Un estudio israelí ha descubierto que una cuarta dosis de la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer no ofrece una protección duradera contra la variante ómicron del virus del PCCh.
Utilizando los datos del Ministerio de Sanidad sobre más de 1.2 millones de personas, los investigadores descubrieron que una segunda dosis de refuerzo de la vacuna BioNTech-Pfizer ofrecía protección contra infecciones significativas de COVID-19 durante seis semanas. Sin embargo, la protección contra todas las infecciones por el virus empezó a disminuir rápidamente a las cuatro semanas y casi desapareció a las ocho, según el estudio, publicado en la revista New England Journal of Medicine.
Los investigadores, sin embargo, dijeron que parece haber algún beneficio conferido por un segundo refuerzo, o cuarta dosis, de la vacuna de Pfizer.
«En general, estos análisis proporcionaron pruebas de la eficacia de una cuarta dosis de la vacuna contra la enfermedad grave causada por la variante ómicron, en comparación con una tercera dosis administrada más de 4 meses antes. En el caso de la infección confirmada, una cuarta dosis parecía proporcionar solo una protección a corto plazo y un beneficio absoluto modesto», escribieron los autores del estudio.
Tomaron nota de los reportes que indican que la «protección contra el ingreso hospitalario conferida por una tercera dosis administrada más de 3 meses antes es sustancialmente menor contra la variante ómicron que la protección de una tercera dosis fresca contra el ingreso hospitalario por la enfermedad causada por la variante B.1.617.2 (delta)».
«En nuestro estudio, una cuarta dosis pareció aumentar la protección contra la enfermedad grave en relación con tres dosis que se administraron más de 4 meses antes», añadieron.
Los autores precisaron además que, dado que el estudio solo abarcó un periodo de dos meses, no está claro si la vacuna protege contra la enfermedad grave que se desvanece después de ocho semanas. Se necesitan más estudios e investigaciones de seguimiento para tomar una determinación clara, según el estudio.
El estudio también se centró en adultos de 60 años o más. No aportó datos sobre la eficacia del segundo refuerzo en grupos más jóvenes.
Sus conclusiones llegan en un momento en que los responsables políticos debaten públicamente si los estadounidenses necesitan vacunas de refuerzo adicionales. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) celebró el miércoles un panel de asesores sobre las inyecciones adicionales de la vacuna contra el COVID-19.
En marzo, la FDA emitió una autorización de uso de emergencia para segundas dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer y Moderna para personas de 50 años o más, así como para personas inmunodeprimidas de 12 años o más. El organismo regulador de los medicamentos también autorizó la administración de un refuerzo de la vacuna de ARNm para quienes recibieron la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson, que utiliza un adenovirus.
Hace varias semanas, investigadores israelíes descubrieron en otro estudio previo que la protección de un segundo refuerzo de Pfizer disminuía rápidamente.
La protección contra la infección aumentó inicialmente tras la cuarta dosis, alcanzando el 64% durante la tercera semana, pero disminuyó rápidamente hasta el 29% a las 10 semanas, según descubrieron.
«Parece que la eficacia de la cuarta dosis disminuye antes, de forma similar al hecho de que la tercera dosis quiere antes que la segunda», señaló el estudio.
Con información de Zachary Stieber.
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