ANÁLISIS: Americanos rechazan adoctrinamiento trans a niños y campañas del orgullo de empresas

Lo que empezó como una hora de cuentos de drag queen evolucionó hasta convertirse en espectáculos de drag para niños. Ahora, hombres desnudos pedalean en bicicleta delante de los niños en los desfiles del orgullo de Seattle, mientras los activistas LGBT de Nueva York marchan por las calles coreando: «Estamos aquí. Somos queer. Venimos a sus hijos».

Como ya reportó The Epoch Times, la marea está cambiando en cuanto a la tolerancia de la ideología transexual.

La ciencia biológica ha sido sustituida por sentimientos internos e identidades elegidas. La claridad del propio sexo se ha difuminado por la ambigüedad del «género».

Ahora existe un número infinito de pronombres. No utilizar el pronombre correcto puede suponer perder el trabajo.

Los hombres reclaman títulos, trofeos, becas y galardones en los deportes femeninos. Los hombres son nombrados Mujer del Año y coronados en concursos femeninos.

La reacción comenzó cuando Anheuser-Busch eligió a un influencer transexual como portavoz de Bud Light. Se convirtió en una revuelta cuando Target apuntó a los niños. Ahora, encuestas recientes confirman que los estadounidenses están hartos del perjudicial adoctrinamiento transgénero y de las campañas «woke» del orgullo de las empresas.

Según una encuesta reciente realizada por Summit.org, en colaboración con McLaughlin and Associates, el 61% de los probables votantes creen que «presentar a los niños pequeños ideas como el transgenerismo, los espectáculos de drags y los temas LGBTQ+ perjudica su desarrollo emocional y psicológico». Aún más, el 63% cree que los activistas que promueven la transexualidad, los espectáculos de travestis y los temas LGBT entre los niños tienen un motivo oculto.

Por el contrario, la encuesta también reveló que el 50.3% de los usuarios de TikTok creen que presentar a los niños la transexualidad, los espectáculos de drags y los temas LGBT es útil para su desarrollo emocional y psicológico. Sólo el 33.8 de los usuarios de Facebook piensan lo mismo. Además, el 44.9% de los usuarios de TikTok afirman que presentar a los niños la transexualidad, los espectáculos de drags y los temas LGBT está «motivado por el deseo de ayudar a los niños». Sólo el 31.4 por ciento de los usuarios de Facebook cree que el esfuerzo tiene intenciones altruistas.

Lo sorprendente de las opiniones de los usuarios de TikTok es que los datos recopilados por Statista en abril muestran que la mayoría de los usuarios de TikTok (38.4 por ciento) son mujeres jóvenes (20.9 por ciento) y hombres jóvenes (17.5 por ciento) de entre 18 y 24 años, casi el mismo grupo de edad de las «personas AFAB» citado por las investigaciones de Virginia Tech como el que muestra el mayor aumento de la disforia de género. La mayoría de los usuarios de Facebook (41.9 por ciento) tienen entre 24 y 44 años. El público más reducido, el 22.3 por ciento, se encuentra entre los 13 y los 24 años.

«Los estadounidenses están despertando»

Según Mark Meckler, presidente y cofundador de Convention of States Action, la razón por la que estamos viendo tal repunte en el número de jóvenes que se identifican como transexuales «está muy clara».

Según Meckler, es la evolución radical y descarada del movimiento transgénero lo que ha llevado el nivel de tolerancia estadounidense más allá de su punto de ruptura.

«A los estadounidenses nos han lavado el cerebro con nuestra propia tolerancia», declaró Meckler a The Epoch Times. «Lo que se nos dice es que toleremos cualquier cosa, aunque sea cruel. Eso es un problema porque la tolerancia es una parte importante de los Ecos estadounidenses. Es la razón por la que somos capaces de convivir a largo plazo con una población tan diversa ideológicamente. Por desgracia, esa tolerancia se ha extendido ahora a la tolerancia de cosas que son claramente erróneas y malvadas. Creo que los estadounidenses están despertando a eso, y lo que les está despertando son los niños».

Como explicó Meckler: «Una cosa es decir que un adulto con consentimiento debe poder cortar partes sanas del cuerpo, lo cual creo que debería ser ilegal, y ningún médico debería poder hacerlo. Pero otra cosa muy distinta es decir que está bien hacérselo a los niños».

Meckler también señaló que es importante recordar que un niño está clasificado desde una perspectiva legal como mental y emocionalmente incapaz de consentir.

«Nadie diría que un menor de 18 años puede consentir tener relaciones sexuales, especialmente con un adulto», dijo. «Tenemos leyes contra eso. Pero ahora dicen que tienen capacidad para consentir que se les extirpen los genitales o se les castre químicamente o se les extirpe tejido mamario sano. La idea de preparar a los niños para esta ideología ha irrumpido en la corriente dominante y, naturalmente, la gente lo considera aborrecible. Ir por los niños ha provocado un punto de inflexión».

La respuesta negativa a Bud Light-Target

Una encuesta nacional de junio de 2023 (pdf), realizada por Trafalgar Group en colaboración con Convention of States, muestra que el 40.8 por ciento de los encuestados afirmó haber «boicoteado a una empresa por adoptar posturas progresistas o woke».

Sólo el 24.5% dijo lo mismo de las empresas que adoptan una postura pública «conservadora o MAGA».

Además, la encuesta reveló que eran muchos más los republicanos que habían boicoteado a una empresa por adoptar posturas progresistas o woke que los demócratas por adoptar posturas conservadoras o MAGA: 60.4% frente a 45.1%, respectivamente.

