La ampliación de los pagos por desempleo incluidos en la medida de alivio de la pandemia de 2.2 billones de dólares aprobada por el Congreso en marzo podría estar obstaculizando la recuperación económica de EE.UU., según Goldman Sachs.
«Si bien el aumento de los beneficios de 600 dólares por semana ha sido fundamental para estabilizar los ingresos de los hogares estadounidenses hasta el momento, también ha impulsado la proporción de reemplazo —los beneficios como parte de los ingresos anteriores— por encima del 100 por ciento para muchos trabajadores de bajos salarios. Si la medida se extiende más allá de la fecha actual de finalización del 31 de julio, esto reducirá el incentivo para buscar trabajo a medida que la economía se abre», escribió el economista jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, en una nota a los inversores, según Yahoo Finance.
La Ley CARES incluía la disposición de 600 dólares por semana en un intento de compensar las pérdidas económicas sufridas durante la pandemia de virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Pero algunos republicanos y economistas han expresado su temor de que los beneficios adicionales de desempleo puedan desincentivar a la gente a conseguir un trabajo después de ser despedidos, mientras que los principales líderes, incluyendo el líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell (R-Ky.) han prometido eliminar la disposición en futuros paquetes de ayuda.
«Si expira, los ingresos caerán bruscamente. Al final, creemos que una extensión parcial de 300 dólares por semana limitará tanto los efectos del incentivo como el impacto en los ingresos, sin resolver completamente ninguno de los dos», escribió Hatzius.
Un estudio de la Universidad de Chicago mostró que alrededor del 68 por ciento de los trabajadores desempleados se llevan a casa más dinero por semana mientras permanecen en el seguro de desempleo en lugar de trabajar.
El estudio de la universidad señaló que el beneficio era una «expansión sustancial de los ingresos» para los trabajadores de menores ingresos. Sin embargo, señaló que algunos trabajadores también perdieron el seguro médico cuando fueron despedidos.
El Departamento de Trabajo informó esta semana que unos 40 millones de estadounidenses han solicitado el seguro de desempleo en los últimos dos meses, ya que las empresas cerraron y los gobernadores iniciaron medidas de confinamiento en un intento de evitar la propagación de COVID-19.
«Creemos que estas solicitudes en las 10 semanas desde el confinamiento de la pandemia de coronavirus a mediados de marzo cuentan la verdadera historia de los escombros que hay en el país y el enorme daño a largo plazo que se ha hecho a la economía», dijo Chris Rupkey, economista jefe del Grupo Financiero Mitsubishi UFJ en Nueva York, sobre las solicitudes de desempleo.
Reuters contribuyó a la elaboración de este artículo.
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