds Middle School de Burlington fueron animados por sus maestros a apoyar al grupo estudiantil, el 2 de junio, en la celebración del Mes del Orgullo, reportó Boston 25 News.
Sin embargo, algunos alumnos se negaron y, en su lugar, arrancaron las decoraciones arco iris, vistieron colores patrióticos y corearon que «U.S.A.» era su pronombre, en lo que los directivos escolares calificaron de muestra de «intolerancia y homofobia.»
La maestra de computación Diana Marcus declaró a BCAT News que los alumnos manifestantes habían intimidado a los participantes en la celebración del Orgullo, lo que era similar a lo que los directivos escolares dijeron en una carta a los padres.
«En el transcurso del día, se pudo ver realmente una reducción del número de estudiantes que paseaban con ropa de los colores del arco iris. Fue muy duro», dijo Marcus.
«Los alumnos de secundaria captan todas estas cosas. Pueden parecer socialmente inconscientes, pero nuestros alumnos más vulnerables son muy conscientes de la situación que les rodea. Estaba muy claro que esos alumnos no se sentían apoyados».
La directora Cari Perchase, que apoya a la comunidad gay y transexual del centro, dijo a los alumnos que «sentía de veras que un día destinado a que celebren su identidad se convirtiera en un día de intolerancia» y que «quiero manifestar públicamente que me solidarizo y apoyo a los miembros de la comunidad LGBTQ que se vieron afectados por estos sucesos».
«Pedimos a todo el personal, maestros y miembros de la comunidad de Escuelas Públicas de Burlington que se unan a nosotros para adoptar una postura contra la homofobia y las acciones de odio dirigidas a la identidad», escribió el superintendente Eric Conti en una carta a la comunidad.
El 13 de junio se celebró una reunión del Comité Escolar para debatir el enfrentamiento.
Activista LGBT pide que se castigue a los alumnos rebeldes
Nancy Bonassera, copresidenta de la Coalición por la Equidad de Burlington, que dijo ser madre de uno de los alumnos de la escuela, se quejó de la revuelta estudiantil en la reunión de la junta selecta de la ciudad celebrada el 12 de junio.
«Ese mismo día, hubo una contramanifestación en respuesta a lo que debería haber sido un día para celebrar. Los estudiantes vistieron ropas rojas, blancas y azules, corearon ‘mis pronombres son EE. UU.’ y destruyeron las decoraciones arco iris de la escuela», dijo Bonassera.
«Estas muestras de intolerancia y homofobia son inaceptables y afectan a toda la comunidad», añadió.
Bonassera exigió que los directivos de la escuela «tuvieran consecuencias» y castigaran a los niños que protestaban, y declaró que el incidente era una oportunidad para que la ciudad promoviera la inclusividad y la igualdad.
También pidió que la ciudad de Massachusetts restableciera el subcomité de Diversidad, Equidad e Inclusión y nombrara un director de la política de DEI, que lleva un año vacante.
«También creemos que, sin ninguna acción directa y concreta, estos incidentes volverán a producirse y aumentarán en gravedad», declaró la madre activista.
Carl Foss, exmiembro del Comité Escolar, se declaró «conmocionado y entristecido» por la manifestación de los niños y dijo que «pensaba que Burlington era un lugar más seguro que Texas o Florida».
«Obviamente, me equivoqué», añadió Foss. «Algunos pueden argumentar que los incidentes son un problema de la escuela. A eso, yo diría que es más profundo. Este tipo de retórica intolerante empieza en el hogar».
El presidente del Consejo Selecto, Mike Runyan, dijo a los asistentes a la reunión que la dirección del colegio se estaba tomando el asunto en serio y estaba colaborando con el pueblo para investigar.
De momento, se desconoce si se ha castigado a algún alumno en relación con la protesta.
La Junta Municipal pide que se establezcan políticas de DEI
Por su parte, Michael Espejo, miembro de la Junta Municipal, declaró a la CBS Boston que «se ha arrojado una mala luz sobre nuestra ciudad» y afirmó que estaba traumatizado por lo ocurrido en la escuela.
«Estaba muy disgustado. He perdido el sueño por ello», dijo Espejo, y añadió: «Me ha conmocionado hasta la médula. No pensaba que algo así pudiera ocurrir en Burlington».
También pidió que se restableciera la extinta subcomisión de la DEI y dijo que se pusiera al frente de ella a un «profesional» para «dirigirnos en el empeño».
La gobernadora Maura Healey, lesbiana de Massachusetts, declaró a Boston 25 News que estaba decepcionada por lo ocurrido en la escuela, pero que los directivos se ocuparían inmediatamente de ello.
«Espero que se convierta en un momento de enseñanza para los jóvenes que participaron en ello», dijo Healey, y que «no representa lo que somos como estado».
Healey afirmó que el estado de Massachusetts trabajará para garantizar que «los miembros de la comunidad LGBTQ+, jóvenes y mayores, sean vistos, sean escuchados, sean respetados y sean cuidados y protegidos».
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