La encuesta también reveló que, a la luz de la reacción de Bud Light y Target, la mayoría de los estadounidenses cree que las empresas deberían dejar de hacer declaraciones durante el mes del orgullo. Aunque a Meckler le complace que los estadounidenses estén despertando por fin a lo que está ocurriendo realmente en el movimiento trans, afirma que todavía hay muchas cosas que los estadounidenses deben comprender.

«Estoy de acuerdo en que se está produciendo un respuesta negativa, pero aún no hemos llegado a ese punto», afirma, y añade que «existe un malentendido» en la opinión pública sobre el origen de la implicación empresarial en las campañas del orgullo.

«Estoy encantado con lo que le está ocurriendo a Bud Light», confesó Meckler, señalando que el boicot al producto le ha restado un 20% de sus ventas interanuales.

«Es increíble. Es una destrucción total de la marca. Yo diría que es una destrucción de marca permanente e irreversible», afirmó Meckler. «Era la cerveza número uno de Estados Unidos y nunca volverá a serlo. Ahora es una broma».

Según los reportes, Bud Light ha dejado de ser la marca de cerveza más vendida de Estados Unidos, estatus que ostentó durante más de 20 años. En mayo, la cerveza promocionada por el influencer transexual Dylan Mulvaney fue sustituida por Modelo Especial, una cerveza rubia mexicana fabricada cerca de Ciudad de México.

Como explicó Meckler, «marca» es la abreviatura de «lo que sientes por algo».

Budweiser era conocida antes como «el rey de las cervezas», dijo Meckler. «Bud es ahora la marca de Dylan Mulvaney. Es la marca de los transexuales».

Target también ha sufrido por su decisión de unirse al empuje transgénero dirigiéndose a los niños. Además de sufrir una caída de 13,000 millones de dólares en las acciones de Target Corp., la empresa fue rebajada de categoría por KeyBanc Capital Markets, según MarketWatch. Esto siguió a la reducción ya impuesta por JP Morgan.

«La mayoría de la gente en Estados Unidos no está de acuerdo con esa agenda, así que han matado su marca», conjeturó Meckler, sugiriendo que otras marcas van a empezar a aprender las mismas duras lecciones que Anheuser-Busch y Target si siguen interponiendo la política de vigilia en su marca.

Kohl’s fue la siguiente empresa que sufrió la indignación de los compradores hartos de la campaña transgénero cuando decidió vender mamelucos para bebés con mensajes como «Pertenece, cree, siéntete orgulloso» y «Pregúntame mis pronombres» impresos en ellos.

En total, Axios calculó una pérdida combinada del valor de las acciones de Anheuser-Bush, Target y Kohl’s de al menos 28,000 millones de dólares.

Otras empresas que se enfrentan a boicots durante el mes del orgullo son The North Face y PetSmart.

«Algo saludable»

Meckler también llamó la atención sobre el hecho de que las políticas ESG también se enfrentan a resistencia. ESG son las iniciales de «Environmental, Social, and Governance» (Medioambiental, Social y de Gobernanza).

Como reporta Forbes, los criterios ESG se impusieron por primera vez en las evaluaciones corporativas y financieras en 2006. En 2020, S&P Global informó de que ESG estaba «de moda».

Pero la marea está cambiando también en este aspecto.

«Hace poco se hizo un estudio sobre lo que se dice en las juntas de accionistas», dijo Meckler, y explicó que «el uso de términos ESG ha descendido drásticamente».

Según explica Riskonnect, la puntuación ESG de una empresa indica su disposición a cumplir las exigencias de los accionistas de establecer políticas que promuevan iniciativas contra el cambio climático, así como políticas de diversidad, equidad e inclusión en aras de «lograr un bien mayor».

En su estudio de julio de 2022, «As You Sow» informó de un «Año Histórico» de presentación de Resoluciones de Accionistas ESG. Sin embargo, ese informe mostró que el apoyo a las resoluciones ESG de los accionistas en las empresas estadounidenses en realidad descendió un 5.4 por ciento —del 32 por ciento al 26.6 por ciento respecto al año anterior— ya que los gestores de activos se echaron atrás a la hora de apoyar las exigencias más estrictas de los inversores.

Meckler también explicó que la decisión de los directores generales de las empresas de capitular ante la ESG no es orgánica. Es forzada.

«Viene porque fondos de inversión gigantes como Vanguard y Blackrock se oponen a las puntuaciones ESG de estas empresas», dijo, explicando que la capacidad de una empresa para reunir capital se basa en estas puntuaciones. Así que cuando hacen estas cosas, están marcando casillas de bancos de inversión».

En última instancia, Meckler cree que la creciente reacción contra la ideología transgénero es «algo saludable para los Estados Unidos de América» y que las empresas, en particular, se están dando cuenta de que no hay ninguna ventaja en introducir la ideología woke en su marca.

«Es una desventaja para ellas, y estamos empezando a ver que eso se traslada al comportamiento corporativo, y creo que eso va a continuar», afirmó.

En una reciente aparición en el programa «CBS Mornings», el director ejecutivo de Anheuser-Busch, Brendan Whitworth, lamentó las reacciones negativas derivadas de la decisión de la empresa de utilizar a Dylan Mulvaney como portavoz de su marca de cerveza más popular.

«Creo que la conversación en torno a Bud Light se ha alejado de la cerveza, y la conversación se ha vuelto divisiva», dijo Whitworth. «Y Bud Light realmente no pertenece a ese ámbito. Bud Light debería consistir en unir a la gente».

En un aspecto, Meckler está de acuerdo.

«La verdad es que debería tratarse de tomar una cerveza y unir a la gente, no de temas divisivos», propuso Meckler. «Lo que queremos son buenos productos. No productos que nos dividan».

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