Al menos un millón de votantes en 43 estados se han pasado al Partido Republicano solo en el último año, según un análisis publicado por The Associated Press el lunes.
AP dijo que compiló las intenciones de voto para hacer el hallazgo, señalando que el cambio está ocurriendo con más frecuencia en los suburbios. En el último año, un número mucho mayor de personas se está pasando al GOP en los condados suburbanos, desde Denver hasta Atlanta, así como en Pittsburgh y Cleveland, dijo.
El GOP también ganó terreno en los condados alrededor de ciudades medianas como Harrisburg, Pensilvania; Raleigh, Carolina del Norte; Augusta, Georgia; y Des Moines, Iowa.
Los datos fueron obtenidos por la empresa de investigación política L2, que proporcionó información sobre 1.7 millones de votantes que probablemente cambiaron de partido en 42 estados. L2 dijo que utiliza los registros estatales de votantes y modelos estadísticos para averiguar la afiliación a un partido.
En los últimos 12 meses, cerca de dos tercios de los 1.7 millones de votantes que cambiaron su afiliación partidista se pasaron al Partido Republicano. Alrededor de 630,000 personas se pasaron al Partido Demócrata en el mismo periodo de tiempo, según AP.
«Biden y los demócratas están lamentablemente fuera de contacto con el pueblo estadounidense, y por eso los votantes están acudiendo en masa al Partido Republicano», dijo la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, a The Associated Press, al parecer confirmando los datos de la agencia de noticias.
McDaniel añadió que «los suburbios estadounidenses tenderán al rojo durante los próximos ciclos» debido a «la subida de la gasolina de Biden, la crisis de la frontera abierta, la escasez de fórmulas para bebés y el aumento de la delincuencia». The Epoch Times se ha puesto en contacto con el RNC y el Comité Nacional Demócrata para pedirles comentarios.
En medio de los elevados precios de la gasolina y de una inflación de décadas, los republicanos han atacado con frecuencia a Biden y sus políticas. Dicen que las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente en 2021, entre ellas la de poner fin al oleoducto Keystone XL y la de detener los nuevos arrendamientos de perforaciones petrolíferas en tierras federales, han contribuido a la agitación económica.
Jessica Kroells, del condado de Larimer, Colorado, dijo que ya no puede votar por los demócratas aunque lo había hecho hasta 2016.
«El partido en sí ya no es demócrata, es socialismo progresista», dijo, condenando específicamente los planes del presidente Biden y de los demócratas para eliminar miles de millones de dólares en deuda estudiantil.
Algunos encuestadores demócratas de toda la vida, por su parte, han alertado ante las elecciones de mitad de periodo de 2022.
«Estos golpes económicos son solo un elemento de un conjunto de problemas en cascada que golpean todos al mismo tiempo. Combina las ansiedades nucleares de los años 50 y 60 con la amenaza de la inflación de los 70, la ola de criminalidad de los 80 y 90 y las tensiones sobre la inmigración ilegal de los 2000 y posteriores», escribió Mark Penn, encuestador de Bill Clinton, para el New York Times a finales de abril.
«Este electorado no está experimentando un malestar, como una vez se dijo apócrifamente que proclamó el presidente Jimmy Carter, sino que se ha formado una profunda fisura nacional lista para estallar como un géiser en las próximas elecciones si el liderazgo no se mueve para aliviar la presión», añadió.
Con información de The Associated Press.
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