Un bebé prematuro que nació en un hospital de la provincia de Valencia, España, fue amputado de una de sus piernas debido a un error médico en el tratamiento que recibió por parte de los médicos.
Medios locales informaron hoy que Carmen Flores, presidente del Defensor del Paciente, envió un escrito a la Fiscal Superior de Valencia, María Teresa Gisbert, pidiendo una investigación por «los errores» que al parecer ocurrieron en el caso del bebé prematuro que nació en el Hospital General de Castellón a quien se le amputó una pierna hasta la rodilla y se le dio un fármaco caducado un mes.
El reclamo lo hizo en base al artículo 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que “obliga a los que por su cargo, profesión u oficio tuvieren noticia de algún delito público a denunciarlo inmediatamente al Juez o al Fiscal”.
Los padres del bebé, Gerard, relataron que a las 23 semanas de gestación la madre empezó a perder líquido amniótico e ingresó en el Hospital General de Castellón.
Denuncian la amputación «por un error» de la pierna a un bebé al que además dieron un fármaco caducado en un hospital valenciano https://t.co/8uOEr2y7uj
— Asociacion El Defensor del Paciente (@AsociacionElDe1) 1 de mayo de 2019
Luego a las 24 semanas en la habitación del hospital el pediatra jefe de la UCI de neonatos les comunicó que “si el bebe lo tenemos que sacar ahora mismo el hospital no haría nada para luchar por su vida puesto que sería demasiado prematuro”, aseguraron los padres en su escrito, reportó Las Provincias.
A las 25 semanas la madre se quedó sin líquido amniótico y hubo que hacer cesárea de urgencia. El niño nació con 880 gramos, sin complicaciones. «Era muy prematuro, pero nació bien», aseguraron los padres.
Pero con 28 días de nacido y estando en la incubadora el bebé empezó a ponerse mal. “Estuvieron dos días pinchándole en las femorales buscando una vía central» y «cuando decidieron dejarnos entrar vimos que mi hijo tenía la pierna como con hematomas».
Los padres entonces preguntaron a los médicos sobre lo que sucedía:
“Entonces la pediatra jefe nos dijo ‘nos hemos equivocado’”, aseveraron los padres, y explicaron que se refería al pinchazo en la pierna derecha que lo hicieron mal.
Luego de ello el bebé empeoró y la pierna empezó a ponerse de color morado. Unos 7 u 9 días después vino el cirujano vascular a visitar la bebé cuando el tono morado de su pierna pasó al tono oscuro o negro.
Le dijeron a los padres que le amputarían quizás solo la punta de los dedos, pero después le confirmaron que la amputación sería 10 cm por debajo de la rodilla.
Los médicos, intentando buscar una arteria “perforaron una vena y esta se cerró cortando el riego sanguíneo a la pierna derecha”, ese fue el error que cometieron, señalaron los padres en su carta.
Mala praxis
“En ocasiones, los profesionales de la sanidad, como consecuencia de la acumulación de pacientes y del escaso tiempo que tienen para dedicarles, pueden incurrir en errores, que desgraciadamente deriven en fatales consecuencias”, dijeron desde el Estudio Jurídico, Abogados Guzmán & Cubero.
Explicaron que, legalmente se entiende por “mala praxis” cuando el facultativo no sigue los protocolos establecidos para cada caso, o no adopta los códigos de conducta sanitarios existentes.
Como resultado de este error los daños producidos por los galenos durante la prestación sanitaria conllevarían una indemnización.
Los padres del bebé además, aseguraron que en los 3 meses que pasaron en el hospital vieron a enfermeros manipulando al bebé sin desinfectarse las manos, y que se dieron cuenta de que le dieron “ventolin caducado”.
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