Anthony Quinn Warner, la persona involucrada en el atentado de Navidad en Nashville, murió en la escena y su ADN fue encontrado en el lugar de la explosión, según un fiscal de Estados Unidos y un funcionario del FBI.
El fiscal federal para el distrito medio de Tennessee, Don Cochran, dijo el domingo en una conferencia de prensa que Warner, de 63 años, estacionó un vehículo en una calle del centro de Nashville el 25 de diciembre antes de presuntamente emitir una advertencia antes de la explosión.
Cochran declaró que Warner «es el terrorista», que «estaba presente cuando estalló la bomba» y que «murió en el atentado».
El portavoz del FBI, Douglas Korneski, dijo el domingo que no hay indicios de que alguien más haya estado involucrado en la explosión. Los funcionarios revisaron horas de imágenes de vigilancia, que se utilizaron para determinar que Warner era la única persona involucrada, dijo.
Korneski dijo que los exámenes de ADN de las muestras de tejido encontradas en la explosión coincidían con las de Warner. Sin embargo, pidió a cualquiera que haya conocido a Warner que se comunicara con ellos si tuviera información sobre un posible motivo.
Cuando se le preguntó sobre el motivo, Cochran no dijo si este ha sido establecido por la policía. Pero dijo que los oficiales continúan investigando.
Anteriormente, la policía confirmó que Warner probablemente estuvo involucrado en la explosión. Se vio a agentes del FBI y otros funcionarios de las fuerzas de la ley registrando una propiedad que se dice que le pertenece.
Según los registros públicos, Warner había vivido en una casa en Antioch, al sureste de Nashville, que fue registrada el sábado por el FBI y funcionarios de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de EE. UU. Luego de la gran explosión del día de Navidad.
Los agentes federales han dicho que están siguiendo más de 500 pistas y están trabajando para identificar lo que parecen ser restos humanos encontrados entre los escombros.
Esta mañana, el alcalde de Nashville, John Cooper, dijo a CBS News en «Face the Nation» que creía que había una conexión entre el atentado y el edificio cercano de AT&T. La explosión destruyó el servicio de AT&T en la región; la compañía dijo el domingo que todavía está trabajando para restaurarlo.
Steve Fridrich, propietario de Fridrich & Clark Realty en el vecindario Green Hills de Nashville, dijo que habló con unos agentes después de que la compañía le dijo al FBI que Warner había trabajado allí.
Fridrich dijo que durante cuatro o cinco años Warner había ido a la oficina aproximadamente una vez al mes para brindar servicios de consultoría informática, hasta que este mes le dijo a la compañía por medio de un correo electrónico que ya no trabajaría para ellos. No dio ninguna razón, según Fridrich.
“Parecía muy agradable —creo que esto está bastante fuera de lugar”, dijo Fridrich al periódico.
Con información de Reuters.
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